No sé si es mi noche. Ni siquiera la vuestra pelotudos de cajón - TopicsExpress



          

No sé si es mi noche. Ni siquiera la vuestra pelotudos de cajón de sastre. Eso no importa. El alma de un destinado vaga perenne en busca de respuestas. Yo no las tengo. Solo tengo esto. ALGUNAS VECES!. En casa no le esperaba nádie. Incluso el metropolitano underground. Icono de un espectro del pasado, en la estación del olvido pasaba de largo. Abría y cerraba los parpados, Su mirada se desfiguraba. Ni siquiera sabía como, pero Sordo, su gato, se había colado y como siempre también lo miraba con desdén, y cierto aire de autosuficiéncia..., o eso le parecía a Pau. El gato se mofaba de la estupidéz que lo mantenía maniatado. Absorto. Escuchando desde aquél andén el rugir de cada convoy que resquebrajaba su mente con un atormentador ruido, Una infámia. Pesadilla del atormentado. Sordo se acercó a Pau y le desgarró el alma con su mirada. Profunda. Enternecedora. Solapada entre el desdén de una pareja de solitarios. Dos caminantes sin destino. Se retorcía entre baúles de abriles denostados como un mal sueño. Seres olvidados. Retumbaba Joaquinito, "¿Quién me ha robado el mes de abril?!". Las notas hasta parecían vivas. -"¿de verdad ese puñetero gato seguía ahí?, sera cabrón"-, se preguntaba Pau. -"¿Por qué siempre viene a contarme mis olvidos?". El cansino derrotar de las agujas del reloj que había en la estación, sudoroso y lastímero, convertía cada segundo en una nueva derrota a pesar de coleccionar cruzes de hierro y medallas al valor. -"¡Que fina estupidez!., se dijo alarmandose. Se levantó como un loco. Ahora ya todo daba igual. Sordo, convencido de su influéncia pregonaba su minino instinto suavemente alrededor del escenario. Una estación olvidada. Estaban solos. Nadie les aceptaba y se sentían como párias en un tablero de juego. A Pau eso no le importaba. A Sordo mucho menos. Llegó un nuevo tren. Tampoco lo tomaron. Al cruzar la mirada lo vieron claro. Tomaron las de Villadiego y al amanecer del crepusculo todavía se mantenia la luz. Se miraron y Pau dijo: "¿Estoy paranoico o és un buen camino?". Sordo, ladeando la cabeza respondió: "Eso solo depende de la intención que tengas". Atónito, Pau miró a Sordo y le preguntó: "¡sorpresa!, ¿hablas?!". Sordo lo miró con indulencia. -"¿Acaso esperabas otra cosa?". Le respondió. Pau desgranado y sangrante le añadió: "¿Pero,desde cuando me comprendes?. Dijo Pau. Sordo le contestó, "siempre, solo que tu no me escuchas". El ruido era insoportabel. Pasó el ultimo tren. Pau y Sordo volvieron a casa andando. "Sordo se preguntaba, "¿de verdad este tipo és un ser huimano?". Pau removía sus entrañas. "¿Este gato habla, o estoy loco?". El Pera. Buenos dias y bueas noches.
Posted on: Mon, 30 Sep 2013 01:38:51 +0000

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