IGLESIA AMOR EN ACCION Cuando nosotros recibimos por primera vez a Cristo Jesús en nuestras vidas y lo declaramos como nuestro Señor y Salvador, inmediatamente se gesta nuestro primer proceso de muerte. Es en este escenario cuando nuestra vieja naturaleza, nuestro viejo hombre "muere", e inmediatamente nuestro espíritu cobra vida uniéndose con el Espíritu Santo de Dios quien comienza a morar y gobernar en nosotros. Es importante resaltar que a partir de ese momento ¡ya somos una nueva criatura, somos hijos de Dios!. En múltiples ocasiones erróneamente se ha creído que dentro de nosotros coexisten dos identidades: la vieja criatura y la nueva criatura, siendo esto una falsa concepción de la verdad. "Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros." 1 Pedro 1:3,4 A partir del mismo momento en que recibimos a Cristo Jesús como nuestro Señor y Salvador, el Espíritu Santo de Dios comienza a morar en nosotros dándonos el poder de la comunión con Él. Del viejo hombre lo único que quedará son aquellos hábitos que durante años hemos utilizado como mecanismos de defensa. A estos hábitos se les llama, reacciones de la carne. La verdadera identidad del hombre espiritual se define en Cristo, despojándonos de todo vieja naturaleza y adquiriendo la inmarcesible vida de Cristo. "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." Gálatas 2:20 "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas." 2 Corintios 5:17
Posted on: Sun, 29 Sep 2013 14:18:18 +0000
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