La base de las sociedades antiguas fue la violencia. La base de nuestra sociedad contemporánea es la concordia, la negación de la violencia. Habéis oído que se dijo: «Ojo por ojo y diente por diente». Pues yo os digo: «No resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra». Mateo 5, 38-39. La persona que sabe comunicarse con la gente suele ser humilde y callada. A esto se le llama la virtud de la resistencia pasiva. A esto se le llama armonía con el cielo. Lao-Tsé. Algunas personas piensan que es imposible gobernar a los demás sin recurrir a la violencia. En consecuencia, se comportan con los demás como si fueran caballos, cuando vendan sus ojos para que caminen en círculos con más obediencia. ¿De qué sirve el intelecto de una persona, si sólo vas a influirle con violencia? En todos los casos, cuando la gente emplea la violencia, deberías intentar convencerla de lo contrario. Deberías desplegar argumentos sabios y convincentes, sin apelar al mundo cotidiano, sino a su comprensión espiritual superior. Luego, cuando hayas triunfado, obtendrás la total satisfacción de su conciencia. (Tolstói, Calendario de Sabiduría 17/07)
Posted on: Wed, 17 Jul 2013 16:50:17 +0000
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