Hoy maneje de Montreal a Quebec y fue algo que no voy a olvidar. Si Bear Grylls me hubiera acompañado de fijo tengo que pasarle una bolsa de papel para que no hiperventile.... El GPS nunca funciono, asi que tuve que salir de Montreal manejando mientras leia el mapa... Una llovizna se convirtio en tormenta y en un toque habia una banco de nieve casi me manda a la cuneta, si no es por el antiderrape del carro y porque Ayrton Senna bajo del cielo y tomo posesion de mi cuerpo y estabilizo el carro. Como iba con GPS no tenia mapa de Quebec, pero el pinche GPS no funciono entonces a puro instinto llegue. Cuando me baje de carro hacia tanto frio y tanto viento que lo mas sensato era quedarse en el carro. Pero conocer cosas nuevas es como un vicio para mi y me tire a la calle y valio la pena. La ciudad vieja de Quebec es bellisima. El castillo de Frontenac es como estar en un castillo de 1800 en francia. Despues de un dia de llevar frio y no parar de caminar era hora de devolverse a Montreal. Un cafecito y al volante, siempre nevando. La nevada en la noche distrae mucho y cuando la nieve va encontra del carro tiene un efecto hipnotizador incomodisimo. En un tiro me empezo a dar sueño y para reconfortarme me salio un letrero que decia Montreal 258 km! Pero la leccion de hoy es que definitivamente es muy confortable no tener que aventurarse, y que cuando uno lo hace siempre hay algo que sale mal, pero vale la pena aventurarse y todo se soluciona con ganas y disfrutandolo.
Posted on: Mon, 11 Nov 2013 03:52:18 +0000
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