La guerra de Sucesión: Poco antes de morir, Carlos II había - TopicsExpress



          

La guerra de Sucesión: Poco antes de morir, Carlos II había testado en favor de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV. Reconocido como Felipe V de España, la arrogancia del Rey Sol, que le proclamó también heredero de la Corona de Francia, y las ventajas concedidas a este país en el comercio americano, alarmaron a las potencias europeas. Acusado de no cumplir el tratado secreto de reparto, una vez declarado nulo el testamento de Carlos II, formaron la Gran Alianza de La Haya, que defendió la candidatura del archiduque Carlos de Austria, proclamándolo rey de España. La guerra de Sucesión, que duró casi trece años, tuvo su principal actividad en la contienda civil de España, ya que Cataluña se adhirió en 1705 a la alianza de La Haya, en virtud del pacto de Génova, reconociendo por rey al archiduque Carlos, que se comprometió a respetar la autonomía foral catalana. A Cataluña siguieron los demás reinos de la Corona de Aragón. El Archiduque había desembarcado, con el apoyo de la escuadra inglesa, en Lisboa, mientras el almirante Rooke ocupaba Gibraltar (1704). Pero los aliados, al producirse la adhesión de la Corona de Aragón a su causa, creyeron más factible una conquista del país desde Cataluña, y el Archiduque instaló su Corte en Barcelona. Castilla permaneció fiel a Felipe V, y, en la lucha, vio claramente que de su victoria dependía la conservación de su papel hegemónico en el Estado. La guerra fue variable, pues si el Archiduque logró entrar en Madrid, fue expulsado en seguida y Felipe V, después del triunfo de Almansa (1707), conquistó Aragón, Valencia y gran parte de Cataluña occidental. Las derrotas exteriores sufridas por las tropas de Luis XIV permitieron al Archiduque obtener, en 1709, una serie de victorias, y ocupar Madrid por segunda vez (1710). Una reacción castellana logró, antes de terminar el año, no solamente expulsar al Archiduque de Madrid, sino, tras las victorias de Brihuega y Villaviciosa, recuperar Aragón y Valencia, mientras los franceses invadían Cataluña y obligaban al Archiduque a encerrarse en Barcelona (1711). A partir de esta fecha, el cansancio entre los contendientes era general. Un cambio ministerial en Inglaterra, que dio el poder al partido ,tory, más conservador, y la muerte del emperador de Austria, que daba paso al Imperio a su hermano el Archiduque, con el nombre de Carlos VI, facilitaron las negociaciones de paz. Esta se firmó en Utrecht (1713) entre Francia Inglaterra, Holanda, Saboya y Prusia. Un año después se adhirieron Portugal y el propio emperador Carlos VI (paz de Radstadt). En las negociaciones, Felipe V se negó rotundamente a reconocer la autonomía de Cataluña y, ante la actitud decidida del rey, que consideró a los catalanes como rebeldes, los aliados evacuaron Barcelona para no entorpecer las negociaciones. Las Cortes de Cataluña decidieron proseguir la guerra en defensa de sus libertades, pero la resistencia de Barcelona no pudo sostenerse más de cuatro meses (11 de septiembre de 1714). Las paces de Utrecht y Radstadt consagraron el reparto del imperio español, establecido anteriormente por las potencias. Felipe V fue reconocido como rey de España y de las Indias, con la garantía de que jamás podría unir las coronas francesa y española; Carlos VI lo fue como rey de Flandes, Milán, Nápoles y Cerdeña, es decir, las posesiones europeas de la monarquía hispánica, menos Sicilia, que pasó a Saboya. Inglaterra obtuvo las plazas que había ocupado: Menorca y Gibraltar, y ciertas ventajas comerciales con América.
Posted on: Thu, 05 Sep 2013 08:15:49 +0000

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