LA MEJOR VERSION DE TI MISMO Qué te dices a ti mismo? En esos eternos auto-diálogos, lo que diariamente una persona se dice a sí misma en el alto volumen del silencio de sus pensamientos, ahí radica gran parte de tu futuro. Descubre y sabe esto: «Para lograr una mejor versión de ti, tus pensamientos tienen que ir en esa dirección todo el tiempo». Y tus pensamientos muchas veces serán esos auto-diálogos que mantienes contigo a lo largo del día. ¿Qué te dices a ti mismo cotidianamente? Sólo hay dos opciones: cosas malas acerca de ti, o cosas buenas. ¿Quieres lograr una mejor versión de ti mismo? Habla bien de ti, contigo, todo el tiempo. He notado que muchas personas que tienen esos auto-diálogos internos tan negativos y tan frecuentes, suelen ser personas que en su infancia fueron influenciados por personas que les dijeron quiénes eran y los definieron a muy bajos niveles. Papás o mamás o maestros o amigos o figuras de autoridad que escucharon decirles cosas como: «¡Pero qué tonto eres!», «Tu solamente te equivocas», «De verdad que no das una», «Ya deja de comer tanto, mira qué gorda te estás poniendo», «Tú no eres bueno para ese deporte», etc. Y el problema es que… ¡se lo creyeron! Palabras que les aventaron como semillas, y echaron raíces en su tierra, tierra fértil para quien no ha descubierto quién es realmente. Yo creo que todos hemos pasado por esas definiciones que algunas personas dieron de nosotros, pero la diferencia es que unos se lo creyeron y con ello crecieron y otros no lo creímos e incluso buscamos definiciones de nosotros mismos de muchísimo mayor nivel y verdad y esas mejores versiones fueron lo que creímos. Si tú no tuviste la dicha de tener un papá o una mamá o un maestro o figura de autoridad que hablara maravillas de ti y te definiera en altos niveles, permíteme darte una ayuda diciéndote quién eres realmente. Pon mucha atención y concéntrate en la definición más certera de ti que ahora mismo te daré: «Eres hijo de Dios Altísimo. Has sido coronado o coronada con la gloria y la honra de Dios. Puedes hacer todo depositando tu fe en Él. ¡Tienes gran potencial! Desbordas creatividad. No hay nada que haya depositado Dios Todopoderoso en tu corazón que no puedas lograr. Tienes más que suficiente coraje, arrojo, fuerza y capacidad. El favor de Dios te rodea dondequiera que vayas. Todo lo que toques prosperará, lo que incluye tu divina capacidad para tocar tu propia vida con lo que te dices de ti. Has sido bendecida o bendecido, aprobada, aprobado por el mismísimo Dios Todopoderoso, de tal manera, que ninguna maldición humana ni siquiera alcanza a tocarte en la más nimia forma. Eres creación de Dios mismo. Eso es lo que eres en verdad. Así que ya… ¡yérguete, levanta la cabeza confiado, y comienza a decirte a ti mismo la gran verdad sobre tu más auténtica identidad: «Soy victorioso. Soy capaz. Fui creado por Dios y Él mismo me ha dotado de grandeza y se complace plenamente en mí». (Vuelve a leer esto, sintiéndolo). Pensar en la verdad, pensar hablándote a ti mismo de esta manera, es la única forma de que logres una mejor versión de ti mismo, es –literalmente– irte descubriendo. Tú tienes la capacidad de autodefinirte con la verdad de quien eres realmente, y tú tienes el poder para creerlo. Al creerlo así, actuarás naturalmente en consecuencia y verás el milagro en el que te conviertes. ¡Ah!, y si tu nueva conciencia de ti mismo no coincide con lo que los demás piensan de ti, siéntelo mucho… por los demás. Ellos sí son incapaces de ver lo que tú ahora al fin sabes. ¡Mira quién resultó ser el incapaz! Todas las mañanas inmediatamente al despertar, di lo siguiente «Gracias Dios mío por darme otro día para disfrutar. Sé que mi disfrute en la vida te complace. Yo soy un ser extraordinario. Yo soy un muy amado hijo tuyo. Yo soy salud habitando un cuerpo que cada día convierto en más y más saludable. Yo soy paz y confianza. Yo soy quien puede inspirar a quien se acerque a mí. Yo soy capaz de grandes hazañas. Tengo un gran talento. Tengo creatividad. Tengo todo lo que me hace falta. Estoy en pleno cumplimiento de mi destino más alto. Yo soy próspero e infundo prosperidad en quien toque. Yo soy la única autoridad en lo que a mi mundo se refiere, aquí yo soy autoridad suprema, yo soy el poderoso y mágico círculo de protección que me rodea, invencible y apartando de mí cualquier pensamiento discordante que pretenda entrar a la perfección de mi mundo. Yo soy la presencia dominante que gobierna en perfecto orden divino, instaurando la armonía, la dicha y la presencia de la opulencia divina en mi mente, mi casa y mi mundo. Yo soy ungido. Yo soy amor». Cuando descubres el enorme poder que tienes para acallar y bloquear a personas del mal tan solo sin hacerles caso en absoluto (aquí ni la yema del dedo usas), te asombras de la nula afectación que pueden tener sobre ti. Esto lo puedes hasta que descubres quién eres realmente. Si no has dedicado tiempo a ese valioso descubrimiento, lo que un humano pueda proferirte, tú le confieres ahora poder para dañarte si esa era su intención. Tienes que tener siempre presente que el poder lo tienes tú y lo otorgas tú, porque nada ni nadie tiene importancia salvo la que tú, como soberano de tu vida, decides otorgarle a alguien. El poder lo tienes tú. repítete en tu interior: «Yo soy ungido, yo soy capaz, Dios tiene reservadas cosas maravillosas para mí el día de hoy. Ahora mismo se está sucediendo parte del plan que me hace prosperar en todos los aspectos de mi vida. Hoy mismo viviré la bendición y la promesa de mi bien que me hizo nada más y nada menos que Dios Todo poderoso». Yo así Déjame repetirte, Dios te creó para para que te sientas completo y pleno, para que creas en ti. De hecho, descubre que si no puedes llevarte maravillosamente bien contigo mismo, es difícil que te lleves bien con los demás, porque el trato que te des a ti, suele trasladarse a muchas de tus otras relaciones. Cuando tu pareja crees que te desespera, lo más seguro es que en ti, contigo, no hay paz, como verdadera razón. Querida, querido… eres la más preciada posesión de Dios. Estas coronado con gloria y honra. Eres valioso y atractivo. Tienes un futuro brillante delante tuyo y por sucederse muy pronto. Descubre que tu gozo y disfrute en la vida, complace profundamente a Dios; de hecho, si no disfrutas tu vida, supongo que serían de esas pocas cosas con las que Dios podría molestarse. Esta creencia he adoptado. Sea cierta o no, adecuada o no, viable o no, transforma mi mundo para bien y la comparto contigo. Sé que por tendencia humana, las voces negativas de gente que pueda acercarse a ti, muchas veces parecen gritar más fuerte que lo bueno que puedas decirte tú a ti mismo o lo que alguien pueda decir positivamente de ti. ¡Tú sigues teniendo el poder para decidir que así sea o no! ¡Habla bien de ti contigo y hazlo con singular frecuencia! ¡Edifícate con una voz interior más fuerte! De hecho, cuando creas prudente, habla extraordinariamente bien de ti en voz alta. Quizá has hecho algo que consideras malo en tu vida. Sí, y quizá así fue realmente. Yo por lo menos sí, y lo consideré incluso grave. Pero ¿qué crees? Llegué a un momento donde desarrollé la voluntad de dejar ese pasado y sus recuerdos eligiendo nuevas posibilidades en mi ser y conducta. Entendí que las diarias bendiciones y momentos de dicha que Dios tiene reservadas para mí eran imposibles que florecieran si yo mismo no estaba en paz y contento conmigo mismo anclado en mi pasado y creyendo que merecía condena por ello. Es como si Dios me tuviera un mejor lugar delante mío y yo con mis recuerdos atándome hacia atrás. Creo que por eso uno puede decir en algún momento como que Dios lo ha olvidado a uno. Y hoy me imagino perfecto a Dios delante mío hay en nosotros. Nuestra fe es efectiva cuando reconocemos el bien que hay en nosotros. De verdad te digo, cuando crees con fervor y gran frecuencia que eres fundamentalmente bueno… ¡entonces eres bueno y así cosas buenas te suceden constantemente! Otra manera de decírtelo sería: Dejas obrar a Dios en tu vida, si te crees merecedor de ello. -Alejandro Ariza.
Posted on: Tue, 15 Oct 2013 01:51:25 +0000
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