La Leyenda los Merovingios. (5) Con datos del estudio de Michael - TopicsExpress



          

La Leyenda los Merovingios. (5) Con datos del estudio de Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln, “Holy Blood, Holy Grail) Estrictamente hablando, Dagoberto no fue el +último gobernante de la dinastía Merovingia. De hecho, los monarcas Merovingios retuvieron, al menos de modo nominal, en el poder por otros tres cuartos de siglo. Nominal, sí. Muchos de estos últimos monarcas fueron extremadamente jóvenes. Débiles, peones en las manos de los mayordomos de palacio, incapaces de ejercer su autoridad o de tomar decisiones por sí mismos. Además, los últimos Merovingios se vieron envueltos en una serie de problemas de sucesión y descendencia. La principal línea Merovingia había sido depuesta con Dagoberto II. De esta forma puede considerarse que el asesinato de Dagoberto puede ser señalado como el fin de la dinastía Merovingia. Cuando Childérico III muere en 754 es una mera formalidad poner el fin dinástico. Como gobernantes de los Francos la línea Merovingia ya había estado extinta mucho antes. Conforme se filtraba el poder de manos Merovingias, este pasaba a manos de los mayordomos de palacio, un proceso que se había iniciado antes del reino de Dagoberto. Fue uno de los mayordomos de palacio, Pepino de Heristal, quien manejó la muerte de Dagoberto. Pepino de Heristal fue seguido por su hijo, el famoso Carlos Martel. A los ojos de la posteridad, Carlos Martel es una de las figuras más heroicas de la historia francesa. Existen, ciertamente, bases para esto. Bajo Carlos la invasión mora de Francia es evitada en la Batalla de Poitiers en 732 y Martel, virtud de esta victoria, fue en algún sentido considerado tanto “defensor de la fe” como “salvador del Cristianismo”. Lo curioso es que Carlos Martel, siendo el hombre fuerte que era, nunca tomó el tronó. Existía cierto temor y respeto a las prerrogativas de los Merovingios. En verdad los sucesores de Carlos, que fueron los que tomaron el trono, buscaron legitimarse contrayendo matrimonio con princesas Merovingias. Carlos Martel muere en 741. Diez años después su hijo, Pepino III, mayordomo de palacio del Rey Childérico III, se apoya en la Iglesia para su reclamo formal del trono. “¿Quién debería ser el rey?” preguntan los embajadores de Pepino al Papa. “El hombre que realmente tiene el poder o él que sigue siendo llamado rey aunque no tenga poder alguno.” Mediante el uso de su autoridad apostólica se decide en favor de Pepino y es proclamado rey de los Francos – una descarada traición del pacto celebrado por la Iglesia con Clovis, dos siglos y medio antes. De esta forma, apoyado por Roma, Pepino depone a Childérico III, que es confinado a un monasterio y para humillarlo y quitárle sus “poderes mágicos”, se le corta el cabello. Cuatro años después Childérico muere. Un año antes un documento crucial había hecho su aparición, muy convenientemente, documento que subsecuentemente alteró la historia de Occidente. Este documento fue llamado la “Donación de Constantino”. Hoy no hay ninguna duda de que era falsificado, inventado y tramado, no muy habilidosamente, dentro de la corte papal en Roma. En ese momento, no obstante, se le consideró genuino, y su influencia fue enorme. Se hablará de él como punto final de esta leyenda, que invade por momentos el mundo de la historia real.
Posted on: Wed, 25 Sep 2013 17:43:39 +0000

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