"Nunca pierdas de vista tu ideal" Todo cristiano, en especial los jóvenes, está llamado a convertirse en el mejor atleta de Cristo y con Cristo, es decir, aspirar a todo aquello que no caduca, siendo testigo fiel y valiente del Evangelio Carlos Agustín Cázares, msp Hace un tiempo tuve la oportunidad de estar presente en las grabaciones de un programa de televisión que tenía por objeto ayudar a los participantes a cumplir sus sueños y expectativas. Con tiempo se hacia la selección de quienes se iban a presentar y mediante un esquema bien definido que hacia vibrar a cualquiera presentaban la historia de la persona como un verdadero ideal. Pude observar que existen muchas personas que en verdad luchan y se esfuerzan por alcanzar sus grandes anhelos, no les importa mucho lo que tengan que hacer con tal de conseguir lo que anhelan. Hay testimonios claros de hombres y mujeres que trabajan arduamente para alcanzar sus expectativas: como terminar una carrera y ser hombres de bien; buscar lo necesario para que un familiar enfermo goce del tratamiento adecuado, entre otros muy humanos que vale la pena subrayar, pero también hay muchos más que se conforman con pequeñas aspiraciones. En el programa de televisión se presentaron algunos casos de quienes “soñaban” por ganar el concurso solo para realizarse alguna operación estética, otros para ganarse un viaje, otros más para conseguir dinero. Aspiraciones que podríamos catalogar “buenas” pero que tarde o temprano se opacan y pierden su sentido. Con este tipo de programas televisivos y otros muchos, bajo el apoyo y promoción de diversas instituciones, podemos constatar que el ser humano desde siempre ha buscado satisfacer sus ideales y realizarse en ellos. Es importante, por tanto, que el joven sepa distinguir cuáles son sus aspiraciones más profundas, realice un análisis concienzudo de sus proyectos y, en determinado momento, dé prioridad a los que le hagan fundamentar firmemente su persona. No está mal que los jóvenes piensen en adquirir bienes materiales; que sueñen con conocer otros lugares; que deseen terminar una carrera profesional, pero deben reconocer que todo lo que puedan conseguir en bienes terrenos no se comparará en nada con lo que Dios nos ofrece: la vida eterna. San Pablo lo dirá claramente: “Los atletas se privan de todo; ellos para ganar una corona que se marchita; nosotros, en cambio, una que no se marchita” (1 Co 9, 25). Y así es, todo cristiano, en especial los jóvenes, está llamado a convertirse en el mejor atleta de Cristo y con Cristo, es decir, aspirar a todo aquello que no caduca, siendo testigo fiel y valiente del Evangelio. El Papa Francisco nos da un consejo muy elocuente al respecto, nos dice: “En la cultura de lo provisional, de lo relativo, muchos predican que lo importante es ‘disfrutar’ el momento, que no vale la pena comprometerse para toda la vida, hacer opciones definitivas ‘para siempre’, porque no se sabe lo que pasará mañana. Yo, en cambio, les pido que sean revolucionarios, les pido que vayan a contracorriente; sí, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional, que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, cree que ustedes no son capaces de amar verdaderamente. Yo tengo confianza en ustedes, jóvenes, y pido por ustedes. Atrévanse a ‘ir contracorriente’. Y atrévanse también a ser felices”. Por lo tanto, joven, nunca pierdas de vista tu ideal –no lo vendas al mejor postor-, ya que en él está tu proyección, y por ende tu realización. No permitas que el sincretismo de ideologías que te bombardean opaque tu libertad; sé capaz de abrir tus horizontes y discernir el camino correcto; busca siempre las herramientas que te ayuden a cumplir todas tus metas cuando éstas no estén en contra de tu dignidad. No te dejes engañar por criterios subversivos, antes bien procura vivir en el valor pues este te brindara seguridad. Se honesto contigo mismo y lucha por conseguir tus más profundas aspiraciones. No te dejes arrastras por los vicios, tú eres más fuerte que cualquiera de ellos. Nunca pierdas de vista tu ideal, fíjate en Dios y sabrás que sólo con Él encontrarás la fuerza que necesitas para conseguir todo lo que te propongas.
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 06:29:21 +0000