INDIGNIDAD ... En Sierra Leona, los guerrilleros, antes de abandonar un poblado, cortaban la mano derecha de los habitantes, para eliminar toda rebeldía. Una niña, que acababa de aprender a escribir, le pide al guerrillero que en vez de cortarle la mano derecha le corte la izquierda , para poder seguir escribiendo. Como respuesta, el salvaje, le amputa las dos. A pesar de la indignidad de ese cruel comportamiento, seguimos afirmando la dignidad de esa persona. ¿Por qué lo hacemos si no lo merece? ¿Por qué reconocemos los derechos de quienes no los respetan? ¿No supone una situación de inferioridad para quienes defienden esa actitud?. El reconocimiento de la dignidad de todas las personas con independencia de su comportamiento, ha sido la gran invención ética de la humanidad. Pero exige comportarse dignamente. Quien no lo hace no puede apelar a la justicia. No la merece, no ha aceptado las reglas del juego. Solo es protegido por la bondad de los inocentes, que no quieren ser arrastrados a la selva, que están convencidos de que comportarse como si todos estuviéramos dotados de dignidad, aunque algunos la hayan perdido con su comportamiento, es la única solución para adecentar la convivencia humana. Pero olvidar la crueldad es difícil José Antonio Marina Escritor Filósofo Catedrático Doctor Honoris Causa Univ. Politécnica Valencia Toledo, 1939
Posted on: Mon, 28 Oct 2013 12:01:29 +0000
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