Origen conceptual del pecado[editar] Para los griegos pecado se - TopicsExpress



          

Origen conceptual del pecado[editar] Para los griegos pecado se decía hamartia: ‘fallo de la meta, no dar en el blanco’. Los escritores griegos solían utilizar la forma verbal hamartánō con respecto al lancero que erraba su blanco y, por implicación, aludía al concepto de vivir al margen de un código moral o intelectual tenido por meta ideal, debido a una actitud errónea, consciente o inconscientemente.1 En hebreo la palabra común para "pecado" es jattáʼth, que también significa “errar” en el sentido de no alcanzar una meta, camino, objetivo o blanco exacto. En Jueces 20:16 se utiliza la forma verbal jatáʼ en una frase negativa para referirse a los benjamitas como ‘personas que podían tirar piedras con honda a un cabello y no erraban’ (véase también Job 5:24). Igualmente se aplica a desviarse de métas morales, como en Proverbios 8:35,36, que dice que el que halla sabiduría piadosa halla vida, pero ‘el que no alcanza (heb. jatáʼ) la sabiduría le está haciendo violencia a su alma’, pues la lleva a la muerte. En Arameo la palabra para "pecado" es khata. El concepto religioso aún vigente de pecado como ‘delito moral’ alude a la trasgresión voluntaria o involuntaria de normas o preceptos religiosos. Dado que existen innumerables normas de este tipo, existen innúmeros pecados, a los cuales se les asigna mayor, menor o ningún castigo según las distintas creencias.2 En los estados confesionales, que tienen una "religión oficial", puede estar penado con la privación de libertad, e incluso de la vida -, y en entornos culturalmente pobres, aun en sociedades modernas, se suelen achacar los problemas o accidentes físicos a la comisión de pecados. Pecado según el cristianismo[editar] La tradición judeocristiana, cuya fuente fundamental es la Biblia, ha entendido el pecado, en términos generales, como el alejamiento del hombre de la voluntad de Dios. De acuerdo al Tanaj o Antiguo Testamento, esta voluntad está representada por la Ley (Torah), preceptos y estatutos dados por Dios al pueblo de Israel, y registrados en los libros sagrados. Aun hoy, para el judaísmo no existe un pecado genérico a manera de naturaleza subyacente en los actos de los hombres, sino solo transgresiones objetivas y concretas (no pensamientos o intenciones del corazón) que se cometen voluntariamente. En cambio, de acuerdo con el Nuevo Testamento, y la tradición del cristianismo, existe una naturaleza pecaminosa en el ser humano, heredada de la primera transgresión de Adán. Esta naturaleza pecaminosa del hombre afecta tanto sus actos como sus pensamientos, y no se puede superar con el solo esfuerzo de seguir la Ley de Dios, por lo tanto, sólo mediante la sangre de Jesucristo este pecado genérico del hombre, y las culpas individuales, son expiadas. Esta expiación se hace válida para la persona mediante la fe en Jesucristo y un renacer espiritual. Así puede vencerse esta naturaleza, y por ende, dejar de pecar.[cita requerida] Las distintas corrientes del cristianismo han elaborado de distinta forma la doctrina que sustenta esta concepción del hombre en lucha permanente contra el pecado, como naturaleza propia, y la victoria sobre él.
Posted on: Thu, 11 Jul 2013 22:19:12 +0000

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