Montenegro: “Al deporte lo han transformado en un negocio - TopicsExpress



          

Montenegro: “Al deporte lo han transformado en un negocio asqueroso” Uno de los más grandes basquetbolistas que dio Argentina dejó su huella en Paraná. Aquel ex jugador que dejó su ciudad en plena adolescencia hoy rechaza el negocio que provoca el desarraigo del pibe talentoso. “Hay que educarlos para que se formen y no para que busquen el éxito mediante el deporte”. Frontal como pocos, reconoció que “vivimos en un país de fracasados que a su vez es muy elitista”. No hay dudas de que Hernán Montenegro fue un verdadero trasgresor, un tipo que rompió el molde y que al día de hoy se sostiene al filo de lo que para muchos hasta suena incorrecto. Aquel extraordinario basquetbolista hoy está curtido. Lo logró después de una formación a la cual no todos los mortales fueron sometidos. En la cancha y como jugador no llegó más lejos porque muchas veces sus decisiones fueron en contra a su proyección, no así contra sus ideales. Así como la gran mayoría está convencido de que se juega como se vive, Montenegro va en la dirección opuesta y hoy vive a partir de las enseñanzas que le dejó el juego. A los 16 años y sin estar del todo convencido se fue a jugar a España, tras ser contratado por el Zaragoza. Allí inició una carrera deportiva que le significó una formación personal muy amplia. Hoy, con casi 47 años, uno de los grandes talentos que dio el básquet argentino se anima a subirse a un escenario para contar sus vivencias y lograr hacer entender que en el deporte antes de formar buenos jugadores, hay que plasmar buenas personas. - A los 16 años te reclutaron para jugar en España y emigraste sin estar plenamente convencido de hacerlo. ¿Renegaste de tu talento cuando eras chico? -En sí no renegué de mi talento porque esas condiciones me llevaron a trascender. Sí renegué de la ignorancia que tenía producto de mi juventud y del desconocimiento en general que tenía cuando me fui tan joven del país. En algunos casos tuve la capacidad para afrontar correctamente situaciones complicadas lejos de mi entorno y en otras no. -¿De chico fuiste a jugar al básquet porque quisiste o porque tus viejos te llevaron? -De chico jugué al fútbol y después hice básquet porque era alto y jugaba bien. Igual, el básquet nunca fue mi pasión. Soy un tipo que las cosas no me ganan fácil el corazón. - Siempre dijiste que te marcó mucho el irte de tu ámbito siendo tan pibe. El ser alto y jugar bien te obligó a tomar un determinado camino. ¿Cómo fue aquella experiencia? -Mirá, la mejor enseñanza que le podes dejarle a tus hijos es que él mismo pueda elegir. Estoy a punto de cumplir 47 años y en mi generación te dictaban lo que tenías que hacer. No podías salirte de esas reglas. El mandato familiar existió en mi época. Esta situación con el tiempo se fue modificando porque hay una realidad, que es la que debes respetar las decisiones de tus hijos, del individuo. Mi experiencia me dice que cuando un chico abraza una actividad deportiva hay que dejarlo que fluya y que juegue. El deporte, en definitiva, es un juego y la palabra te lo dice, el pibe debe jugar. Que después se puede transformar en una profesión sí, es cierto, pero es una posibilidad entre millones. -¿Mucha gente aún se sigue preguntando cuál es el objetivo de todo esto? -El objetivo es que a través del deporte se pueda formar a las personas, al individuo, no a un deportista profesional. Nosotros vivimos en un país de fracasados que a su vez es muy elitista. Mal que duela y mal que pese es una realidad. Entonces, me parece que tiene mucho peso la palabra éxito. Permanentemente no hacemos otra cosa que inculcarle al chico que debe ser exitoso. Hay que educarlos para que se formen y no para que busquen el éxito mediante el deporte, ¿Sabes porqué? Porque sino te queda una importante generación de pibes que no llegan a ser exitosos y terminan frustrados. -¿Creés que es tan así? -En cualquier otra profesión podés recuperarte. A ver, si te interesa estudiar en las profesiones intelectuales uno puede tener esa capacidad para alcanzar tres, cuatro o cinco títulos. En cambio eso en el deporte no pasa. Vos no podes hacerte futbolista a los 15 años, jugador de básquet a los 20 y de rugby a los 25. Entonces, la frustración en el deporte es mucho más profunda. -Si es así, esa frustración no es sólo del pibe, sino de todo lo que lo rodea. -Tal cual. Esa frustración individual se traslada en el tiempo con la familia y en especial con los padres. Me ha pasado que me encontré con muchos chicos que hacen deporte porque el padre está frustrado. Y ves al papá que está “dale, jugá a la pelota, dale que vos sos bueno, dale que vos podés”... ¿Qué es lo que hace todo eso? Matar una buena parte de la creatividad del individuo. -Coincido, en nuestro país estas cosas pasan mucho. Ahora bien, ¿por qué crees que sucede? -Porque tenemos equivocada la mirada. Vos a tu hijo lo agarrás y le decís “vos tenés que ser deportista”. ¿Y a vos quién te dijo que tu hijo tiene que ser deportista? Y si tiene vocación para ser artista o algo relacionado a la ciencia. Por eso digo que como padre es muy importante sabes escuchar. Arrepentido A fines de los 90, Hernán Montenegro fue parte de la empresa HM Sports Agency, que representa a jugadores argentinos de fútbol y básquetbol en el mundo. No obstante, duró poco y entendió que su trabajo no iba acorde a sus pensamientos. -Cuando fuiste representante de jugadores en cierta manera chocaste con tu ideología. Actuaste de una manera totalmente distinta a lo que pensás del deportista. -La función del agente o representante es, justamente, cubrir todo. La problemática que te encontrás es que vos no sos el padre del chico. En sí, sos el representante, nada más y nada menos que la persona que la familia confió para que le “manejes” su futuro deportivo. Muchas veces pasa que lográs un contrato espectacular para que ese joven jugador gane fortuna en un club de Serbia. Ahora bien, el que después se va a Serbia es el pibe. Yo no voy a Serbia. El pibe es el que se va a vivir a un lugar desconocido. Yo eso lo viví en carne propia porque fui un deportista que se fue desde muy chico a jugar a Europa, sé de qué se trata. -Te diste cuenta de que este negocio no es para vos. -Claro, tal cual. Lo hice un tiempo porque estaba trabajando para una empresa. Pero después pedí el traspaso porque no me sentía cómodo. No me va que todos ganen plata a partir de que un chico se tenga que ir a un lugar que a lo mejor no quiere ir y que solo va porque le hablaron de que hay mucha plata en el medio. Tengo otras bajezas, pero no ésa. -Siendo pibe aceptaste irte a España. ¿En qué lo sufriste? -En un montón de situaciones. La ignorancia que tenía era muy grande. Yo me fui en el ’83, es decir hace 30 años atrás. Por aquel entonces se sabía poco de todo esto, muy poco. Hoy Internet te hace la vida mucho más fácil. Al menos te sirve para saber dónde vas a ir, dónde te van a llevar, a qué ciudad. Yo cuando me fui no sabía absolutamente nada. Porque en si uno se va a vivir a ese lugar, no a jugar. El deporte te ocupa un espacio ínfimo del día, serán dos horas de entrenamientos o partido. ¿Y el resto de las horas qué haces? Yo no estaba preparado. Y como yo un montón de jóvenes jugadores. Entonces, a mí me costaba mucho sentarme y tener que convencer a un padre dónde se iba a jugar su hijo. Por eso me alejé de ese puesto. Yo tenía que disfrazar algo que sabía que era muy complicado para el jugador por el simple hecho de haber firmado un contrato con un club europeo. -No solamente te apartaste de esa profesión sino que a partir de ahí iniciaste este recorrido de dar charlas. -A mí me interesa mucho plantear estos temas. Yo hablo a partir de lo que viví, no porque sí o porque tengo ganas de hablar. Vos podés compartir o no mi pensamiento, pero yo no busco que vos digas, “Montenegro tiene razón”. Lo que pretendo es que, de los diferentes pensamientos, entre todos podamos llegar a una conclusión y que esa conclusión le sirva a otro. No a mí, porque yo ya estoy pegando la vuelta de la vida. -El deporte se transformó en una actividad súper profesional y en todas las actividades hay campus de reclutamiento, se llevan a chicos de muy corta edad. ¿Estás a favor de los reclutamientos? -No, no lo estoy, si bien todo el mundo tiene derecho a vivir y ganarse el dinero como le parezca. Pasa que al deporte lo han transformado en un negocio extremadamente asqueroso. ¿Es necesario llegar hasta esto? No. Porque no deja nada. Hay un contrapunto en esto porque más que sumar esta situación resta. Y pasa esto porque no hay un organigrama o un objetivo. Si lo hubiera entonces sí estaría de acuerdo. Y lo que más necesita este país es organizarse. -Ejemplo, si hoy tu hijo tiene mucho talento y lo quieren de un club de Europa, ¿lo dejás ir? -No se lo llevan. Se lo van a llevar si el chico quiere ir. Es contra natura. Después, hay caso extremos que sí se pueden realizar. Como un traspaso que se realizó por una cuestión de necesidad. Pero en los casos donde hay cierta naturalidad para mí es insano. El jugador y su personaje Talentoso como pocos, Hernán Montenegro humanizó a un personaje reconocido en el ambiente, y así como se destacó dentro de una cancha, también lo hizo fuera de ella. Nació en Bahía Blanca el 10 de agosto de 1966. Comenzó a jugar al básquet a los 5 años, empujado por sus condiciones físicas de un pibe que a muy corta edad sobresalió por ser muy alto y espigado. No obstante, sus cualidades también y su talento se hicieron notar. Con solo 13 años debutó en Primera. Lo hizo en el Club Leandro Além. Posteriormente pasó al Club Villa Mitre, donde a partir de ahí se destacó para iniciar una carrera deportiva conocida. En 1981 con la selección Argentina juvenil jugó el Panamericano de Montevideo y 2 años después el Mundial Juvenil de España. En este certamen un reclutador español detectó sus condiciones y lo colocó en el CAI Zaragoza. Montenegro emigró a Europa con tan solo 17 años. “Me fui cuando no había Internet ni nada de lo que se parece. Estaba solo y muchas veces no entendía nada. No fue fácil para mi”, contó alguna vez. Tiempo después y tras un breve paso por Puerto Rico, un agente lo incorporó en la Universidad Estatal de Luisiana para jugar la Liga NCAA estadounidense. Allí no jugó oficialmente pero igual le sirvió para participar del Draft de 1988. Montenegro ocupó el lugar Nº 57, elegido en tercera ronda por Philadelphia Sixers. De este modo, se convirtió, junto al Gigante Jorge González (Nº 54), en el primer argentino elegido para formar parte de la NBA. En Argentina y el mundo se hizo conocido como El Loco Montenegro, apodo que nació en el Preolímpico de Portland 1992. En el partido ante el Dream Team de Estados Unidos, con Michael Jordan, Charles Barkley y Larry Bird, entre otros, Montenegro apareció con un corte de pelo extraño: se dibujó el número 22 en su nuca. Encima la rompió. El relator de la cadena NBC comentó al respecto: “Esta noche Robinson e Ewing van a soñar con El Loco veintidós”. Su carrera *Leandro N. Alem (Bahía Blanca-Argentina) *Villa Mitre (Bahía Blanca-Argentina) *Olimpo (Bahía Blanca-Argentina) *Unión (Santa Fe-Argentina) *Obras Sanitarias (Buenos Aires-Argentina) *Gigantes de Carolina (Puerto Rico) *Universidad Estatal de Luisiana (Estados Unidos) *Annabella Pavia (Italia) *Gimnasia y Esgrima (Comodoro Rivadavia-Argentina) *Estudiantes (Bahía Blanca-Argentina) *Estudiantes (Olavarría-Argentina) *Guaiqueríes de Margarita (Venezuela) *Deportivo Valle Inferior (Viedma-Argentina) *Independiente (General Pico-Argentina) *Peñarol (Mar del Plata-Argentina) *Provincial Llanquihue (Puerto Varas-Chile) *GEPU (San Luis-Argentina) *Del Progreso (General Roca-Argentina) Con firmeza A partir de tu experiencia, sos de los que piensan que el deporte debe formar personas por encima de grandes deportistas. En toda familia quieren tener en sus casas a un Messi o un Ginóbili, pero no todo el mundo puede tenerlos. En cambio, sí se puede tener a un excelente hijo, a un gran ser humano y a un gran deportista. -¿Qué significa ser un gran deportista? -Ser un gran deportista no significa ganar un Juego Olímpico, un Mundial o una medalla. Ser buen deportista es amar un juego o practicar un deporte. No importa la edad. Debes sentir que eso te hace bien porque vas a tener salud y te va a formar como persona. -En tus disertaciones contás sobre tu experiencia y hacés referencia justamente a este tema. ¿Te pasó que haya gente que te hizo saber que no está de acuerdo? -Sí, muchas veces. Yo sé que lo que digo en muchos casos no gusta. En más de una oportunidad hubo oyentes que no coincidieron con mis apreciaciones, se levantaron y se fueron. Hubo padres que se sintieron atacados, pero a su vez chicos que me confesaron que iniciaron una actividad deportiva sólo porque lo mandaban sus padres. -¿Ah, sí? -Claro, me sucedió en Rosario hace poco. Bueno, en cierta manera me alegró porque fue una manera de que el chico se despegue de esa situación. Fueron dos chicos que dijeron que jugaban a la pelota porque la mamá y el papá querían. -Eso es lo que apuntás como una consecuencia de frustración. -Correcto. Es lo que se denomina transmisión.
Posted on: Mon, 29 Jul 2013 16:10:55 +0000

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