IMPORTANTES, PLANTEAMIENTOS DE LA FORMA DE GOBERNAR EN MÉXICO, CERO DEMOCRACIA, SON IMPOSICIONES, SOBRE MAS IMPOSICIONES. Lo que la CNTE desenmascara Rafael Mendoza Castillo Domingo 1 de Septiembre de 2013 • Enviar nota • Imprimir En primer lugar, pone en claro dos sentidos del poder en pleito, que al final de cuentas ambos sentidos se inscriben en el mundo socio-histórico, el sentido del poder del capital, del dinero y de su lógica de acumulación, fundada en la ganancia desmedida, en pocos. El sentido de la Coordinadora de los Trabajadores de la Educación se inscribe en el poder como capacidad de intervenir en el mundo para liberar el trabajo, lo público y la condición humana de las ataduras del capital. No cabe duda que el poder es una lucha de voluntades, con objetivos muy distintos. La voluntad del poder de dominación no tiene ningún freno, sólo le importa que la clase política sirva al interés de la plutocracia nacional y extranjera. El objetivo de esta última es sostener las equivalencias económicas, en donde todo vale lo mismo, sin distinción. Pero donde todo vale, nada vale. En esa perspectiva demencial, la gente, los ciudadanos, los individuos aparecen como medios, como instrumentos para acrecentar el capital. Pero en esa ideología, no sólo se devalúa el ser humano, sino que el valor de soberanía, como voluntad popular, como autodeterminación, entra en el proceso de mercantilización, donde todo se vende y se compra. La lucha de la CNTE, con su movilización, le quita la máscara a la democracia representativa, que más bien es oligopólica (Pacto por México), ya que la representación se separa de la voluntad del pueblo, es decir, se fetichiza y se pone al servicio de las decisiones de corporaciones económicas internacionales. Esto quedó claro en las discusiones que se han llevado a cabo entre legisladores y funcionarios de gobierno y la representación legítima de la CNTE, en donde la voz de los primeros responde a los dictados de poderes ajenos a la nación. Simulan los diálogos para esconder la voz de sus verdaderos amos del capital financiero. La voz de la CNTE se instala en la razón, el argumento, la pregunta que incomoda al amo y en la defensa de lo que son sus conquistas, sus derechos, su dignidad y la educación pública. La acción política de la CNTE pone en evidencia el sentido autoritario del prianismo en el poder. Quedando claro que el regreso del PRI, en cohabitación con el panismo y chuchismo perredista colaboracionista, no ha dejado su ideología autoritaria, “su verdad oficial”, su desconocimiento del otro, su idea de la política como fuerza, sin ética, sin valor. La represión no ha desparecido en el ejercicio del poder prianista. La voz, la verdad del otro, del inconforme, se anula por la vía del desgaste, del linchamiento mediático o por la vía, como piden los panistas, del lanzamiento de chorros de agua sobre los indignados, desde las tecnologías modernas. La clase política gobernante y la oligarquía no están interesadas en profundizar la transformación del modelo económico neoliberal causante de la desigualdad social brutal en el país. Antes bien, todas sus reformas estructurales, laborales, energéticas, fiscales, educativas, se orientan en el sostenimiento del capitalismo corporativo en lo político, económico, militar, empresarial y mediático. Por eso la acción pública de las instituciones se convierte en una acción privada. En esta última lógica se colocan los empresarios, los militares, duopolios mediáticos, la clase política gobernante. Todos ellos responden a las políticas que imponen las corporaciones internacionales (OCDE, FMI, BM). El poder de dominación y de explotación, frente a las demandas de la CNTE, utiliza el terror mediático para crear en la opinión pública un odio y descalificación hacia la protesta social, hacia quien se atreve a parar el tren de la acumulación de la ganancia, de la globalización integradora en lo económico, homogeneizadora en lo intelectual, privatizadora de lo público, limitadora del gasto público, desreguladora de todo, para que los monopolios y el libre mercado hagan de las suyas. No cabe duda que, como dice Noam Chomsky, que al poder no le interesa la verdad, la voz de la CNTE, su verdad, su visión del mundo, su sentido público, la defensa de sus conquistas, de la educación pública y humanista, no cuenta para quienes se sienten la fuente del poder e ignoran que la soberanía reside en la voluntad del pueblo. En este momento la CNTE le ha ganado una batalla teórica y política al poder de explotación. La lucha de los indignados de la CNTE pone en claro el comportamiento político de la partidocracia y el engaño del Pacto por México. Las cúpulas partidarias se inclinaron por sus intereses privados, por acatar las decisiones de organismos extranjeros, por servirle a la oligarquía depredadora del patrimonio de la nación. Por otro lado, hace visible más, que ya lo era, el entreguismo y sumisión del corporativismo sindical charro del SNTE al prianismo, siempre al servicio de sus amos. El Pacto por México es un acuerdo que secuestra las decisiones del Poder Legislativo, de la nación, la acción constituyente de la política y convierte a ésta en administración y planificación para controlar la voluntad del pueblo. Como dice Christian Laval: “En lugar de la ‘economía del bienestar’, que hacía énfasis en el acuerdo entre progreso económico y distribución equitativa de los frutos del crecimiento, la nueva lógica considera a las poblaciones y los individuos desde el punto de vista, más estrecho, de su contribución a la competencia mundial y su coste”. La voluntad de la CNTE le dice al amo del poder, por escrito y verbal, que su “reforma educativa” es laboral y administrativa, porque afecta derechos y conquistas, porque es punitiva, porque privatiza la educación al ponerla en manos de empresarios y en la lógica de la OCDE. El poder político y sus servidores, ni oyen ni ven al pueblo. Sus intereses son primero. Ya no deleguemos en ellos el poder, la voluntad del pueblo, es decir, la soberanía. Otro mundo es posible.
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 06:15:47 +0000
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