LEY DE MEDIOS. ASI LO VEO YO. Con el fallo de la Corte, el día de ayer, a favor de la constitucionalidad de los dos controvertidos artículos de la Ley de Medios, se han dado hechos curiosos y que no hacen más que poner de manifiesto la profunda división de gran parte de la sociedad, y que nos hacen perder de vista el tema de fondo y realmente importante. Como si todo se resumiera a una simple pulseada en la que un día ganan unos y al siguiente ganan los otros. Creo, sinceramente, que el tema es mucho más profundo e importante de quien ganó y quien perdió hoy. La gran mayoría de los argentinos que tenemos la posibilidad de leer y escribir en las redes sociales, podemos hacerlo gracias a los beneficios que trajo consigo la implementación de la Ley 1420 de Educación Común. Ley que fue sancionada en 1884 durante la presidencia de Julio A. Roca; y que suscitó, en su tiempo, encendidos debates; tanto en el Congreso como en ámbitos académicos. Con dicha Ley se implantó la enseñanza universal, laica, gratuita y obligatoria. La cuestión religiosa, motivo de esos apasionados debates, se dejó a criterio de los padres pero fuera del horario escolar. Por supuesto, la Iglesia Católica (el Clarín de hoy) puso el grito en el cielo, pues quería seguier ostentando el privilegio de ser la única autorizada a enseñar. El que tuviera otra religión o profesara otro culto se vería obligado a asistir a establecimientos donde se le enseñaría el catolicismo como la única verdad revelada, en detrimento de las demás creencias. Por suerte nuestros antepasados no se dejaron intimidar, por las tremendas presiones y nos legaron una ley motivo de orgullo para el país, por más de cien años. Algo parecido está sucediendo hoy. Quien crea que lo de ayer fue solo un triunfo del Gobierno, se equivoca. Tanto si es pro-gobierno, como si es anti-gobierno. Lo de ayer fue un triunfo de todo el pueblo argentino, en su conjunto, sin distinción de ideologías políticas; y que las generaciones futuras nos van a agradecer un día. Porque si un pequeño matutino, como lo era Clarín en la década del setenta, llegó a transformarse con el tiempo (treinta o cuarenta años) y con prácticas no del todo claras, por no decir oscuras; pactando, apretando y transando con todos los gobiernos, (incluido este) en el inmenso poder que hoy detenta; pues no me quiero imaginar lo que pudiera ser en el futuro (treinta o cuarenta años más). Nuestros nietos van a tener el gobierno que le convenga a Clarín, el plan económico que se ajuste a sus intereses, la política exterior que mejor lo represente, etc, etc, etc. Y allí sí, será demasiado tarde, y deberemos soportar, con razón, las maldiciones de los hijos de nuestros hijos, por no haber tenido el coraje suficiente para poner freno a la bestia a tiempo, cuando era el momento.
Posted on: Wed, 30 Oct 2013 07:16:35 +0000
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