MENSAJE MATUTINO DE HOY. Apocalipsis: La Gloria del Cielo (PARTE - TopicsExpress



          

MENSAJE MATUTINO DE HOY. Apocalipsis: La Gloria del Cielo (PARTE 2). APOCALISIS CAPITULO 21. El mundo tal como lo conocemos nosotros había dejado de existir. Así comienza declarando Juan en esta sección de su relato,tal como lo describe el verso 1. En otras palabras el planeta tierra ha desaparecido. Tal es lo que Juan está viendo. Por cierto, en este punto hay muchas apreciaciones diferentes. Sin embargo parece estar muy claro que la transición es definitiva. Mas aún si tenemos en cuenta lo que nos enseña también Pedro en su epístola: Pero El Día del Señor vendrá Como un ladrón.En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada. Notas al pie: 2 Pedro 3:10 sueros: quemada. Var. Quedara Al Descubierto. Es notable, que al parecer, esta descripción implicará grandes cambios físicos en el universo. Además, la idea es de una destrucción violenta y total. Hay en las frases una fuerza muy ilustrativa “los cielos pasarán con grande estruendo” (VRV), lo que puede referirse a una gran explosión, tanto por agentes internos de la humanidad misma, o externos procedentes del mismo espacio donde gravita la tierra. Dice también “los elementos ardiendo serán deshechos” (VRV), lo cual como podemos ver involucra que la tierra “y las obras que en ella hay serán quemadas.” Así que no sabemos, si los cielos nuevos y la tierra nueva se refiere a esta tierra, la cual será renovada. O, en mejor de los casos, se trata de otra totalmente distinta. Aunque personalmente, pienso que esto es lo mas acertado de afirmar. Pues, creo sin lugar a dudas que Dios hace verdaderamente las cosas nuevas. La biblia afirma que el origen de todas las cosas es espiritual. Y así, el espíritu del hombre redimido, vuelve a su casa, a su hogar celestial. Donde lo espera una dimensión acabada de perfección. A este pensamiento, le sigue otro punto sumamente interesante. Que si luego de la segunda venida de Cristo tendremos cuerpos espirituales, incorruptibles y glorificados, esto solo tiene sentido, ante el hecho de que no estamos ya confinados a un planeta, ni a casa material ninguna. Antes, podremos recorrer libremente las esferas ilimitadas del espacio creado y de la eternidad,siguiendo los pasos de nuestro amado Señor. Meditemos en esto. Como El, luego de la resurrección, subió al padre y regreso con un cuerpo glorificado pero muy especial en sus capacidades. El relato del evangelio nos dice que pasó a través de las paredes, y se presento en medio de la habitación donde estaban encerrados los discípulos por temor a los judíos. Ellos se aterrorizaron pensando que era un fantasma. Para tranquilizarlos Jesús les pide algo de comer. Y delante de sus ojos se come un pescado y un panal de miel. ¿Qué clase de cuerpo es uno que sube a la eternidad, hasta el trono del Padre, y luego baja en medio del hombre mortal y participa de sus alimentos? Esto que representa un gran problemas para un científico, no es mas que una señal de gozo para el cristiano! Solo su cuerpo resucitado y glorificado podía hacerlo. Este era el primer precedente. Un cuerpo humano transformado y glorificado por el poder de Dios. Y lo maravilloso es que la escritura afirma que el Señor Jesucristo fue el primogénito entre “muchos hermanos”. Luego le seguimos nosotros! Si por fe podemos afirmar que “Pues, como el es, así somos nosotros en este mundo”, (1 Jn 4:17). ¡Cuanto mas en la eternidad! El cielo nuevo y la tierra nueva es una clara descripción del cielo de Dios donde habitaremos los creyentes sin limitaciones físicas ni humanas. Y transformados a su imagen. Por otra parte, los nuevos cielos y la nueva tierra ya habían sido profetizados por Isaías (Is. 65:17; 66:22), pero la conexión no es con la eternidad, sino con el milenio. La consecuencia ha sido que esto ha producido confusión en muchos autores, ya que no lograron percatarse del doble plano que encierran dichas profecías. Es decir, aplicaban en la misma profecía, sucesos separados históricamente entre sí por muchos siglos. Así que no debemos confundir el milenio, que es un tiempo de gobierno de Dios en la tierra, con el establecimiento eterno de los cielos nuevos y la tierra nueva, que simplemente son manifestados ante los ojos de Juan como una realidad ya existente, como hemos visto.
Posted on: Sat, 28 Sep 2013 10:00:00 +0000

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