Meditación Tres son los personajes centrales del texto de hoy: - TopicsExpress



          

Meditación Tres son los personajes centrales del texto de hoy: Jesús, Marta y María. Jesús fue recibido en casa de Marta. Aunque el evangelista no lo menciona, hemos de suponer que otros discípulos acompañarían a Jesús y que también habrían sido recibidos. Para esa época no era costumbre que una mujer se sentara a los pies de un hombre a recibir enseñanzas. Esto sólo estaba reservado para los hombres, es decir, sólo los hombres estaban llamados al discipulado. Sin embargo, María parece que, inmediatamente llega Jesús y después del saludo de bienvenida, se queda acompañando al amigo que llegó y el que trae mensajes y enseñanzas de Dios Padre. Marta debió haber sido gratamente sorprendida por la visita no esperada ni anunciada de Jesús. Lucas no menciona la hora pero por la actitud de Marta tenemos que suponer que era cercana a la hora de comida. A tan distinguido visitante y acompañantes había que prepararle algo de comer. Quizás por eso Marta comenzó a sentirse presionada. Humanamente da coraje estar haciendo algo afanosamente y ver a alguien que en vez de “darnos la mano” se quede “echándose fresco”. Esto nos retuerce por dentro. Quizás Marta estaba juzgando a su hermana María como una inconsciente. ¿Pero y qué si fuera un escapismo de Marta haber participado de una conversación inicial en la que Jesús estuviera anunciando a sus amigos íntimos la muerte de cruz a la que iba a ser sometido en Jerusalén, hacia donde Él se dirigía? Su reacción para no escuchar lo que se estaba diciendo pudo haber sido volcarse a la cocina a preparar comida a los visitantes. Marta se convirtió en un “fosforito” haciendo oficios para atender al huésped y sus acompañantes (Lucas no lo menciona, pero recordemos que Jesús nunca andaba solo)… y María allí tirada, despreocupada, asumiendo un rol que en esa época sólo estaba permitido a los hombres: el discipulado… inmersa en la escucha de la palabra que viene del Señor, el Hijo del Hombre, el amigo íntimo de la familia. Marta no fue capaz de llamar a María para que la ayudara. Parece que estaba tan incómoda con la actitud de su hermana que prefirió recriminarle a Jesús. Una señal de confianza familiar con el Maestro. Pero Cristo amorosamente la reprende y le dice “Marta, Marta. Andas inquieta y nerviosa con tantas cosas, pero sólo una es necesaria”. Marta personifica el “hacer”, María el “ser”. Marta se agita por dar atenciones materiales a Jesús. María se centra en recibirlo, escucharlo y hacerlo sentir importante; tanto, que se abandona a sus pies. Marta se vuelca a recibir a Jesús en la casa; María lo recibe en su corazón. Marta le ofrece a Jesús cosas; María se ofrece a sí misma. Por eso Jesús le dice a Marta: “Ella ha elegido la mejor parte”. En ningún momento dice que era incorrecto lo que Marta hacía sino que era mejor la actitud de María frente al Maestro. Cabría preguntarnos, ¿Qué es más fácil o cómodo, agitarnos haciendo cosas o escuchar y dejarnos interpelar por la palabra del Señor para producir cambio en nuestro interior? La cotidianidad, los quehaceres habituales y el trajín diario nos atrapan y nos hacen actuar como Marta: recibimos a Jesús pero no lo escuchamos. El exceso de preocupaciones nos hace olvidarnos de lo fundamental. Pidámosle al Señor que nos permita encontrar el equilibrio entre el “hacer” y el “ser” para que podamos convertirnos en verdaderos discípulos de Él y como María ponernos serena y atentamente a los pies del Maestro para escucharle y convertirnos permanentemente a Él. Qué el Señor nos ayude a optar por actitudes que realmente nos lleven a ser verdaderos discípulos de Él y auténticos cristianos. ¡Qué nuestra dulce Madre y Virgen María nos ayude a descubrir siempre que sólo una cosa es importante: escuchar a su Hijo y recibirlo plenamente en nuestro corazón para ser compasivos como Él y como el Padre! Así sea.
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 21:28:16 +0000

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