Nro. 41 *Se fue acercando rápidamente hasta donde yo estaba, traía en sus manos como un sobre de carta; la observé bien, tenía cierto parecido, pero no era ella, era su hermanita Betty. – ¡Espera! casi que no la encuentro, me dio esta carta especialmente para que se la entregara a ti personalmente. Ella supuso que tú vendrías a buscarla, me dijo, que te llamo varias veces y no te encontró. Aquí tienes-. Extendiendo su brazo derecho me entrego el sobre que contenía la carta. –Muchas gracias Betty, te agradezco mucho que no lo hayas olvidado. Contesté. – ah Betty, si llama Sofy, dile que igual la busque tantas veces, pero fue imposible contactarla, dile que la amo y que nunca podré olvidarla-. Termine diciendo con voz pausada quizás un poco consolado por aquella carta y el mensaje transmitido por Betty. - Se lo diré cuando llame ¡cuídate mucho! Respondió Betty. -¡Gracias de todo corazón! Los quiero mucho, ¡adiós! Terminé diciendo, luego continúe mi camino. Quise regresar caminando, tire las rosas en el camino, ya habían perdido su esplendor, su colorido, su belleza, ser marchitaron y sus pétalos comenzaban a desprenderse como si estuvieran triste igual que yo… Ahora, solo me concentraba en aquel sobre, que debía contener alguna explicación, sus palabras que me podían revivir el ánimo o por lo contrario la estocada final… (Continuará)
Posted on: Tue, 19 Nov 2013 01:29:59 +0000