LA PROHIBICIÓN Esa noche fui a buscar a Nuria a su casa, eran las ocho. Me atendió Don Alterio Normando. Me dio la mano cálida. ¡Qué tal, Salo! Vení, pasá, Nuria todavía se está acicalando. Quería estar a horario, pero a la madre, a última hora, se le antojó que la acompañara no sé adónde, me ofrecí a ir, pero Perla me dijo que eran cosas de mujeres, a Nuria no le gustó ni medio, pero su madre tuvo ese reviro. Entramos a la sala. Sentate. Me estaba por servir güiscola ¿Me acompañás? Bueno, gracias. Pero más cola que güisqui, por favor. Cómo no. ¿Y, cómo va esa pintura? Muy bien, señor, expongo el sábado que viene. ¿Otra vez? Hiciste una muestra hace veinte días. Hay que aprovechar, Don Alterio. Alterio a secas, el Don me recuerda mis cincueticinco. Tomá, servite. Gracias, D, digo, Alterio. Me gustó mucho tu exposición, compré Las Mininas Beat, es una muy buena recreación, se ve claro tu estilo. La tengo en mi oficina, ya recibí cuatro o cinco ofertas, que superan largo los doscientos pesos que pagué. Pero yo vendo seguros, no cuadros. Además como Nuria está ahí, la pintura está bien resguarda. Pero, che, ¿tanto tiempo tenés? No, Alterio, son pinturas que tienen cinco o seis años, por eso tengo mucho material. Igual que los cuentos y poemas, los escribí en los setenta, los podría haber publicado. Incluso no iba a publicarlos, pensaba que no tenían interés. Pero los leyó un primo mío, que es editor en Las Letras, y me animó. Ahora la pintura y la escritura son mi trabajo, aunque yo las tomo como siempre, un pasatiempo. Tomé un sorbo largo. Perdón, hablé mucho. Me gusta escucharte, sos interesante. Gracias, señor. Salud, porque te vaya mejor. Nuria tuvo mucha suerte. Yo tuve suerte, y muy buena, es inteligente, educada. La quie… Decilo, es un halago, no sólo para ella, sino para todos nosotros. Terminaba el trago, cuando entró mi novia. Alterio se quedó un rato, tanto para cumplir con su bebida. Bueno, los dejo. Que la pasen bien, le dio un beso a su hija, nos dimos la mano. Salimos. Fuimos al recital de Heredia y Serrat. A las doce terminamos de cenar. Estábamos paseando por Corrientes, cuando comencé a sentirme mal, traté de controlar el mareo que me sorprendió, pero no pude. Cuando desperté era de día, tenía una máscara de oxigeno. Busqué a Nuria, no estaba. Entró una enfermera, llamó al médico, le pregunté por Nuria. Acá llegaste solo, hace tres noches, intoxicado por un cóctel de drogas. Tenés suerte de estar vivo, si no te hacíamos el lavaje de estómago ibas a reventar. ¿Con qué te diste? Le conté al médico todo lo que me acordé desde que llegué a lo de Nuria. Está bien, vamos a llamar a tus padres. Ahora descansá. A la semana estaba en casa, los temblores no me dejan agarrar un pincel. Escuché por radio que policía apresó a Alterio Normando y a su hija, Nuria, por intento de asesinato. Fue por la patria, declaró Alterio. Ese Salo es muy peligroso, empezó burlándose nada menos que de Las Mininas, si lo dejaba, quién sabe con qué podría terminar. Danny Delaney
Posted on: Wed, 04 Sep 2013 03:31:04 +0000
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