Manuel Cepeda Vargas, mente criminal, gestor y multiplicador de la - TopicsExpress



          

Manuel Cepeda Vargas, mente criminal, gestor y multiplicador de la ideología Leninista de la “combinación de todas las formas de lucha”, sicario intelectual, quien bajo la sombra clandestina de su fachada de legalidad, convenció a miles de jóvenes incautos a tomar los fusiles bajo la premisa de una supuesta lucha social, con su cátedra y discurso, segó miles de vidas y malogro el destino de un País, que hoy clama justicia. También fue bastante idóneo y eficaz en su tarea de impartir diplomacia paralela en el exterior en favor de su grupo criminal FARC. Claro que hay perros de rasas peligrosas que al pelar o exponer sus dientes evidencian su peligrosidad, no obstante es de advertir como verdad axiomática e incontrovertible, la existencia de perras desdentadas que parecen mansas e inofensivas, pero muy prolijas en la crianza de rasas peligrosas y en este orden de ideas Cepeda Vargas fue la gran perra, madre de madres, criadora de la peligrosa chanda Narcoterrorista FARC, y es con este ejemplo que antecede como explicamos de forma sencilla la estrategia de los comunistas de ostentar grupos políticos, sindicalistas y estudiantes a favor de su ideología de muerte, además como centros de reclutamiento para la militancia ideológica y militar, mientras la guerrilla narcoterrorista propiamente dicha se encarga de las zonas rurales, defendiendo sus particulares intereses. Así entonces complementan todas las formas de lucha para lograr sus fines delictivos en desmedro del interés general de los colombianos. Tenemos a una guerrilla de camuflado y fusil, haciendo daños con su aparato militar y a una guerrilla, encubierta en cuartadas de supuesta legalidad, con cerebros y mentes al servicio de la misma organización criminal, a este último grupo perteneció Manuel Cepeda Vargas, valga la aclaración en sus más altas jerarquías y como hombre de dirección y confianza de los bandidos de las FARC, en conclusión fue miembro activo y militante del grupo narcoterrorista FARC y así lo recordamos el imaginario colectivo colombiano, como un victimario, como lo que fue, un bandido. Por tal virtud se nos hace increíble pensar que resultará el Estado colombiano condenado a resarcir perjuicios por la muerte de un criminal que al no ponerse el camuflado y portar el fusil, le toco morirse de civil, sin que con esta afirmación pretendamos justificar las circunstancias ilegales de su homicidio, toda vez que la obligación de los servidores de la fuerza pública Colombiana era judicializarlo, por tal virtud no pretendemos hacer una apología del delito ni mucho menos justificar las circunstancias de su homicidio, pero tampoco podemos permitir, admitir, ni aceptar que ahora los demandantes nos presenten a Manuel Cepeda Vargas como un mártir de la patria, como el adalid de los Derechos Humanos en Colombia, como el gestor de la equidad y la justicia social en nuestro país, seria obviamente una afrenta contra las victimas de más de cuatro décadas de vejámenes y crímenes perpetrados por las FARC y deductivamente por Manuel Cepeda Vargas. Con esta misma lógica no se nos haría para nada extraño vislumbrar hacia un futuro demandas en contra del Estado colombiano por homicidios de delincuentes, asesinos y bandidos, del mismo perfil del aquí plurimencionado, personajes del tamaño de Luis Eduardo Devia Silva, alias “Raúl Reyes”, Tomas Medina Caracas, alias “el Negro Acacio”, Gonzalo Rodríguez Gacha alias “El Mexicano”, José Juvenal Velandia, alias “Iván Ríos” o el mismo Pablo Escobar Gaviria. El Juzgado Tercero penal del Circuito de Especializado de Santafé de Bogotá D.C el 16 de diciembre de 1999 profirió sentencia condenatoria en contra de Hernando Medina Camacho y de Justo Gil Zúñiga Labrador, como coautores responsables del delito de homicidio agravado de Manuel Cepeda Vargas, imponiendo la pena principal de cuarenta y tres años de prisión. (Manuel Cepeda Vargas, sujeto pasivo del delito de homicidio agravado.) Los familiares de Manuel Cepeda Vargas pueden ser “víctimas” del homicidio no justificado penalmente de su familiar victimario (siempre y cuando cumplan con el criterio de ajenidad a la confrontación armada), y todo el pueblo Colombiano es víctima directo e indirecto del accionar narcoterrorista de las FARC, somos entonces todos, víctimas de esa organización criminal y de uno de sus cuadros, comandante ideólogo y victimario: Manuel Cepeda Vargas. El genocidio de las FARC contra el pueblo colombiano es un patrimonio de dolor, sangre y lagrimas para la humanidad. Manuel Cepeda Vargas, murió en su Ley, en el círculo de violencia que gestó, promovió y creó, no era entonces ningún miembro perteneciente a las huestes celestiales, tampoco una hermanita de la caridad, quien se mete de panadero muy seguramente se untará de harina, Cepeda Vargas se metió hasta el cuello en la confrontación armada y en esta fue ultimado, como una consecuencia lógica y directa de la oposición bélica, mueren militantes de ambos lados en la confrontación, es una verdad de Perogrullo. Manuel Cepeda Vargas era un asesino y victimario de mentes y de sueños, nosotros cuarenta y tres millones de habitantes colombianos, las victimas de sus ideas, gestiones y ordenes de voz y de voto dentro de la más alta jerarquía de las FARC. No es casual ni gratuita la existencia de un frente adscrito y perteneciente a la división territorial y geográfica de las FARC, el Frente 42 Manuel Cepeda Vargas, fracción narcoterrorista que fue creada en honor y memoria de su guerrillero comandante ideólogo del mismo nombre.
Posted on: Mon, 24 Jun 2013 17:57:04 +0000

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