Maestros, el Plan B Pablo Hiriart El gobierno federal y los - TopicsExpress



          

Maestros, el Plan B Pablo Hiriart El gobierno federal y los estatales necesitan poner en práctica un plan B ante la negativa de una minoría de maestros a regresar a clases. ¿Qué va a pasar en Oaxaca? Ahí la sección 22 del magisterio tiene paralizada la educación de más de un millón de niños, porque no quiere aceptar las leyes vigentes y actúa en consecuencia. ¿Así se va a quedar ese estado, por semanas y meses? Eso, en cualquier parte, se llama delito. Y ante ello urge un correctivo. Los maestros de la Coordinadora han vuelto a estrangular buena parte de la capital con manifestaciones que revelan su desubicado narcisismo. Ayer exigían que los recibiera el Presidente, como si sus demandas tuvieran prioridad sobre lo que ahora ocupa a buena parte del Ejecutivo federal: paliar los efectos de los temporales en estados severamente dañados. ¿A título de qué el Presidente va a suspender sus actividades urgentes, como es atender a la población damnificada que necesita auxilio, para sentarse a platicar con maestros soberbios e intolerantes? Son soberbios porque no entienden razones, y rechazan ser evaluados en sus conocimientos para medir su capacidad de estar frente a un grupo de alumnos. Son intolerantes porque han golpeado a policías que sólo intentan contener manifestaciones. Los han pateado en el piso, a pesar de no haber recibido agresión alguna de su parte. El gobierno, pues, necesita un plan B. Y ponerlo en marcha desde ahora. Si se cumpliera la ley recientemente aprobada, esos maestros paristas que están en el Distrito Federal deberían ser despedidos al acumular más de tres faltas sin justificación. El hecho de que no les guste la Ley de Servicio Profesional Docente no es motivo para que dejen a los alumnos sin clases. Deben ser despedidos. Los gobiernos estatales tienen que tomar las decisiones que a ellos les corresponde. Son ellos los que tienen que dar de baja a los maestros faltistas. En Oaxaca el problema es que la sección 22 es numerosa y es violenta. Ante ello tiene que haber alternativas. Es labor de los políticos encontrarla. Para eso querían gobernar y para eso el erario destina miles de millones de pesos a partidos y a campañas. En Chiapas el problema es de funcionalidad en el ejercicio del poder, pues parece haber dos mandos en el gobierno estatal: Velasco y Sabines. Bueno, cualquiera de los dos, o ambos, que se haga- cargo del problema Lo que no pueden hacer los gobiernos de Chiapas y Oaxaca, es abdicar de su tarea de hacer cumplir la ley. Juraron cumplirla y hacerla cumplir. Millones de niños, y millones de habitantes de la capital del país, no pueden pagar las consecuencias de su falta de imaginación o de decisión política para acordar un plan B. [email protected] Twitter: @PabloHiriart
Posted on: Thu, 26 Sep 2013 16:54:40 +0000

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