José Hernández (Argentina): MARTÍN FIERRO (Consejos a sus hijos - TopicsExpress



          

José Hernández (Argentina): MARTÍN FIERRO (Consejos a sus hijos que yo dedico a los míos y a mis sobrinos) Un padre que da consejos Más que padre es un amigo, Ansí como tal les digo Que vivan con precaución- Naides sabe en qué rincón Se oculta el que es su enemigo. Yo nunca tuve otra escuela Que una vida desgraciada- No extrañen si en la jugada Alguna vez me equivoco- Pues ha de saber muy poco Aquél que no aprendió nada. Hay hombres que de su cencia Tienen la cabeza llena; Hay sabios de todas menas, Mas digo sin ser muy ducho: Es mejor que aprender mucho El aprender cosas buenas. No aprovechan los trabajos Si no han de enseñarnos nada- El hombre, de una mirada Todo ha de verlo al momento- El primer conocimiento Es conocer cuándo enfada. Su esperanza no la cifren Nunca en corazón alguno- En el mayor infortunio Pongan su confianza en Dios- De los hombres, sólo en uno, Con gran precaución en dos- Las faltas no tienen límites Como tienen los terrenos- Se encuentran en los más buenos, Y es justo que les prevenga;- Aquél que defectos tenga, Disimule los ajenos- Al que es amigo, jamás Lo dejen en la estacada, Pero no le pidan nada Ni lo aguarden todo de él- Siempre el amigo más fiel es una conducta honrada. Ni el miedo ni la codicia Es bueno que a uno le asalten- Ansí no se sobresalten por los bienes que perezcan, Al rico nunca le ofrezcan Y al pobre nunca le falten. Bien lo pasa hasta entre Pampas El que respeta a la gente- El hombre ha de ser prudente Para librarse de enojos- Cauteloso entre los flojos Moderado entre valientes. El trabajar es la ley Porque es preciso alquirir- No se expongan a sufrir Una triste situación- Sangra mucho el corazón Del que tiene que pedir. Debe trabajar el hombre Para ganarse su pan; Pues la miseria en su afán De perseguir de mil modos- Llama en la puerta de todos Y entra en la del haragán. A ningún hombre amenacen Porque naides se acobarda- Poco en conocerlo tarda Quien amenaza imprudente- Que hay un peligro presente Y otro peligro que aguarda. Para vencer un peligro, Salvar de cuelquier abismo, Por experiencia lo afirmo, Más que el sable y que la lanza- Suele servir la confianza Que el hombre tiene en sí mismo. Nace el hombre con la astucia Que ha de servirle de guía- Sin ella sucumbiría, Pero sigún mi esperiencia- Se vuelve en unos prudencia Y en los otros picardía. Aprovecha la ocasión El hombre que es diligente- Y téngalo bien presente, Si al compararla no yerro- La ocasión es como el fierro Se ha de machacar caliente. Muchas cosas pierde el hombre Que a veces las vuelve a hallar- Pero les debo enseñar Y es bueno que lo recuerden- Si la vergüenza se pierde Jamás se vuelve a encontrar. Los hermanos sean unidos, Porque ésa es la ley primera. Tengan unión verdadera En cualquier tiempo que sea- Porque si entre ellos pelean Los devoran los de ajuera. Respeten a los ancianos, El burlarlos no es hazaña- Si andan entre gente estraña Deben ser muy precavidos- Pues por igual es tenido Quien con malos se acompaña. La cigüeña cuando es vieja Pierde la vista, -y procurar Cuidarla en su edad madura Todas sus hijas pequeñas- Apriendan de las cigüeñas Este ejemplo de ternura. Si les hacen una ofensa, Aunque la echen en olvido, Vivan siempre prevenidos; Pues ciertamente sucede- Que hablará muy mal de ustedes Aquel que los ha ofendido. El que obedeciendo vive Nunca tiene suerte blanda- Mas con su soberbia agranda El rigor en que padece- Obedezca el que obedece Y será bueno el que manda. Procuren de no perder Ni el tiempo ni la vergüenza- Como todo hombre que piensa Proceder siempre con juicio- Y sepan que ningún vicio Acaba donde comienza. Ave de pico encorvado Le tiene al robo afición- Pero el hombre de razón No roba jamás un cobre- Pues no es vergüenza ser pobre Y es vergüenza ser ladrón. El hombre no mate al hombre Ni pelee por fantasía- Tiene en la desgracia mía Un espejo en qué mirarse- Saber el hombre guardarse Es la gran sabiduría. La sangre que se redama No se olvida hasta la muerte- La impresión es de tal suerte, Que a mi pesar no lo niego- Cai como gotas de fuego En el alma del que la vierte. Es siempre en toda ocasión El trago el pior enemigo- Con cariño se los digo, Recuérdenlo con cuidado- Aquél que ofende embriagado Merece doble castigo-. Si se arma algún revolutis Siempre han de ser los primeros- No se muestren altaneros Aunque la razón les sobre- En la barba de los pobres Aprienden pa ser barberos. Si entriegan su corazón A alguna mujer querida, No le hagan una partida Que la ofienda a la mujer- Siempre los ha de perder Una mujer ofendida. Procuren si son cantores, El cantar con sentimiento, Ni tiemplen el instrumento Por sólo el gusto de hablar- Y acostúmbrense a cantar En cosas de jundamento. Y les doy estos consejos Que me han costado alquirirlos, Porque deseo dirijirlos, Pero no alcanza mi cencia- Hasta darles la prudencia Que precisan pa seguirlos. Estas cosas y otras muchas, Medité en mis soledades- Sepan que no hay falsedades Ni error en estos consejos- Es de la boca del viejo De ande salen las verdades.
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 12:01:22 +0000

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