Noto que el café Haití decidió sacar sus mesas a la calle, (un - TopicsExpress



          

Noto que el café Haití decidió sacar sus mesas a la calle, (un gran paso para la humanidad) , hasta allí llegan las mujeres de piernas perfectas para atender a esos viejos que han decidido erotizar su café (y de paso nos brindan gratis a nosotros que no tomamos café, la posibilidad de mirar piernas) …ellos no lo ven así , ya que asumen una cierta sentimentalidad y elegancia en el proceso de la falda cortita, del diálogo cómplice con esas mujeres. Esos viejos detestan los cafés mas burdos que intuyen, son prostitución soterrada, han hecho tradición por décadas mirando con el derecho que le da la taza de café, los culos sin culpa. No es un misterio que el hombre verdaderamente no gusta de la mujer (excusándome con las valiosas excepciones), sino mas bien la ve siempre entusiasmado y deseante , como un pedazo de costillar el día del partido de su selección nacional de futbol …como dice Bertoni, a los hombres no le gustan las mujeres, en su dimensión más profunda del término , quizás a Michaux a Bretón a Bataille sí, pero a los hombres no, sólo llegan hasta el nivel mijita rica …. Los franceses tienen escuela , inventaron el cine como la nueva iglesia sentimental…son extraordinariamente cinéfilos, van al cine de forma compulsiva, es imposible no hacerse un experto en mujeres, en amor, de esa forma , aunque sea a regañadientes (la iglesia cristianizó a Europa entera a regañadientes , con imágenes, así es relativamente fácil cosechar nuevos sentimientos) , Increíble cómo se vive el cine en Francia y eso refleja hasta donde pudieron llegar en materia de mujeres sus cineastas, “quiero ser un conquistador sin esforzarme “ dice el protagonista del “Cuento de Verano” de Éric Rohmer, o en “El amor después del mediodía” del mismo cineasta el protagonista dice: “Quiero lo imposible, lo sé. No envidio a nadie. Cuando veo dos enamorados pienso menos en mí y en lo que era, que en ellos y en lo que se convertirán. Por eso me gusta la urbe. La gente pasa y desaparece, no les ves envejecer. Lo que da tanto valor a mis ojos en la calle parisina , es la presencia constante y fugitiva de esas mujeres, que seguramente no volveré a ver. Basta con que estén ahí, ajenas y conscientes de su encanto, felices de comprobar su eficacia conmigo, como la mía con ellas, por acuerdo tácito, sin necesidad de una sonrisa o una mirada. Noto su atractivo sin que me atraigan… Pero siento que mi vida pasa, y que otras pasan paralelamente a la mía, y me frustra ser ajeno a ellas, no retener a esas mujeres, aunque sea un instante en su marcha precipitada hacia algún trabajo, o hacia algún placer. Y sueño, sueño que las poseo a todas definitivamente…” La desesperación por amor ha llevado a nuestro país a crear intenciones de cinetecas, clubes de educadores sentimentales….pero la indiferencia siempre avanza y triunfa , es cosa de ver la cartelera de los cines más populares y se entenderá eso del costillar….Acaso ¿a nadie le interesa la mujer ni el amor? parece una mala broma pero es cierto ¡¡¡ en Chile casi no hay verdaderas películas de amor!!! Pero las mesas del café Haiti las sacaron a la calle.. no olvidemos eso….
Posted on: Fri, 15 Nov 2013 15:59:06 +0000

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