La pulga y el perro SALAMANCA. ¿Qué pretende la señora - TopicsExpress



          

La pulga y el perro SALAMANCA. ¿Qué pretende la señora Cristina Fernández viuda de Kirchner? Su idea de que Paraguay, para reintegrarse al Mercosur, debe aceptar a Venezuela es improcedente, ilegítima, indebida y, en última instancia, de una desfachatez vergonzosa. Fuimos apartados del Mercosur porque “las razones políticas pesaron más que las razones jurídicas” según explicación, también desfachatada pero al menos sincera, del presidente uruguayo, “Pepe” Mujica, y lo disfrazaron de que Paraguay había violado el principio democrático obligatorio para los países integrantes del grupo al haber destituido al entonces presidente Fernando Lugo. No sirvieron explicaciones ni mucho menos aceptaron que se actuó de acuerdo a una facultad contemplada en la Constitución Nacional. Y nos dijeron que después de las elecciones de abril, si ellas eran limpias y transparentes, podríamos regresar. Pues fueron así: limpias y transparentes. Que a algunos no nos hayan gustado los resultados es otro cantar. Pero de ser limpias, las fueron. Mucho más de lo que pudieron ser las elecciones presidenciales en la Tierra del Edén en las que los ciudadanos votaron por un muerto, un pajarito y un sucesor puesto a dedo. Las señoras Kirchner y Rousseff se han equivocado entonces y se siguen equivocando ahora. Hemos cumplido nuestros compromisos democráticos y así lo han reconocido todos quienes vinieron a Paraguay para fisgonear en nombre de organismos internacionales o de grupúsculos políticos que todavía no saben muy bien si deben saludar con el puño cerrado levantando el brazo izquierdo o el derecho. Después de este examen, que lo hemos aprobado, todos aquellos que se regocijaron con las sanciones que sufrimos, los que no escatimaron adjetivos ni frases altisonantes para ensalzar la llamada “izquierda bolivariana” (que ni es de izquierda ni tiene nada que ver con el pensamiento de Bolívar) nos deben una explicación. La sesión de pugilato en la Asamblea Nacional de Caracas porque le retiraron los micrófonos a los diputados de la oposición (conste que hoy la oposición es la mitad del país) le supera con creces a lo que pudo haber ocurrido en el Congreso paraguayo. En el nuestro se miden los resultados por el número de votos, en aquella por la cantidad de asaltos (rounds) que pueden soportar los diputados opositores. No podemos seguir permitiendo que dos señoras, movidas nada más que por su soberbia, nos sigan humillando y dictando la política que debe seguir el país. Debemos superar de una vez por todas el complejo del país “pobre y pequeño”. El tamaño no es la cualidad definitiva; es sólo un accidente. Lo que cuenta es la estrategia. Insisto en que tenemos que reclamar a la Argentina los territorios con los que se quedó después de la Guerra de la Triple Alianza, aunque la posibilidad de que los devuelva es muy remota, remotísima, pero insistamos, aunque más no sea para aguarle la fiesta a nuestros malos vecinos. Así, cada vez que enarbolen la bandera de “las Malvinas son argentinas” algún bien informado les diga: “Pero cómo ¿y ustedes no van a devolver territorios con los que se quedaron en fecha muy posterior a la ocupación de las islas por los ingleses?”. Superemos el complejo de ser pequeños. Tengamos presente que la pulga, por más pequeña que sea, es capaz de volver loco al perro más grande y feroz. Y cuando viene el polvo antipulgas se salta a otro perro hasta que vengan tiempos mejores. En el club de fútbol Barça, uno de los mejores del mundo (aunque tuvo mala racha esta semana) a Leo Messi le dicen “la pulga” por su estatura. Ello no fue barrera para que en los últimos cuatro años se llevara a su casa el “Botín de oro” al mejor jugador de Europa, dejándole masticando su rabia y frustración al apolíneo Cristiano Ronaldo al que “todos envidian porque soy rico y hermoso” (Ronaldo dixit). Pero en el campo de juego Messi es eso: una pulga capaz de enloquecer no a un perro bravo, sino a once jugadores rivales que no saben cómo contenerlo. Dicen que el país va a perder si salimos del Mercosur. ¿Pero acaso ganamos estando en él? Seguimos dependiendo del humor de los gendarmes de la frontera argentina que, no seamos ilusos, obran de acuerdo a lo que le dicen desde Buenos Aires. Recuperemos nuestra dignidad y digámosle no a doña Cristina y a la Rousseff. Por Jesús Ruiz Nestosa abc.py/edicion-impresa/opinion/la-pulga-y-el-perro-568868.html
Posted on: Mon, 10 Jun 2013 03:06:06 +0000

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