Los clavos del mal carácter Y la lengua es un fuego, un mundo de - TopicsExpress



          

Los clavos del mal carácter Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Santiago 3:6 Reflexión Esta es la historia de una mujer que tenía muy mal carácter y se dedicaba a criticar y a hablar de los demás; lo sabía, pero no se había dado cuenta cuán mala era. Para que se diera cuenta, su madre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia o hablara cosas malas de alguien, debería clavar un clavo detrás de la puerta. ¡Pronto la puerta se llenó de clavos! A medida que aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que podía controlar su genio, pues el clavar le hacia pensar sobre su mala actitud. Llegó el día en que pudo controlar su carácter y ya no tenía razón de clavar. Después de informar a su madre, ésta le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y la joven pudo finalmente anunciar a su madre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta. Era ciertamente un gran logro, pero su madre la tomó de la mano y la llevó hasta la puerta. Le dijo: - Has trabajado bien, hija mía, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia o hablas cosas malas de los demás o los juzgas a voces, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves. Tu puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero la herida permanece y el mal se propaga. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física. Ahora hace falta trabajar mucho más para que la puerta quede como nueva. Hay que reparar cada agujero y difícilmente lograrás que quede como nueva. Mis queridos hermanos y amigos, la lengua es una debilidad que tenemos tanto hombres como mujeres. Una vez que las palabras salen de nuestra boca ya no son nuestras, sino del mundo, que por lo general, las usa mal. No es suficiente dejar de usar la lengua para degradar. Lo más difícil es reparar lo que ya ha salido de nuestra boca. Todo se sana con la gracia de Dios, pero requiere mucho sacrificio y reparación. Las heridas que deja el pecado requieren como remedio la cruz. Aprende a usar tu lengua para beneficio, porque lo que sale de la boca, viene del corazón. Que Dios te bendiga en este caminar
Posted on: Fri, 05 Jul 2013 05:51:51 +0000

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