Kebrat, la chica con los negros rizados Esta noche voy a contar la historia de Kebrat, una niña de 24 años con el pelo rizado, un hombre negro que tiende al rojo. El jueves por la mañana, creyendo que era sin vida, que enclavado en el muelle en el puerto de Lampedusa junto a los cadáveres, envueltos como una bolsa de regalo en una lámina de aluminio de oro de la que asomaban apenas los brazos manchados de aceite. Tenía una barriga tan hinchada con agua y combustible que no sólo muertos, parecía embarazada. Kebrat De pronto abrió los ojos y después de un paseo en un helicóptero ha aterrizado en un hospital de Palermo. Temblando, con una débil voz detrás de la máscara de oxígeno, dijo a una enfermera de su aventura. Kebrat huyó de Eritrea con un grupo de amigos. Se escapó de un dictador sanguinario que envía a los disidentes a trabajar como esclavos en las minas y ha transformado la antigua colonia italiana en una prisión donde los guardias fronterizos están autorizados a dispararle a los fugitivos. Sin embargo Kebrat hizo. Cruzó el desierto de Sudán, primero a pie y luego en un camión, y después de dos meses indecible ha llegado al puerto libio de Misrata. Miró el mar y la pequeña bañera que estaba a punto de zarpar, sin saber siquiera dónde la llevarían. Lo importante era que se fuera. Entregó ahorro de los hogares de toda la vida en el contrabandista tunecino que se llamó el doctor. Y antes de salir llevaba el vestido de la fiesta. Durante el viaje no ha comido nada. Bebió agua de mar debido a que el sol había salido y estaba tan sediento. De vez en cuando oró a Dios con los demás refugiados en todas las religiones posibles.
Posted on: Mon, 07 Oct 2013 07:53:30 +0000