Isa 6:1 Visión y llamamiento de Isaías En el año que - TopicsExpress



          

Isa 6:1 Visión y llamamiento de Isaías En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Isa 6:2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Isa 6:3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Isaías 6:1-13 CAPITULO 6 Vers. 1-13. VISION DE JEHOVA EN SU TEMPLO. Isaías está en la parte exterior, cerca del altar, enfrente del templo. Se supone que se abren las puertas del santuario y que el velo que oculta el lugar santísimo se descorre, presentándose a la vista del profeta una visión del Señor, quien se le presenta a manera de un monarca oriental, asistido por serafines, como sus ministros de estado (1Re 22:19), y revestido de un manto flotante con cola (símbolo de dignidad en el Oriente) que llena el templo. Esta afirmación de que Isaías había visto a Dios, fué el pretexto, según la tradición, para que lo aserrasen, en el reinado de Manasés (tradición no confirmada por el cap. 1:1; véase la Introducción) (Heb 11:37). En el caso de los otros profetas, las visiones ocurren con frecuencia; pero en el de Isaías ocurre sólo esta vez, la que se singulariza por su claridad y sencillez. En el año que murió el rey Uzzías—Sea de muerte literal o civil, cuando, a causa de su lepra, dejó de ejercer sus funciones de rey [Chaldee] (2Cr 26:19-21) en 754 a. de C. [Calmet]. Según la cronología común, en 758. No se trata del comienzo de las profecías de Isaías, sino de su elevación a un grado superior en el ministerio profético; el v. 9 y siguientes tienen el tono de uno que ya conocía por experiencia la obstinación de aquel pueblo. Señor—aquí significa Adonai; en el v. 5, Jehová. Se insinúa que el que habla en el v. 10, según Jn 12:41, es Jesucristo. Isaías sólo pudo haber “visto” al Hijo, no a la divina Esencia (Jn 1:18). Las palabras del v. 10 se atribuyen por S. Pablo al Espíritu Santo (Hch 28:25-26). De donde se infiere que aquí está sobrentendida la Trinidad como una unidad, como también en la triple repetición de la palabra “Santo” (v. 3). Isaías menciona el manto, el templo y los serafines, mas no la forma de Dios. Sea de ello lo que fuere, la escena era diferente de la usual Shechinah. Esta se manifestaba sobre el propiciatorio; mientras que aquélla apareció sobre un trono; la Shechinah se manifestaba en forma de nube y de fuego; de esta otra no se especifica ninguna forma. Sobre la primera estaban los querubines; sobre la segunda los serafines. La primera no tenía ningún ropaje; la segunda tiene un amplio manto y cola. 2. estaban—no quiere decir precisamente que estaban de pie, sino que lo asistían [Maurer], manteniéndose en el aire con las alas extendidas. serafines—en ninguna otra parte se aplica este nombre a los ángeles que asisten a Dios, sino a las serpientes ardientes y voladoras (llamadas así, no por tener alas, sino por moverse rápidamente) que mordieron a los israelitas (Num 21:6), llamadas así por la venenosa inflamación que causaban con sus mordeduras. Seraf (en hebreo) significa arder, lo que denota ardiente celo, deslumbrante brillantez (2Re 2:11; 2Re 6:17; Eze 1:13; Mat 28:3) y rapidez de parte de los serafines, similar a la de la serpiente, para servir a Dios. La forma de Satán, semejante a la serpiente (Najash), al aparecerse a la mujer, quizás tenga alguna relación con su forma original de un “seraf” de luz. La cabeza de la serpiente era el símbolo de la sabiduría en Egipto (cf. Num 21:8; 2Re 18:4). Los serafines, con seis alas y una faz, difícilmente pueden ser identificados con los querubines, que tenían cuatro alas (los del templo sólo tenían dos y cuatro rostros (Eze 1:5-12). (Mas cf. con Apo 4:8.) El “rostro” y los “pies” denotan forma humana; algo de una forma serpentina (acaso la cabeza de un basilisco, como en los templos de Tebas), puede haberse incluído; de ahí que el querub se compusiese de varias formas de animales. La voz seraf, sin embargo, acaso provenga de una raíz que significa: a la semejanza de un príncipe aplicada en Dan 10:13 a Miguel [Maurer]; del mismo modo que querub proviene de una raíz que significa noble cambiando la m en b). dos—sólo dos alas de las seis estaban dispuestas para volar al punto para servir a Dios; dos velaban sus rostros, como indignos de mirar al Santo Dios o de penetrar en sus secretos consejos, que ellos cumplían (Exo 3:6; Job 4:18; Job 15:15), dos cubrían sus pies, o más bien todas las partes inferiores de sus personas—práctica observada en la presencia de los monarcas orientales, como señal de reverencia (cf. Eze 1:11, sus cuerpos). El servicio del hombre a fortiori consiste en una espera reverente, más bien que en un servicio activo prestado a Dios 3. (Apo 4:8). Aquí se halla implícita la Trinidad (véase la nota sobre “Señor”, v. 1). La santidad de Dios es el principio fundamental de todas las profecías de Isaías. toda la tierra—El hebreo es más enfático, la plenitud de toda la tierra es su gloria (Sal 24:1; Sal 72:19). (CJFB). 6.1 El año de la muerte del rey Uzías fue aproximadamente en 740 a.C. Murió de lepra por tratar de realizar los deberes del sumo sacerdote (2Ch_26:20-21). Si bien fue en general un buen rey y su reino fue largo y próspero, muchas de sus súbditos se apartaron de Dios. 6.1ss La visión de Isaías fue su llamado para ser el mensajero de Dios para su pueblo. A Isaías se le encomendó una misión difícil, tenía que decirle a las personas, que se creían bendecidas por Dios, que El las iba a destruir debido a su desobediencia. 6.1ss La sublime visión que Isaías tuvo de Dios en 6.1-4 nos da un sentido de la grandeza, misterio y poder de Dios. El ejemplo de Isaías al reconocer su pecaminosidad delante de Dios nos anima a confesar nuestro pecado. Su descripción del perdón nos recuerda que también Dios nos perdona. Cuando reconocemos cuán grande es Dios, cuán pecadores somos y el alcance de su perdón, recibimos poder para hacer su obra. ¿Cómo se mide su concepto de la grandeza de Dios con el de Isaías? 6.1-3 El trono, los serafines o ángeles que lo servían y el triple santo enfatiza la santidad de Dios. El serafín era un tipo de ángel cuyo nombre se deriva de la palabra arder, quizás indicando su pureza como ministro de Dios. En un tiempo donde la decadencia moral y espiritual alcanzó su cima, era importante para Isaías ver a Dios en su santidad. Santidad significa ser moralmente perfecto, puro y apartado del pecado. Nosotros también necesitamos descubrir la santidad de Dios. Las frustraciones diarias, las presiones sociales y los defectos reducen nuestra visión de Dios. Necesitamos tener la visión de un Dios alto y sublime, como el que la Biblia menciona, que nos dé el poder para enfrentar los problemas y las preocupaciones. La perfección moral de Dios vista como es debido, nos purificará del pecado, limpiará nuestra mente de problemas y nos permitirá adorarlo y servirle solo a El y servirle. (CDV).
Posted on: Wed, 30 Oct 2013 16:16:32 +0000

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