OTRA VEZ TÚ, NOVIEMBRE Noviembre, otra vez tú noviembre, que - TopicsExpress



          

OTRA VEZ TÚ, NOVIEMBRE Noviembre, otra vez tú noviembre, que fuiste una piedra en el camino, una brújula sin agujas, el estruendoso ruido despertador en la cómoda calidez de lo que parecía nunca cambiar. Un año hace ya que nuestra amistad se sobresaltara, que me empujaras a volver a caminar, que me propusiste a traición conocerme a mí mismo. Pero no te engañes, esto que escribo no es por ti. Tú sólo has sido el punto de inflexión, el inicio y el fin y el nuevo principio. Y ahora entiendo que no fuiste tú; que no fue tu mano la que me sumergió en el mar de perdición, ni la que me guió por senderos desconocidos. Que hacía ya tiempo que no me dedicaba tiempo para preguntarme por mí, que me había olvidado de lo bueno y de lo malo. Fui yo quien se desorientó, en la confianza del camino conocido. Esto lo escribo por ellos. Aquellos que comenzara a presentarme diciembre y que se llevara lejos octubre, porque te apresurabas en volver tras un año. Podría comenzar escribiendo “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme….”, pero no fue el lugar, fue su gente, caballeros y damas, que acogieran al peregrino en tierra extraña y acabaran por hacer de las tostadas llanuras, su hogar. ¿Quién podría ahora olvidar su nombre?. —Sí soy —respondió Sancho—, y soy quien la merece tan bien como otro cualquiera; soy quien «júntate a los buenos, y serás uno de ellos», y soy yo de aquellos «no con quien naces, sino con quien paces», y de los «quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija»[2]. Yo me he arrimado a buen señor, y ha muchos meses que ando en su compañía, y he de ser otro como él, Dios queriendo[3]; y viva él y viva yo, que ni a él le faltarán imperios que mandar, ni a mí ínsulas que gobernar” El Quijote (II.32) Y volvieron las sonrisas, y sonrieron conmigo. Entregué mi amistad y me la regresaron multiplicada. Y decidí amar, y me sentí amado. Y cuando llegó el momento de pecar, no tuvieron miedo a la penitencia. “Porque los buenos amigos han de probar a sus amigos y valerse dellos, como dijo un poeta, «usque ad aras», que quiso decir que no se habían de valer de su amistad en cosas que fuesen contra Dios. Pues si esto sintió un gentil de la amistad, ¿cuánto mejor es que lo sienta el cristiano, que sabe que por ninguna humana ha de perder la amistad divina? Y cuando el amigo tirase tanto la barra, que pusiese aparte los respetos del cielo por acudir a los de su amigo, no ha de ser por cosas ligeras y de poco momento, sino por aquellas en que vaya la honra y la vida de su amigo” El Quijote (II.33) Que curiosa la condición humana o quizás la mía propia, que a pesar de tener en alta estima a quien te acompaña, no es hasta que divisas como se separan vuestros caminos, cuando te paras y le dedicas una mirada sincera para decirle: gracias por tu amistad o más aun, gracias por ti. “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis” Mt 25:35-36 Y otra vez tú, noviembre. De nuevo con miedo, pero ahora con esperanza …
Posted on: Tue, 12 Nov 2013 13:49:16 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015