Ollanta Pilatos Quiere lavarse las manos cuando la calle se - TopicsExpress



          

Ollanta Pilatos Quiere lavarse las manos cuando la calle se indigna. Sigue el escándalo por la repartija del Congreso, con expresiones de protesta social que crecen a nivel nacional y asustan a sus protagonistas, quienes optan por hacer control de daños lavándose las manos tras contribuir a profundizar la crisis de legitimidad del sistema jurídico y, en general, de la política peruana. A los políticos que participaron en la repartija no les será sencillo sacarse el barro, ni podrán decir que no fueron advertidos de las reacciones de su vocación por repartirse la DP, TC y BCR –con un elenco que es, en conjunto, impresentable– para satisfacer sus intereses particulares, en vez de generar un consenso al servicio de la ciudadanía con profesionales que sí proyecten confianza. Peor aún, para que nada les saliera mal, todo se concretó en una votación en bloque que fue una vergüenza. Es el caso de Keiko Fujimori, quien ayer pidió –como Alan García– dejar sin efecto la votación, creyendo que nadie se dará cuenta de que ella, como jefa de su partido que votó por la repartija, es cómplice de este esperpento institucional. Y peor fue, por su posición, la lavada de manos del presidente Ollanta Humala, quien ayer pidió la renuncia del fujimorista Rolando Sousa al TC y la chakana Pilar Freitas a la DP. El problema es que pocos creen en la sinceridad de sus palabras pues él fue, junto con Keiko Fujimori, Alejandro Toledo y Lourdes Flores, responsable de la repartija de la que ahora pretende lavarse las manos fingiendo ignorancia. ¿Por qué Humala ordenó a su bancada votar por un resultado con el que hoy declara estar “insatisfecho” y “decepcionado”, recién cuando la calle le increpa con indignación justificada, a cambio de lo cual recibe una salvaje paliza policial? ¿Por qué el Presidente no habló antes de la votación por este elenco impresentable, donde el problema no solo son Sousa y Freitas sino, también, los obedientes militantes Víctor Mayorga y Cayo Galindo? ¿Y quién le ofreció la DP a Toledo sino él? ¿Por qué van a renunciar los nombrados si sus resoluciones de designación ya fueron publicadas ayer en El Peruano? ¿Y por qué van a dar marcha atrás los congresistas si ahora ellos ya están en la siguiente repartija, la de la Mesa Directiva? Con reacciones tan poco creíbles como esa, el presidente Humala proyecta un liderazgo desconcertante pues, estando metido en la repartija hasta el cogote, con Keiko Fujimori, Toledo y Flores, busca eludir su responsabilidad lavándose las manos. Todo esto ocurre en un contexto preocupante de deterioro de la política y sus actores, con caída de la aprobación presidencial y una crisis internacional aún incierta. Cuidado con el resultado final de un combo político, social y económico como este, que no pinta bien.
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 01:47:28 +0000

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