La culpa no la tiene el animal. El problema aparece cuando el dueño no es consiente de que la educación y el tamaño y la tarea asignada al animal. Todo tiene que estar acorde al lugar en que va a vivir y con qué tipo de gente. Yo tenía un ovejero alemán, que mi esposo había adiestrado para ataque y defensa. Todo fue preparado para que alternara entre la fábrica y la casona de Belgrano que estaba deshabitada. Cuando mi esposo murió, que era su dueño y por consiguiente "su perro alfa", yo era consiente que el perro "no sabía convivir con niños pequeños, ni con mucha gente entrando y saliendo de la casona, entonces aunque no sin tristeza lo derivé a la casa de un familiar en la que podrían estar bien tanto el perro como los nuevos amos. Es asi. Nosotros somos los responsables de nuestros perros, como si fuera un arma. Pena por el niño y por el destino del animal.
Posted on: Wed, 04 Sep 2013 23:14:36 +0000
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