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MANUEL BELGRANO .. " LA POLITICA · " EL PARTIDO DEL CARLOTISMO.......". Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano El carlotismo fue el proyecto político para crear en el Virreinato del Río de la Plata una monarquía independiente, cuyo titular sería la infanta Carlota Joaquina de Borbón, hermana del rey Fernando VII de España, y esposa y princesa consorte del príncipe regente Juan de Portugal. El partido carlotista. Manuel Belgrano fue uno de los principales partidarios del carlotismo en Buenos Aires. No obstante, no todos en Buenos Aires lo rechazaron, el 20 de septiembre, en una carta conjunta, Manuel Belgrano, Hipólito Vieytes, Juan José Castelli, Nicolás Rodríguez Peña, Antonio Luis Beruti y Miguel Mariano de Villegas, anunciaron a la princesa Carlota Joaquina su adhesión, alegrándose que, en caso de que ésta asumiera en Buenos Aires. Principios políticos : a) "…cesaría la calidad de colonia, sucedería la ilustración, el mejoramiento y perfeccionamiento de las costumbres; se daría energía a la industria y al comercio, se extinguirían aquellas odiosas distinciones entre europeos y americanos, se acabarían las injusticias, las opresiones, la usurpación y dilapidaciones de la renta." b) Cuestionando la legitimidad de la recién jurada Junta Suprema de Sevilla –a la que se había confundido con la Junta Suprema Central próxima a formarse– agregaba el manifiesto:…no se puede ver el medio de inducir un acto de necesaria dependencia de la América Española a la Junta de Sevilla; pues la constitución no precisa a que unos Reinos se sometan a otros, como un individuo que no adquirió derechos sobre otro libre, no le somete." c) En la práctica, el grupo no tuvo una existencia formal, como partido político o logia. No obstante, desde su aparición, las autoridades españolas –comenzando por el mismo Liniers– le llamarían el "partido de la independencia". No obstante, no era exactamente la independencia lo que preconizaban, sino una mayor autonomía y la sanción de alguna constitución que mediatizara el poder del rey. Con el paso del tiempo, es seguro que sus ideas fueron evolucionando, volcándose cada vez más a la idea de independencia, ya que consideraban que el rey jamás volvería a gobernar en España. Belgrano escribiría, años más tarde, en sus Memorias: ....…"Sin que nosotros hubiéramos trabajado para ser independientes, Dios mismo nos presenta la ocasión con los sucesos de 1808 en España y en Bayona. En efecto, avívanse entonces las ideas de libertad e independencia en América, y los americanos empiezan por primera vez a hablar de sus derechos... Entonces fue que, no viendo yo un asomo de que se pensara en constituirnos y sí a los americanos prestando una obediencia injusta a unos hombres que por ningún derecho debían mandarnos, traté de buscar los auspicios de la Infanta Carlota y de formar un partido a su favor, oponiéndose a los yiros de los déspotas que celaban con el mayor anhelo para no perder sus mandos y, lo que es más, para conservar la América dependiente de la España, aunque Napoleón la dominare." d)A medida que el proyecto carlotista fue tomando cuerpo, se enemistó con el grupo de Martín de Álzaga y Francisco de Elío, que pretendía asegurar las posesiones españolas instalando Juntas de gobierno en todas las ciudades importantes. Los carlotistas consideraban a este movimiento "democrático", término que –en la imaginación de la gente de ese tiempo– estaba relacionado con el caos político y social, sobre todo por su utilización durante la Revolución francesa. También sospechaban que la intención verdadera de los juntistas era prolongar indefinidamente la preeminencia de los europeos sobre los americanos en el gobierno y en el comercio. E) La idea central de los carlotistas era establecer en el Río de la Plata una monarquía moderada –es decir, constitucional– en la que primaran los criollos sobre los españoles europeos. La diferencia no era menor: la constante –y, desde la instalación de la dinastía borbónica, creciente– preferencia del gobierno central por los europeos para todos los cargos de alguna responsabilidad en el gobierno, la Iglesia y el ejército era el principal motivo de queja de los americanos contra la administración colonial española. Y sería la más determinante para la independencia hispanoamericana.. F)Los dos puntos débiles del razonamiento de los carlotistas eran: primero, que la auténtica posibilidad de la coronación de Carlota Joaquina habría significado que el territorio del Virreinato del Río de La Plata en la práctica formase parte del Brasil, subordinando las antiguas posesiones españolas a la corte portuguesa asentada en Río de Janeiro. El otro punto débil sería por demás evidente algo más tarde: toda la esperanza de los juntistas era crear una monarquía constitucional dirigida por la Infanta Carlota Joaquina pero ella era en verdad una absolutista convencida, y no estaba dispuesta a aceptar límite alguno a su poder real, por lo cual jamás podría aceptar el proyecto político de los carlotistas. G)Los carlotistas versus los juntistas: Desde entonces, y hasta la Revolución de Mayo, se establecerían dos partidos políticos activos, y con ideas claras y en desarrollo: los carlotistas y los juntistas. Saavedra:Otros personajes importantes de Buenos Aires, no vinculados con los juntistas ni con los carlotistas, se identificaron como grupo político alrededor del militarmente poderoso Saavedra. La participación de éste en la represión de la asonada de Álzaga, en enero del año siguiente, le permitió disolver los cuerpos militares que no eran afectos a su grupo –principalmente los formados por españoles europeos– y ganar posiciones en una escalada por el poder. Llegaría a conformar un tercer partido político, con algunas ideas vagamente independentistas. No obstante, no estaba organizado como partido, no tenía ideas políticas claras ni estructura política alguna. Pero tenía el símbolo más destacado de poder: el poder militar. Otros personajes importantes de Buenos Aires, no vinculados con los juntistas ni con los carlotistas, se identificaron como grupo político alrededor del militarmente poderoso Saavedra. La participación de éste en la represión de la asonada de Álzaga, en enero del año siguiente, le permitió disolver los cuerpos militares que no eran afectos a su grupo –principalmente los formados por españoles europeos– y ganar posiciones en una escalada por el poder. Llegaría a conformar un tercer partido político, con algunas ideas vagamente independentistas. No obstante, no estaba organizado como partido, no tenía ideas políticas claras ni estructura política alguna. Pero tenía el símbolo más destacado de poder: el poder militar. h) Durante muchos meses más, Carlota Joaquina intentó varias opciones para trasladarse a Buenos Aires, que fracasaron una tras otra. El partido carlotista siguió existiendo, ajeno a las posibilidades reales de coronar a la princesa. A mediados de 1809, la Infanta lanzó una segunda serie de proclamas; esta vez tuvo alguna posibilidad de éxito. Es que había llegado al Río de la Plata un virrey nombrado por la Junta Suprema Central en reemplazo de Liniers, Baltasar Hidalgo de Cisneros. Los carlotistas intentaron que éste no fuera reconocido, y contactaron en ese sentido a los jefes militares de Buenos Aires de rechazar su autoridad. El partido carlotista siguió existiendo en Buenos Aires, pero ya no soñaba con la llegada de la Infanta. El Deán Funes siguió escribiéndole, hasta fecha tan tardía como el 15 de febrero de 1810, y en ese mismo mes escribía a un sobrino que.."No hay remedio. La España debe perderse irremediablemente, y dentro de muy poco tiempo será indispensable deliberar sobre nuestra suerte.” i)La Revolución de Mayo: La oportunidad tan esperada para la independencia llegó en mayo de 1810, con la noticia de la disolución de la Junta Central y la caída de casi toda España en manos de Napoleón. Semejante noticia causó el inicio de la Revolución de Mayo, que llevaría a la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, la mayor parte de las cuales formarían posteriormente la República Argentina. La Revolución de Mayo: el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, que decidió el final de la dominación española en el Río de la Plata.El partido carlotista jugó un papel muy activo en la Revolución, y aportó no solamente tres de los miembros de la Primera Junta de gobierno, sino también una parte importante de los cuadros revolucionarios. Aportó, también, mucha de su ideología. Belgrano, Castelli, Paso, French, Beruti y Vieytes formaron un formidable frente político, que se mantuvo muchos meses después de la Revolución, pero con el notable cambio de que debieron ceder el liderazgo a un juntista, Mariano Moreno. Como partido carlotista, en cambio, no volvieron a figurar en la historia. En cuanto a Carlota Joaquina, jugó papeles muy secundarios en la política de la década de 1810, aún cuando el príncipe regente –que asumió en esos años el trono como Juan VI de Portugal– lanzó dos invasiones a la Banda Oriental. La segunda de estas invasiones fue completamente exitosa. Últimas apariciones del carlotismo .... Durante los años siguientes, pareció que el carlotismo estaba definitivamente abandonado; la tendencia predominante en el Río de la Plata era hacia algún tipo de república, y la monarquía parecía un sistema de gobierno detestado por todos. No obstante, a partir de 1816, como consecuencia de la restauración absolutista en Europa, reaparecieron los proyectos monárquicos en las Provincias Unidas. Incluso el propio Manuel Belgrano volvió a ser el adalid del monarquismo rioplatense. Pero esta vez, la candidatura de Carlota Joaquina parecía abandonada por completo. Sólo colateralmente fue tenida en cuenta, cuando se propuso casar a alguno de los nuevos candidatos al título de Rey del Río de la Plata con alguna joven de la Casa de Braganza para emparentar al proyectado monarca con la familia real portuguesa. Carlota Joaquina pasaba –en esos proyectos– de candidata al trono a ser candidata a suegra real. j) El proyecto había fracasado principalmente por la injerencia británica, a cuyos intereses políticos y comerciales convenía el mantenimiento del statu quo, ya que el tratado Apodaca-Canning otorgaba a Gran Bretaña facilidades en el comercio con América española a cambio de la alianza con España en Europa. Mantener el statu quo era lo más conveniente para los factores de poder en juego; Gran Bretaña no deseaba que una princesa española en un hipotético reino rioplatense anulara las ventajas comerciales que ya disfrutaba o que intentase buscar ayuda de Fernando VII para reconstuir el imperio colonial español en Sudamérica, además se deseaba evitar un pleito entre Portugal (y luego, Brasil) y España por este motivo, lo cual arruinaría el comercio británico en el Atlántico sudamericano. El carlotismo, si es que alguna vez tuvo posibilidades de lograr éxito, rápidamente había devenido una quimera.
Posted on: Wed, 09 Oct 2013 04:20:44 +0000

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