Ofenderse es una elección. Cuando nos ofendemos es porque hemos elegido ofendernos. Podemos elegir estar ofendidos, o no estarlo. La regla de oro de la ofensa: “cuando nos ofendemos, generalmente estamos equivocados”. Estamos en un error simplemente por el hecho de que nos hemos permitido caminar por esa senda. Todos se ofenden de vez en cuando, pero no debemos permanecer ofendidos. La Biblia nos dice que es imposible que no vengan las ofensas. La idea es no permanecer ofendidos. Deséchala antes de que comience a matarte. Aléjate de las personas que alimentan la ofensa. No puedes desactivar continuamente la ofensa frecuentando personas que se ofenden fácilmente. Reconoce las señales. Cuando estás enojado, herido, listo para explotar, etc. Éstas son señales de que has sido ofendido. No trates de justificarla. Identifícala. Trata con ella y perdona.
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 20:10:58 +0000