LA TRADUCCIÓN DE CASIODORO DE REINA - TopicsExpress



          

LA TRADUCCIÓN DE CASIODORO DE REINA (1569) Introducción Casiodoro de Reina tiene el gran honor de ser la primera persona que produjo una Biblia entera en español, utilizando los idiomas originales (hebreo y griego). Su obra estableció la forma del texto en español para los siglos venideros. Palabras tan conocidas como, “Jehová es mi Pastor, no me faltará…Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová reposaré por luengos días” (Sal 23:1, 6) “En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti” (Sal 119:11) “A Dios nadie lo vio jamás. El unigénito Hijo que está en el regazo del Padre, Él nos lo declaró” (Juan 1:18) “Porque de tal manera amó Dios al mundo que aya dado a Su Hijo Unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más aya vida eterna” (Juan 3:16) Ningún traductor puede evitar la influencia que Casiodoro de Reina ejerce todavía sobre la Biblia en español. Casi todos los creyentes hispano hablantes estamos familiarizados (sin darnos cuenta) con muchas de las palabras, que vinieron de la pluma de Casiodoro de Reina. Cuando se dedicó a la tarea de traducir la Biblia al español, el deseo de Reina fue dar a sus conciudadanos la Biblia en su propio idioma, para que puedan así conocer la verdad acerca de Dios y la salvación. Aunque vivía fuera de España (por la persecución contra los creyentes en su país natal), su corazón latía por cientos de miles en España que no conocían el evangelio. En este estudio esbozaremos la vida de Casiodoro de Reina, para luego describir la manera en que tradujo la Biblia al español. Al final, evaluaremos dicha traducción. Nuestro propósito principal es honrar la memoria de un hombre a quien tanto debemos, pero que pocos conocemos. 1. LA BIOGRAFÍA DE CASIODORO DE REINA Casiodoro de Reina era de Sevilla. Antes de su conversión, fue un monje en el monasterio de San Isidoro del Campo. Luego de conocer al Señor, llegó a ser uno de los líderes de la nueva comunidad evangélica que se estaba formando en Sevilla. En 1557, tuvo que huir de la ciudad, por la persecución desatada por la Inquisición. Como muchos otros en ese tiempo, se dirigió a Ginebra. Fue en esa ciudad que nació la idea de traducir la Biblia al español. Casiodoro de Reina no quedó mucho tiempo en Ginebra. Por ciertos desacuerdos con Calvino y sus seguidores, viajó a Londres, y se estableció allí. En esa ciudad, organizó una iglesia española. En 1560 publicó su “Confesión de Fe”. Luego, se dedicó a la traducción de la Biblia. La tarea no fue nada fácil. En primer lugar, tuvo que enfrentar la oposición de la Iglesia Católica, la cual sabía de su intención de traducir la Biblia al español. La Iglesia Católica envió un agente de la Inquisición para vigilar a Casiodoro de Reina. Éste logró ocupar el puesto de secretario de Reina, para la traducción de la Biblia. Por todos los medios posibles procuró estorbar el avance de la obra de Casiodoro de Reina. Otro problema para Reina fue la presión de algunos calvinistas, en Londres. En Ginebra, Reina había criticado la parte que Calvino jugó en la muerte de Serveto (un hereje). Ahora que estaba en Londres, algunos seguidores de Calvino lo presionaron, revisando cada página de la Biblia que estaba traduciendo, buscando errores o herejías, para difamarlo. Anta tanta presión, Casiodoro de Reina tuvo que huir de Londres. En 1564 viajó a Holanda; pero aun en Holanda, no estaba a salvo. El rey de España se dedicó a ubicarlo y detener su obra. Reina tuvo que pasar tres años, entre Holanda, Alemania y Francia, para poder terminar la traducción de la Biblia. Terminada la traducción, no terminaron sus problemas. En 1567, él contrató los servicios de la imprenta de Oporino. Lamentablemente, el año siguiente Oporino murió, quedando en la banca rota. De este modo, Casiodoro de Reina perdió todo el dinero que le había pagado, por adelantado; dinero que los refugiados españoles en Frankfurt reunieron para costear el trabajo. En 1568, Reina logró contratar los servicios de otra imprenta, y la obra avanzó lentamente, durante varios meses. Por fin su obra salió a la venta; se había hecho un tiraje de 2,600 ejemplares. Su versión de la Biblia fue conocida como la ‘Biblia del Oso’, por la figura de un oso, en la portada, que se muestra intentando alcanzar un panal de miel, colgado de un árbol. 2. LA TRADUCCIÓN DE LA BIBLIA a. La Base Textual Aunque la Vulgata era la Biblia de toda Europa, Casiodoro de Reina decidió no depender de ella para la traducción de la Biblia al español. En su “Amonestación al Lector” , Casiodoro de Reina escribió: “Primeramente declaramos no haber seguido en esta traducción en todo y por todo la vieja traducción latina, que está en el común uso; porque aunque su autoridad por la antigüedad sea grande, ni lo uno ni lo otro le excusan los muchos yerros que tiene, apartándose del todo innumerable veces de la verdad del texto hebreo; otras añadiendo, otras trasponiendo de uno lugar a otro; todo lo cual aunque se puede bien porfiar, no se puede negar” . Para la traducción del Antiguo Testamento, Casiodoro de Reina usó el Texto Masorético (edición de Bomberg, 1525), consultando otras versiones del Antiguo Testamento en latín, hebreo y español para confirmar el texto. Para la traducción del Nuevo Testamento, Reina usó el Texto Recibido, de Erasmo, cotejando el texto en griego de la Políglota Complutense, y algunos manuscritos más, en griego, que tenía a la mano. b. Otras Obras Consultadas Considerando que la Vulgata tenía muchos errores, Reina optó por usar la nueva traducción al latín de Sanctes Pagnino (1528), por ser considerada la mejor traducción que había en ese tiempo. Era una traducción muy literal (a partir de los idiomas originales), que facilitó el trabajo de Casiodoro de Reina. Otra obra que Casiodoro de Reina consultó fue la doble edición del Antiguo Testamento (en hebreo y español) hecha en Ferrara, en 1553, por judíos. Esta versión del Antiguo Testamento es marcada por “una intensa absorción de rasgos semánticos, sintácticos, morfológicos y fonéticos de la lengua bíblica” , que fue muy útil para Reina, como veremos posteriormente. Además de estas dos versiones principales, Casiodoro de Reina fue influenciado por tres versiones del Nuevo Testamento en español: i. La versión de Francisco de Enzina (1543), quien tradujo el Nuevo Testamento del griego, usando el texto preparado por Erasmo. ii. La versión de Juan Pérez de Pineda (1556). Esta versión es casi una copia exacta de la traducción de Enzina. Por el apuro de su trabajo, Casiodoro de Reina incorporó una gran parte de esta obra en su Biblia, especialmente las cartas de Pablo en adelante. iii. La versión de Juan de Valdés, que además del Nuevo Testamento, tenía los Salmos y Proverbios. c. La Metodología de la Traducción [1] La Traducción del Antiguo Testamento i. El deseo de Casiodoro de Reina fue ceñirse a los textos en el idioma original. Sin embargo, reconoció que consultó algunas versiones de la Biblia que influenciaron mucho su trabajo de traducción. Por ejemplo, en cuanto a la traducción del Antiguo Testamento, Casiodoro de Reina dijo: “…nos acercamos a la fuente del texto hebreo cuanto nos fuese posible, (pues sin controversia ninguna de él, es la primera autoridad), lo cual hicimos siguiendo comúnmente la traducción de Santes Pagnino, que al voto de todos los doctos en la lengua hebrea es tenida por la más pura que hasta ahora hay”. ii. En los pasajes difíciles, no se dejó influenciar por un solo texto, sino que consultó todos los textos disponibles. “En los lugares que tiene alguna dificultad por pequeña que sea, ni a esta [la versión de Santes Pagnini] ni a otra ninguna hemos dado tanta autoridad que por su sólo afirmar la siguiésemos; antes hemos tenido recurso al mismo texto hebreo, y conferidos entre sí los diversos pareceres, hemos usado de nuestra libertad de escoger lo que nos ha parecido lo más conveniente, sin obligarnos en esto a una versión más que a otra, pues siendo los pareceres diferentes, de necesidad habíamos que seguir uno solo”. Luego añade, “Y para satisfacer en este caso a todos gustos, en los lugares de más importancia añadimos en la margen las interpretaciones diversas que no pudimos poner en el texto, para que el lector tome la que mejor le pareciere, si la que nosotros hubiéramos seguido, no le contentare”. EJEMPLOS: En Gén 50:10, su texto dice, (José) “hizo llanto a su padre siete días”. Una nota en la margen dice, “Exequías, ‘honrras’ (claramente, una variante de “llanto”). En Prov 3:12, el texto de Reina dice, “Porque Jehová al que ama, y quiere, como el padre al hijo, a este castiga”. Una nota en la margen dice, “Heb. Porque al que ama Jehová, castiga, y como padre a hijo quiere, o ama”. De este modo, Casiodoro de Reina procuró hacer dos cosas: (a) Satisfacer a los lectores de la Biblia que estaban familiarizados con otras versiones de la Biblia. (b) Proveer para todos los lectores de su Biblia los datos necesarios para ayudarles a entender mejor el texto sagrado. iii. En los pasajes difíciles en el Antiguo Testamento, Casiodoro de Reina consultó la antigua versión española imprenta en Ferrara, por los judíos. Escuchemos lo que Casiodoro de Reina dijo al respecto: “De la vieja traducción española del Viejo Testamento, impresa en Ferrara, nos habemos ayudado en semejantes necesidades más que de ninguna otra que hasta ahora hayamos visto, no tanto por haber ella siempre acertado más que las otras en casos semejantes, cuanto por darnos la natural y primera significación de los vocablos hebreos, y las diferencias de los tiempos de los verbos, como están en el mismo texto, en la cual es obra digna de mayor estima (a juicio de todos los que la entienden) que cuantas hasta ahora hay; y por esta tan singular ayuda, de la cual las otras traducciones no han gozado, esperamos que la nuestra por lo menos no será inferior a ninguna de ella”, Comentando sobre la influencia de la versión de Ferrara sobre la Biblia de Reina, un estudioso observa: “…Ferrara inaugura una corriente de traducción literal que en la tradición española ha pervivido hasta nuestros días. Sus efectos pueden rastrearse no sólo en las traducciones posteriores de los judíos sefarditas, sino también en la tradición Protestante, a través de la Biblia de Casiodoro de Reina…” . “Ferrara sigue presente en la traducción de Reina, tanto en el literalismo del texto (imprime en cursiva los pronombres, artículos, conjunciones que añade para aclarar el sentido, pero que faltan en el hebreo) como en las traducciones literales que recoge en las márgenes bajo el epígrafe de Heb. Sin embargo, Reina moderniza el vocabulario, flexibiliza la sintaxis cambiando el orden hebreo de palabras por el castellano y añade otros requisitos de la lengua receptora como artículos, conjunciones, etc.” . Para evaluar hasta qué punto Casiodoro de Reina dependió de esta traducción, habría que comparar el texto del Antiguo Testamento de Ferrara con la versión de Reina. A continuación presentamos los textos de Gén 1:1-5, de ambas versiones: FERRERA REINA “En el principio crió dio [Dios] a los “En el principio crió Dios los cielos y la cielos y a la tierra, y la tierra era vana y tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y oscuridad sobre faces del vacía, y las tinieblas estaban sobre la abysmo, y espíritu de dio se movía faz del abismo, y el espíritu de Dios se sobre faces de las aguas. Y dixo el dio movía sobre la faz de las aguas. Y dixo sea luz; y fue luz. Y violo el dio a la luz Dios, Sea la luz; y fue la luz. Y vido que buena. Y apartó el dio entre la luz y Dios que la luz era buena; y apartó Dios entre la oscuridad. Y llamó el dio a la luz a la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a Dios (sic) y a la oscuridad llamó noche. la luz Día, ya las tinieblas llamó Noche; Y fue tarde y fue mañana día uno” y fue la tarde y la mañana un día” Basándonos en estos pocos versos, podemos notar que hay cierta dependencia, pero no mucha. Habría que hacer un análisis más detallado de ambas versiones para establecer el verdadero grado de dependencia de Reina sobre la traducción de Ferrara. Sin embargo, Casiodoro de Reina no fue ingenuo al usar esta versión judía del Antiguo Testamento. Él sabía que en algunos pasajes, la traducción de Ferrara estaba influenciada por sentimientos anti cristianos, dado a que alteraban las profecías mesiánicas en contra de la interpretación cristiana. iv. Fidelidad al texto original. “Con toda la diligencia que nos ha sido posible habemos procurado atarnos al texto sin quitarle ni añadirle. Quitarle, nunca ha sido menester; y así creemos que en nuestra versión no falta nada de lo que en el texto está, sino fuere por ventura alguna vez algún artículo, o alguna repetición de verbo, que si menoscabo de la enteresa del sentido se podría dejar, o si ponerlo haría notable absurdidad en la lengua española…Añadir ha sido menester muchas veces; unas por dar alguna más claridad a la fonética, que sin hacerlo quedaría dura, o del todo ininteligible; lo cual con todo esto pretendemos haber hecho con tanta templanza, que en ninguna de las versiones que hemos visto (sacada sola la española de Ferrara) haya menos añadiduras que en esta, ni más cortas las que hay, que en la nuestra, ni más diligencia en haberlas señalado todas de otra letra que la del texto común, para que el lector las conozca todas, y tenga libertad para aprovechar de ellas, si le parecieren ser a propósito, o dejarlas del todo…y seguir el hilo de su texto…”. Esta cita nos deja notar una característica de la obra de Reina. Él no sólo deseaba ser lo más fiel al texto (hebreo) posible, sino que decidió señalar todas las palabras que él había añadido para facilitar el sentido del texto original. Lo hizo, usando cursivas. La cita anterior, de Gén 1:1-5, ilustra eso. “Otras fuentes de adiciones se hallarán, mayormente en Job, e algunos Salmos, en los libros de Salomón, y comúnmente en todos los libros de los cuales no hay texto hebreo, y así mismo en el Nuevo Testamento, que son no de una palabra sola, más de muchas, y hartas veces de sentencias enteras. De estas será otro juicio que de las precedentes; porque son texto, y las pusimos a causa de la diversidad de los textos, y de otras versiones, por no defraudar de ellas a nadie, más entre tales vírgulas (cuadrados) para que se conozca; aunque en el libro de Job (si algunas hay), y en los Salmos, y libros de Salomón, las pusimos de otra letra que de la común. Aquí vemos el espíritu del hombre; su responsabilidad al traducir el texto sagrado. Queriendo ser entendible, y al mismo tiempo fiel al texto. Colocando las cosas en su lugar, en tal manera que el lector pueda tener toda la información a la mano que necesita para escuchar la Palabra de Dios. v. El uso del nombre ‘Jehová’. Casiodoro de Reina decidió retener el uso de este nombre, dado a que en el texto del Antiguo Testamento en hebreo, esta era la palabra que se usaba, y él quería ser fiel al texto hebreo, procurando minimizar las diferencias introducida al texto en español. vi. Casiodoro de Reina incorporó al texto una gran cantidad de anotaciones. Tuvo dos -propósitos al hacerlo: - Explicar palabras, frases o formas de hablar (modismos) difíciles de entender. EJEMPLO: En 1 Sam 2:12, el texto hebreo dice, “hijos de Belial”. Reina consideró que ese modismo hebreo no se entendería, así que tradujo, “hombres impíos”, pero puso una nota en la margen: “Heb. Hijos de Belial”. - Explicar otras cosas del texto que serían difíciles de entender (costumbres, etc.). Reina era consciente de que la Biblia trata temas espirituales, que muchos cristianos no entienden bien. Fue para ayudar a una mejor comprensión del sentido del texto que ofreció ciertas explicaciones en la margen. EJEMPLO: En Gen 48:14, el texto de Reina dice, “haciendo entender a sus manos” (cuando Jacob cruzó sus manos, al bendecir a los dos hijos de José). Una nota en la margen de su Biblia dice lo siguiente: “Heb. hizo entender a sus manos. q.d. no lo hizo por yerro, sino con buen entendimiento de lo que hacía”. vii. En cuanto a las expresiones hebreas, Casiodoro de Reina trató de retener el texto original, siempre en cuando se entendiera en español. Escuchemos su explicación: “…procuramos en nuestra versión toda la claridad que nos fue posible, más de tal manera que el texto quedase siempre en su entereza reteniendo todas las formas de hablar hebraicas que o conciertan con las españolas, como son por la mayor parte, o a lo menos que puedan ser fácilmente entendidas, aunque en ello pecásemos algo contra la pulidez de la lengua española, teniendo por menor mal pecar contra ella, aunque fuese en mucho, que en muy poco contra la integridad del texto. Donde hallamos el hebraísmo tan duro, que vuelto palabra por palabra en español, quedaría del todo ininteligible, pusimos en el texto el sentido de él, y porque en nada quedase defraudado el texto, y quedase libre el sentido de aquel lo entienda de otro modo, pusímoslo en el margen con esta nota ‘Heb.’ Como está en el hebreo palabra por palabra. Donde el hebraísmo no es tan oscuro, pero todavía tiene dificultad, declarámoslo en el margen como lo entendimos, con esta nota ‘q.d.’ (quiere decir)” [2] La Traducción del Nuevo Testamento El trabajo de traducir el Nuevo Testamento fue muy diferente. En primer lugar, tenía el texto en griego elaborado por Erasmo. También tenía el uso de tres versiones recientemente traducidas el español – las de Enzina, Pérez, y Valdés. La verdad es que dedicó menos tiempo a la traducción del Nuevo Testamento, teniendo como meta hacer uso de las traducciones ya elaboradas, para agilizar la obra. i. Fidelidad al texto del Nuevo Testamento Reina demostró la misma preocupación en su traducción del Nuevo Testamento. Quería ceñirse al texto sagrado en el idioma original. “En el Nuevo Testamento nos pareció ser esta diligencia más necesaria, por cuanto en los mismos textos griegos hay también esta diferencia en algunas partes, y todos parece que son de igual autoridad. Algunas veces hallamos que la vieja versión latina añade sin ninguna autoridad de texto griego, y ni aun estos quisimos dejar, por parecernos que no es fuera del propósito, y que fue posible haber tener también texto griego de no menos autoridad que los que ahora se hallan.” Seguramente sintió una lucha entre querer regirse por el texto en griego, preparado por Erasmo, y retener lo que la Vulgata u otras versiones en latín tenían. ii. El Uso de Otras Traducciones Casiodoro de Reina tuvo que traducir el Nuevo Testamento bajo mucha presión. Cuando se comenzó la impresión del Antiguo Testamento, no todo el Nuevo Testamento estaba terminado todavía. A medida que avanzaba el trabajo de la imprenta, Reina se vio cada vez más presionado por el tiempo. Los materiales que tenía a la mano para traducir eran las versiones de Enzinas, Pérez y Valdés. En algunos lugares, Casiodoro optó por copiar secciones enteras, conformándose con una ligera revisión de la traducción. El siguiente ejemplo, tomado de Apocalipsis, muestra el grado de dependencia total sobre la obra de Pérez (que a la vez, parece haber sido una copia del trabajo de Enzina). PÉREZ “Y una gran señal apareció en el cielo. Una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza estaba una corona de doce estrellas. Y estando preñada clama con dolores de parto, y sufre tormento por parir. Y fue vista otra señal en el cielo, y he aquí un gran dragón bermejo, que tenía siete cabezas, y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas” (Apo 12:1-3) REINA “Y una gran señal apareció en el cielo. Una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza estaba una corona de doce estrellas. Y estando preñada clama con dolores de parto, y sufre tormento por parir. Y fue vista otra señal en el cielo, y he aquí un gran dragón bermejo, que tenía siete cabezas, y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas” (Apo 12:1-3) Como vemos, el texto de reina es idéntico con el de Pérez. Eso confirma que Reina lo copió textualmente. El siguiente ejemplo, tomado de Efesios, muestra un menor grado de dependencia sobre el trabajo de Pérez, con ciertos toques personales en la traducción de Reina. PÉREZ “Pablo apóstol de Iesu Cristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Iesu Cristo, que estays en Efeso: Gracia sea con vosotros, y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Iesu Cristo, que nos ha bendezido con toda bendición espiritual en los bienes celestiales en Cristo. Como nos eligió en Él antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos, y irreprensibles delante de él, en caridad” (Efe 1:1-4) REINA “Pablo apóstol de Iesus el Cristo por la voluntad de Dios, a [todos] los santos que están en Efeso, fieles en el Cristo Iesus. Gracia y paz ayays de Dios Padre nuestro, y del Señor Iesus el Cristo. Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Iesus el Cristo, el cual nos ha bedicho en toda bendición espiritual en bienes celestiales en el Cristo. Como nos escogió en él antes de la fundación del mundo, ara que fuésemos santos y sin mancha delante de él en caridad” (Efe 1:1-4) d. Los Libros Apócrifos Con el fin de ganar mayor aceptación, Casiodoro de Reina ordenó los libros en su versión de la Biblia según el orden de la Vulgata, cuyo canon recién se había ratificado por el concilio de Trento. Lo que es más problemático es que también incluyó los nueve libros apócrifos, y otros tres, del canon largo, seguido por las iglesias ortodoxas 3. UNA EVALUACIÓN DE LA TRADUCCIÓN Casiodoro de Reina mismo no estaba del todo contento con su obra. Reconoce que le llevó doce años hacerlo, y que lo tuvo que hacer bajo muchas presiones. “Con todo eso, no entendemos que lo hemos alcanzado todo; porque si aun con nuestra cortedad de vista hemos visto y hallado faltas, y algunas no livianas…”. Sin embargo, afirma no haber querido corromper las Escrituras, aunque algunos lo alegen. “Los demás yerros, que siendo por una ignorancia o inadvertencia, que por la falqueza de la nturaleza puede caer aun en los más diligentes y circunspectos, y juntos con esto no son perjudiciales a la común fe, la caridad cristiana los sabe escusar y sufrir, y cuando la oportunidad se ofrece, enmendarlos con toda suavidad”. ¿Qué podemos decir del trabajo de Casiodoro de Reina? i. En primer lugar, no podemos hacer otra cosa que admirar a este hombre, por el esfuerzo que hizo por traducir la Biblia al español. Fue un servicio de amor, que bendijo a la Iglesia de Cristo. ii. Es claro que Reina tomó en serio la responsabilidad de traducir la Palabra de Dios. Las obras que él consultó, especialmente para traducir el Antiguo Testamento, señala un hombre que quiso hacer el trabajo bien. iii. La cantidad de notas que escribió en la margen de su Biblia es de gran utilidad. ¡Su Biblia parece ser una Biblia de estudio! Uno se imagina el gran valor que fue para los españoles, tener el resultado de años de estudio del texto bíblico a la mano, mientras iban leyendo la Palabra de Dios. Animamos a que se tome un tiempo para leer una copia de la versión original de Reina. Lo puede ubicar en ese sitio de internet: bdigital.sib.uc.pt/poc/arq/Monografias/LivroAntigo/UCBG-2-9-4-8/UCBG-2-9-4-8_item1/P9.html iv. La traducción del Nuevo Testamento fue hecho en apuro, y el valor de la traducción que tenemos en la versión Reina se debe, en gran medida, a otros hombres, no a Casiodoro de Reina. v. Mientras el texto del Antiguo Testamento ya estaba casi establecido, en la forma del Texto Masorético, los siguientes siglos traerían grandes cambios en el texto del Nuevo Testamento. Reina cumplió fielmente con la tarea de traducir el Nuevo Testamento al español, usando los textos en griego que tenía a la mano en el siglo 16. Hoy es necesario revisar esa traducción, no tanto por una necesidad de mejorar la traducción en sí, sino por la base textual de la cual se hizo la traducción. Conclusión Casiodoro de Reina procuró traducir la Biblia en medio de muchos conflictos. Él pudo discernir la mano siniestra de Satanás queriendo impedir la obra. En su ‘Amonestación al Lector’, él escribió las siguientes palabras: “Por ser pues este su pertinaz ingenio contra la divina palabra, estamos ciertos que no lo dejará de seguir en esta obra presente, y que cuanto ella es más necesaria a la Iglesia del Señor, tanto más él se desvelará en despertar contra ella toda suerte de enemigos – extraños y domésticos” “…habiendo hecho con toda fidelidad todo lo que habemos podido, ningún sano juicio nos reñirá por lo que nuestras fuerzas no alcanzaron. Quien lo pudiera y quisiera hacer mejor, nuestro presente trabajo no lo estorbará, antes le ayudará aun con las mismas faltas y errores que tuviere”. Unos treinta años después un hombre intentó hacer eso – mejorar la obra de Reina. Su nombre fue Cipriano de Valera. Él será el tema del siguiente estudio.
Posted on: Thu, 25 Jul 2013 16:56:04 +0000

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