Mi padre trabajó toda su vida muy duro, sacrificó muchos aspectos de su vida familiar en aras de establecer un emporio para su descendencia, él realmente creía en las bondades del sistema capitalista, sin embrago, 7 meses antes de su muerte, me confesó que entendía que toda su vida había estado errado, y en sus últimos meses de vida, se refería al sistema como el Capitalismo Salvaje. Y de forma lánguida –de alguna manera confesándose conmigo- me dijo: -Yo debí haberme retirado hace 20 años y vivir así la última etapa de mi vida más feliz. Siento que todo esta mala experiencia económica por la que he atravesado no sido más que el despertar de del sueño de un niño rico. -Estas palabras aparte de dejarme atónito, significaban la reivindicación de toda una vida en la que discutimos una y mil veces por diferentes asuntos –algunas tranquilos y otras muy enojados- era esta su particular forma de decirme que yo tenía razón ¡El Gran Hombre estaba por morir y quería saldar cuentas conmigo! Inevitablemente regresé en el tiempo justamente 20 años y reviví las escenas en las cuales hablábamos, yo le mencionaba a Fulcanelli, a Hesse y a Toffler, él me hablaba de la herencia Hegeliana en Marx, de un mundo que vio la 2 Guerra Mundial y el apogeo de la Guerra Fría, sus autores y los míos no eran del mismo bando, él no podía comprender mi mundo postmodernista y revolucionario, yo por otro lado sentía -con insensata soberbia juvenil- que el suyo era obsoleto, aún así, coincidíamos en un mismo autor: Krishnamurti, y hallábamos en él un tema en el cual coincidir y departir amenamente. Al observar este documental de Michael Moore titulado: Capitalismo, Una Historia de Amor, pienso en mi padre, en lo mucho que creyó en el sistema y lo mucho que sufrió al final, al comprender la naturaleza intrínsecamente demoníaca del Capitalismo Salvaje. youtube/watch?v=CvydwaPhvLs
Posted on: Tue, 11 Jun 2013 02:00:24 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015