La inmensa mayoría de nuestras melodías están formadas por solo - TopicsExpress



          

La inmensa mayoría de nuestras melodías están formadas por solo diez notas. Es Dios quien nos ha dado esta riqueza impresionante de cantos, resultando de las casi infinitas combinaciones hechas con esas diez notas, las experiencias, vivencias, intuiciones, profecías, palabras inspiradas de hermanos y hermanas de todo el mundo y de todas las épocas, expresadas a través de la música son un tesoro inmenso que todos podemos compartir. Para ello es clave entrar en la intimidad de una melodía para poder comprender y, si es posible, vivir lo que el compositor o la compositora querían expresar. Captar el sentimiento o intuición fundamentales de un canto y sus matices, a través de su melodía. Aceptar el ritmo como un regalo de Dios quiere decir, en primer lugar, aceptar cantos con toda clase de ritmos. Incluso si son nuevos para nosotros. En la creación de Dios no hay uniformidad. Si todos nuestros cantos tienen un ritmo parecido o - lo que es peor- nosotros los cantamos con un ritmo parecido, no estamos reflejando la infinita riqueza de nuestro creador y la variedad de todo lo que sale de su mano. Una de las dificultades de las personas mayores con los cantos "modernos" es su ritmo. Los cantos "de antes" se componían, en su inmensa mayoría, con blancas, negras y alguna corchea con puntillo. Actualmente se emplean muchos ritmos sincopados, se acentúan los tiempos débiles... y muchos hermanos y hermanas se "despistan" o se cierran considerándose incapaces de aprender y cantar estas "novedades". Sin embargo son una riqueza dada por el mismo Dios que inspiró otros cantos más tradicionales; si El nos da una mente abierta y un poco de paciencia podemos aprenderlos correctamente y compartir esta riqueza. En el tiempo dedicado a ensayo de cantos, que debe haber antes de una celebración y oración común, acostumbrarnos al ritmo del canto debe ser lo primero, puesto que normalmente es lo más difícil. Para ello, antes de cantar la melodía, podemos marcar el ritmo al mismo tiempo que decimos la letra. El problema no es la música, el ritmo, o el baile, el problema es la gente. Queremos echarle la culpa al ritmo cuando somos nosotros los que no vivimos en santidad, la persona muchas veces esta en diferentes estados de animo, si queres adorarle te encerras en tu habitacion y pones música de adoración, si estas alegre vas a poner la música que gustes. Si la música te incita a moverte sensualmente es por NO SOS NACIDO DE NUEVO.
Posted on: Sun, 04 Aug 2013 18:06:32 +0000

Trending Topics




© 2015