Mi titánica labor de entendimiento atómico del - TopicsExpress



          

Mi titánica labor de entendimiento atómico del amor... Anhelante de que sus anteriores reflexiones pudieran representar una bola de cristal en la cual, ella pudiera por sus propios ojos ver lo que le hacía ser, lo que lo instaba a sentir. Se preguntaba cómo podía haberlo entendido antes, si eran conceptos tan confusos, de pronto recapacitó en cuando estudiaba materia y energía, fascinándose al recordar que los libros que leía eran materia, mas los conceptos que en ellos se emitían no lo eran, o cuando decidía sonar una canción, el disco que la contenía era materia, mas las poesías, las hermosas palabras, los encantadores acordes, o su distribución armónica, no lo eran, y se preguntaba ¿por qué?, acaso ¿no era el aire materia?, y hasta donde lograba entender el aire, al igual que los conceptos de sus libros, o las palabras y la música de sus canciones, eran iguales de impalpables. Ese razonamiento le condujo a plantearse una nueva perspectiva, ¿serian los sentimientos de amor materia?, ¡Debían serlo!, porque la materia poseía inercia, que no es más que la resistencia que se ofrece al cambio de posición, y... ésta podía ser activada por las fuerzas que la ponen en movimiento o por el cambio en su movimiento per se; a continuación definió el concepto masa como la cantidad de materia que se poseía, lo propio hizo con el peso, el cual resultaba ser el lastre con el que un cuerpo era atraído por la gravedad.... se distanció en sus pensamientos entristecido ante la posibilidad de ausencia de amor en estados de ingravidez, ¿no era la luna, el símbolo usado por los enamorados a través de los siglos como señal de romance?, ¡Que horror! la luna carecía de gravedad. — ¡Coño! ¿Qué hice?, — Se dijo a sí mismo, al pensar en lo terrible de la deducción que acababa de hacer. Deseó no haber pensado en esa posibilidad, pensó en los estadios sublimes con los que por siempre se había descrito la naturaleza sentimental o emotiva, pensaba en las respuestas a preguntas tan serias como ¿hasta donde me amas?, lógicamente conocía la respuesta al dedillo, conservaba su dulce sabor, ¡sí!, aun degustaba esa respuesta desde que la ofreció por primera vez.... ¡Te amo hasta el cielo y las estrellas y más allá!, Eso sería según la perspectiva que acababa de estocarle, todo lo contrario a lo que hasta ahora se había pretendido expresar, pues ir hasta el cielo y las estrellas implicaba adentrarse en la ingravidez, lo cual significaría alejarse del amor. — ¡No coño!. – Se negaba a esa absurda idea, sabía que la forma expedita de comparar el amor con cantidad era el cielo, o acaso ¿no era cierto que cuando alguien se enamoraba, se usaba el termino asfixia?, a su saber eso no era casual, él creía en la inteligencia natural de los pueblos, ahora podía afirmar que se hacía una fascinante asociación entre los sentimientos de amor con la altura, que simple, todo el mundo sabe que a mayor altura hay menos oxígeno, y de ahí era de donde había partido ese concepto. Qué hermoso resultaba poder decir sin ninguna reserva, que se estaba asfixiado, o tal vez encontrar alguna otra forma de expresar el gozo y la satisfacción de saberse en un lugar que a pesar de ser carente de oxigeno, fuera tan bello y brindara esa sensación de libertad tan exquisita, poder decir lo alucinante y esplendoroso que es el lugar donde lo llevaban sus ojos, sus palabras, los cálidos besos, y tiernas caricias o simplemente decir lo fascinante que resulta el lugar que visitaba por sus recuerdos.
Posted on: Fri, 02 Aug 2013 12:09:41 +0000

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