NOTA PUBLICADA EN LA REDARTOX (RED ARGENTINA DE TOXICOLOGIA) POR LA Dra. Beatriz De Biasi, médica toxicóloga del Hospital Fernández. El texto conmemorativo del 2do. Estudio - JICA 2, del Lic. Máximo Lanzetta, que gentilmente nos reenviara la Dra. Susana García, me incentivó a escribir unas palabras, sobre todo lo que aquel estudio tuvo la capacidad de desencadenar y generar en nuestro ámbito y cuyo producido hoy sigue vigente en algunos casos y fue abandonado en otros. Sin duda y durante muchos años este valioso informe fue la mejor y más útil herramienta con que contábamos, los que iniciamos abordajes de esta problemática, a nivel asistencial e institucional. Tal como menciona el Lic. Lanzetta, su difusión no fue la que hubiera correspondido a un hecho hasta el momento sin precedentes y en forma muy especial el vinculado al Estudio epidemiológico en la población infantil de Villa Inflamable, donde participaron entre otros profesionales, nuestros colegas de la Unidad de Toxicología del Htal. De Niños “Pedro de Elizalde” (ex Casa Cuna). Ese fue durante mucho tiempo, nuestro único parámetro de estudio que nos permitió referenciar, el perfil clínico epidemiológico de la población, la prevalencia de enfermedades vinculadas, su repercusión sobre el desarrollo psicomotriz, la importancia de los factores ambientales y socio económicos determinantes, los biomarcadores elegidos y la estandarización para su utilización, etc. Muchos actores involucrados, algunos más sensibles que otros tomaron el desafío y comenzaron a desarrollar acciones dirigidas a su inclusión en las estructuras de los sistemas asistenciales de salud. Tuve la oportunidad, debido a mi especialidad de ser incluida en dichos proyectos, a partir de un pedido de la Dirección del Htal. Gral. de Agudos “Dr. Cosme Argerich” a solicitud de su en aquel entonces Director, el Dr. Donato Spaccavento de implementar desde fines del año 2003 y con los medios disponibles, un consultorio de Toxicología y Salud Ambiental. Entre los primeros estuvo el Programa de Salud Ambiental, luego Coordinación, Dirección General y actual Departamento, conformado por profesionales de diversas disciplinas, con la Dra. Silvia Ferrer como coordinadora, que formaron parte de todas y cada una de las iniciativas, convencidas de la necesidad de instalar la problemática ambiental, en las instituciones de salud. Se generó desde el Htal. Argerich, en febrero de 2004 el Primer Comité Técnico Comunitario de Salud Ambiental en la órbita de la Secretaría de Salud del GCBA (hoy Ministerio, ascendido a dicha categoría durante la gestión del Dr. Spaccavento años después, cuando fue Secretario de Salud) como organismo multidisciplinario consultivo, de información, debate y consenso, que enriquecía la comunicación horizontal con la comunidad en la que la institución asistencial estaba inmersa. Dicha experiencia participativa incluía a los profesionales implicados en la disciplina, las autoridades del Htal. Argerich, la División del Área Programática a cargo de la Dra. Teresa Batallán y a los vecinos de la misma representados por grupos de 2 vecinos por barrio ( La Boca , San Telmo, Barracas , Dock Sud ) que dio cuenta de la preocupación de los habitantes de la zona sobre la salud ambiental. Se implementó el Consultorio de Toxicología y Salud Ambiental, que fue precisamente el ámbito de mi incumbencia, al que se le asignó un lugar físico, se diseñó un modelo de Historia Clínica y diagramó un equipo de interconsultores (clínicos, pediatras, neurólogos, neumólogos, alergistas, etc.) que participaron del 1er. Curso de Salud Ambiental organizado por el Programa de Salud Ambiental. Contamos con la colaboración absolutamente desinteresada y generosa de muchas personas, pero en especial y valga nuestra gratitud permanente por ello al Dr. Alejandro Malpartida, a quien conocí primero a través de su pormenorizado Informe “La Cuenca del Río Matanza Riachuelo – Revisión de antecedentes: compuestos xenobióticos y otros polulantes de la cuenca” y más tarde personalmente. Se vinculó al proyecto con gran entusiasmo y puso a nuestra disposición su tiempo, sus conocimientos y sus recursos (diseños de georeferenciamiento, análisis de datos en un sistema informático - web maping). Tuvimos el gusto de acompañarlo en la presentación de la revisión y actualización de su valioso informe en las Primeras Jornadas en Salud Ambiental, en julio de 2006. También a la Lic. Mercedes Ghioni, designada por la Dirección del Htal. para implementar una política de participación de todos los actores y sectores en las actividades (campañas de difusión, jornadas informativas, encuentros con la comunidad, en colegios, comedores y asentamientos) quien nos incluyó y acompañó en la II Conferencia Internacional Metrópolis Saludables en noviembre de 2006 donde presentamos nuestra experiencia institucional “Buenas prácticas en salud ambiental en las metrópolis”, moderadas justamente por el Lic. Lanzetta en la Legislatura de la Ciudad. Otros profesionales del Hospital, nos ayudaron y acompañaron, más allá de la medida de sus posibilidades, especialmente la Dra. Viviana Quintela que nos generó un espacio de inclusión entre las otras especialidades médicas y las Dras. Amada Britez, Julia Piñeiro y Silvia Jakimzuk, que colaboraron siempre con el incipiente equipo de trabajo. Con una visión adelantada, para ese momento el Dr. Spaccavento propuso la creación de la Unidad de Toxicología y Evaluación de Riesgo Ambiental, en septiembre de 2006. Apoyados en la Ley CABA Nº 1939/2006 que disponía un estudio epidemiológico con enfoque de riesgo a los habitantes de los barrios aledaños al Dock Sud, encomendándose dicho estudio ( Art. 2°) al Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich”. A la mencionada ley se sumaron otras iniciativas/ informes y recomendaciones de distintos niveles de gobierno. Entre ellas se puede mencionar el fallo de la Corte Suprema de la Nación, sobre el caso “Beatriz Silvia Mendoza y otros”, en el que se determinó que se establezcan plazos perentorios para la realización de un relevamiento actualizado de impactos tóxicos ambientales, con el objeto de detectar las enfermedades y/o patologías que guardaran relación directa con la contaminación de la cuenca, para así disponer su atención médica inmediata. En el mismo sentido se pronunció la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través de la “Declaración de Emergencia Ambiental de la Cuenca Matanza Riachuelo”, en donde también se contemplaba “un completo estudio epidemiológico y toxicológico de todos los habitantes potencialmente afectados”, los Informes de la Auditoría General de la Nación y de la Defensoría del Pueblo de la Nación, en relación a la contaminación de la Cuenca Matanza- Riachuelo y al Polo Petroquímico Dock Sud , donde se hacía mención específica de la positiva tarea sanitaria que al respecto había llevado adelante el Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich”, destacándose como una propuesta concreta de abordaje del problema, en el ámbito gubernamental. Para dicho momento se habían incluido en el programa más de 200 pacientes. El mismo tenía como Objetivos Específicos 1. Detección y registro de las consultas referidas a los efectos de los factores y tendencias ambientales que afectan la salud. 2. Establecimiento de las causas de las patologías detectadas . 3. Definición del perfil epidemiológico de la población afectada y la implicancia de los riesgos ambientales en la salud . 4. Incorporación de las variables socio-culturales y de producción industrial que inciden en la salud y calidad de vida de la población . 5. Implementación de una Metodología de Investigación, basada en: - Estudios epidemiológicos - Análisis de laboratorio - Análisis de estadísticas 6. Estándares, lineamientos y recomendaciones. 7. Entrenamiento y asistencia técnica para prevenir los desafíos sanitarios y responder adecuadamente a ellos. 8. Intersectorialidad : Los programas, proyectos, planes y políticas en salud ambiental serán exitosas con el aporte de otras instituciones, que contribuirán con el sector salud en el trabajo a desarrollar. Inexplicablemente y luego de mucho tiempo de idas y venidas, observaciones, justificaciones y problemas de presupuesto, hasta la fecha nunca se implementó su creación, en ese ni en ningún otro hospital de la Ciudad de Buenos Aires. Todos los actores fueron importantes sin duda, pero hubo hechos, decisiones y voluntades personales, políticas e institucionales, que no quise dejar en el olvido. Mucho le debemos los profesionales de la salud al estudio JICA 2 y siempre estará ligado al corpus de conocimientos que permitió el diseño y la construcción de contenidos que hicieron posible instalar el tema de la Salud Ambiental en la jerarquía que le correspondía en las instituciones de salud de nuestro país, aún con su paradigma emblemático, la Cuenca Matanza-Riachuelo. Atte. Beatriz Di Biasi Médica Toxicóloga
Posted on: Tue, 20 Aug 2013 10:45:00 +0000
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