LA PESADILLA DE LA CERTIFICACIÓN HA CONCLUIDO PARA ESTE SEMESTRE, Y ES UN ALIVIO, PERO ME QUEDO TRISTE Y ENOJADO OTRA VEZ. Número de grupos de certificación de inglés I que coordiné: 4 Número total de estudiantes: 75 Número que pedí que fueran hoy jueves para entrega/retroalimentación: 75: Número que acudieron: 14 Número que pedí que avisaran si no pudieran ir: 75 Número que avisaron: 0 De los 14 que fueron, número que llegaron una hora tarde o más: 6 Soy de los profesores que todavía hacen acta cualitativa para cada estudiante. Pienso que hacer menos sería irresponsable y contribuiría a la superficialidad de la experiencia de la certificación, la obsesión con una calificación numérica. Sin embargo, entiendo un poco la lógica de los profes que piensan, “¿Para qué? Si no van a llegar a recogerla”. Y efectivamente, tenemos a estudiantes haciendo trabajos largos y arduos para un público que consiste en una persona—su profesor—como en las escuelas más tradicionales y mediocres. Y tenemos a profesores haciendo trabajos menos arduos tal vez, pero sí arduos, también para un público de una persona. O menos. ¿Quiénes son estos 75 estudiantes? No sé a detalle. No han estado en mis clases, en la mayoría de los casos, sino que son de la colectividad que busca certificar inglés. Pero ¿son distintos a los estudiantes en general? No lo creo. Hace unas semanas difundí un escrito similar, al hablar de los que sí estaban en mis clases que dejaron de asistir (también sin avisar) en las últimas semanas del semestre. ¿Soy la única persona que piensa que estas cosas no son aceptables? Debido al despido, no había trabajado la certificación formalmente durante año y medio, y ¡cómo lo sigo odiando! ¡Cómo se ha empeorado! Estimo que pasé un total de 30 horas en trabajos relacionados con la certificación (y más serán cuando me vengan a buscar cualquier día de estos para pedir sus “instrumentos”). Y ¿para qué? ¿Debo hacer una lista de las cosas más interesantes, educativas o no, que puedo haber hecho con ese tiempo? No me molesta trabajar duro, y pienso que lo he hecho a lo largo de 11 años en la UACM. Pero sí me molesta cuando no surte ningún efecto. Sigo pensando que la UACM ha sido el mejor empleo de mi vida, y sigo disfrutando del trabajo con los estudiantes (los que llegan). Pero supongo que ahora es momento de decir públicamente que, como mis amigos saben, estoy cansado y decepcionado, y necesito tiempo para escribir, explorar y visitar a mis padres y tíos (quienes tienen entre 83 y 95 años) y voy a tomar un permiso sin goce de sueldo de un semestre después de la semana de introducción. Si veo que hay discusión honesta y acciones reales para resolver este tipo de problemas (y con gusto participaré durante mi semestre de alejamiento parcial), y si veo avances en la rendición de cuentas de los delincuentes y bullies orozquistas—es decir, si pienso que ya no tendremos que ver a nuestros agresores a diario—regresaré con gusto a la UACM. Si no, hay todo un mundo, y pienso que las innovaciones educativas prometidas que me atrajeron inicialmente a la UACM pueden hacerse en algún lado, y allí estaré. Paradójicamente, pronto les invitaré a una fiesta para agradecer el apoyo para los despedidos y ahora reinstalados, sobretodo el apoyo a través de la huelga. La fiesta pudo haber sido en abril, cuando fuimos reinstalados, pero entre esperar los pagos de sueldos caídos y esperar que terminaran las vacaciones, la fiesta se postergó. Gracias por leer y reaccionar a estas líneas,
Posted on: Fri, 16 Aug 2013 03:45:10 +0000
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