¡MOMENTO! MENTALIDADES MEDIOCRES - TopicsExpress



          

¡MOMENTO! MENTALIDADES MEDIOCRES Por Manuel Cortez Desde hace mucho tiempo en México existe el mito de que los conjuntos deportivos que están a la zaga de cualquier competencia, tienen la solución con el despido de quienes los manejan, por más brillantes que sean en su hoja de servicios. En el beisbol y en el futbol es más común observar estas actitudes de los dueños de los teams. Por supuesto que esta visión, es de lo más estólido que se pueda encontrar en las bifurcaciones inteligentes y de civilidad. Ni siquiera en la guerra un buen general garantiza la victoria contra el enemigo ¿y por eso dejará de dirigir al pelotón de soldados? En el beisbol, un mánager que acaba de obtener el campeonato de la liga, pudiera ser “un fracaso” en la otra liga, independientemente de los niveles. “El Paquín” Estrada, un excelente cátcher, fue un excelente dirigente que le disputó a Benjamín “Cananea” Reyes los triunfos en campeonatos dentro de la Liga Mexicana Invernal. Uno con los Tomateros de Culiacán y el otro con los Naranjeros de Hermosillo. Incluso, ambos se trajeron coronas en las competencias caribeñas, donde se concentra lo más granado de los estrategas en juegos de Latinoamérica. Sin embargo, Juan Manuel Ley no respetó esa jerarquía y al más mínimo “error” del “Paquín”, lo suplió por Alfonso “Houston” Jiménez al frente de los guindas cuando la novena daba traspiés ¿y qué ocurrió? El equipo de todas maneras no levantó vuelo. Entonces no era la cabeza la que andaba mal, sino el conjunto. Y en esa lógica ¿cuántos manejadores de enormes conocimientos y de gran experiencia, han sido “botados” del equipo que dirigen solo porque al jardinero se le escapó un fly, o al jugador de cuadro se le coló una bola en juego apretado, o el pitcher mandó la última esférica para gorrear la almohadilla y ello sirvió para que el contrario anotara la carrera del gane, o no le captaron las señales para que la jugada encomendada y tantas veces ensayada en entrenamientos, no cuajara? Es decir, si un integrante o varios, del equipo, a excepción del mánager, comete errores costosos, el que la paga es el mánager. Nada más estúpido. Se evidencia esa estupidez cuando el conjunto sigue perdiendo sin el manejador que corrieron, o no brilla, y cuando pasa la rabieta de los que dirigen el club. El paso de la Selección Mexicana de Futbol –el Tri- por el Hexagonal Final, fue un vivo ejemplo de cómo los hombres de pantalón largo que están en las confortables oficinas de los clubes y de gobierno, manejan una oncena con el propósito de seguir vendiendo la idea de que somos lo máximo en América Latina, aunque hayamos pasado de panzazo porque Estados Unidos le ganó a Panamá 3 goles a 2, cuando México perdía ante Costa Rica 2-1, casi a punto de perder la cita al mundial de Brasil. Lo que se destaca es que el conjunto tricolor poco se ha distinguido por ser una maravilla en el terreno de juego, ya fuera de los maquillajes mediáticos de Televisa y TV Azteca, aunque por la dirección técnica hayan pasado grandes hombres, brillantes por su cerebro como el argentino Ricardo Lavolpe, Hugo Sánchez, quien en su debut del 2007, empezó perdiendo ante Estados Unidos 2-0, y tampoco calificó a la selección Sub 20 en las eliminatorias rumbo a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008; Jesús Ramírez impulsó a la Sub 17 rumbo al Perú 2005; el sueco Sven-Goron Eriksson; el famoso “Vasco” Javier Aguirre, quien al frente de México sufrió una gran goleada por parte de Argentina; el popular Enrique “El Ojitos” Meza; José Manuel “Chepo” de la Torre; Víctor Manuel Vucetich y ahora Miguel “El Piojo” Herrera, son algunos dirigentes que nada le tienen que pedir a otros manejadores para contar con un equipo sobresaliente. Pero ocurre lo de siempre: al menor descuido del director técnico en turno, no nada más de las Selecciones representativas de México, sino en todos los conjuntos, de todas las ligas profesionales y amateurs, éstos son cesados. Lo malo es que los equipos siguen perdiéndose en la mediocridad. La respuesta es que debiera realizarse un esfuerzo por integrar equipos con individuos que sean capaces de jugar no nada más para sí, sino de buscar la armonía con sus compañeros, motivarse y coordinarse en la idea del triunfo, o al menos, ser competitivos. Sin recomendados en las selecciones o alcahuetes con los que se creen “estrellitas” fantoches que no hacen nada en juego de conjunto, y envían al equipo al ridículo sin antes propiciar el corte de la cabeza del técnico, como si éste tuviera la culpa de las mentalidades mediocres. Alguien con sentido del humor externó la duda de si el triunfo de Estados Unidos sobre Panamá en el que calificó México pese a haber caído ante Costa Rica, no sería un trueque por la entrega del petróleo mexicano a compañías gringas, mediante la reforma energética que impulsa Carlos Salinas a través de Enrique Peña Nieto. Por eso estamos como estamos. ¡Hasta luego o hasta nunca!
Posted on: Thu, 24 Oct 2013 22:55:22 +0000

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