Historias de mi Comuna: Del Camino de las Tunas a la Avenida - TopicsExpress



          

Historias de mi Comuna: Del Camino de las Tunas a la Avenida Callao En 1770 el Camino de las Tunas era una huella apenas, una polvareda. Era la ruta de las carretas y carruajes que venían desde el norte. Salpicado de quintas que, a veces, obligaban al camino a desviarse en intrincadas curvas. El ganado cimarrón era un problema en estos lindes de la ciudad. Para mantenerlo a raya y que no ingrese a las propiedades, los vecinos usaban cercos vivos de tunas. Era muy vistoso y llamaba la atención de los viajeros la profusión de paletas verdes moteadas de higos y espinas. La verdad es que las tunas eran muy molestas para los jinetes a caballo; tanto que en 1809 el virrey Cisneros intentó prohibir los cercos de tunas. Por Bando Virreinal obligaba a los vecinos a construir reparos de material ¡Bajo la amenaza de confiscarles las propiedades! Los vecinos ignoraron el bando que caducó apenas Cisneros dejó su cargo de Virrey. Es que las tunitas además de económicas eran muy vistosas y la fruta que daban era muy apreciadas por los porteños. El ingeniero Felipe Senillosa, en 1822 redimensionó este camino para convertirlo en una futura avenida de circunvalación de la ciudad. En 1824, Rivadavia decidió ensanchar las calles cercanas al casco céntrico. Así, el anterior camino de tierra fue bautizado como Calle Ancha Callao, porque fue ensanchada hasta los 25 m. La Avenida de circunvalación que soñó don Rivadavia se concretó con más de cien años de demora y unos 5 km al oeste. Entre 1937 y 1941 nacía la Av. Gral. Paz. Aquel Camino de las Tunas y, luego, la Avenida Callao, se fueron convirtiendo en una barrera que separaba las clases sociales. Desde el camino hacia el centro de la ciudad habitaban los sectores más favorecidos de la sociedad donde las familias de alcurnia amenizaban sus veladas con conciertos de Chopin o de Beethoven ejecutados por las niñas en pianos traídos desde Europa. Del otro lado del Camino de las Tunas, estaban los peones, mulatos y matarifes con otros gustos musicales más arrabaleros, que serían el germen de nuestro tango. En 1888 comenzaron las tareas de pavimentación del Boulevard Callao con adoquines de madera. En el centro, dividiendo las dos direcciones de circulación, una hilera de farolitos franceses iluminaban las mansiones que iban floreciendo con el exquisito gusto arquitectónico de finales y comienzos del siglo XX. Desde la Avenida Rivadavia hasta la Avenida del Libertador, la Avenida Callao hoy se divide en tres segmentos bien diferenciados. Entre Rivadavia y Corrientes está el sector político, entre Corrientes y Santa Fe el educativo, y desde Santa Fe hasta el final, el sector residencial. El que fuera el polvoriento Camino de las Tunas es hoy una hermosísima avenida con construcciones e historias, como esta, que enorgullecen a los porteños. Fuente: buenosaires.gob.ar/noticias/historias-de-mi-comuna-del-camino-de-las-tunas-la-avenida-callao
Posted on: Wed, 19 Jun 2013 18:19:29 +0000

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