¿PINOCHO EN LA PRESIDENCIA? Kevin Harrington-Shelton “La - TopicsExpress



          

¿PINOCHO EN LA PRESIDENCIA? Kevin Harrington-Shelton “La mentira se instaló en nuestros pueblos casi constitucionalmente. El daño ha sido incalculable y alcanza zonas muy profundas de nuestro ser. Nos movemos en la mentira con naturalidad... de ahí que la lucha contra la mentira oficial y constitucional sea el primer paso de toda tentativa seria de reforma.” “El laberinto de la soledad” --- Octavio Paz En Panamá la mentira se ha tornado norma (y no excepción) en nuestro discurso público. Ningún político pareciera inmune a éste, el mayor de los males en un humano. Pero don Ricardo Martinelli sentó cátedra cuando inició su mandato con una mentira: había prometido en campaña que no compraría un avión presidencial, pero una vez en funciones no pudo resistir extorsionar a la República de China en Taiwan, para que le financiaran uno. Con ello puso en tela de duda todo lo que posteriormente manifestara. Habiendo perdido de salida su legitimidad, ante cualquier "Martinelli dijo" que se diera durante el resto de su mandato, se contesta: "También dijo que no iba a comprar un avión -- y allí está". La mendacidad será para la historia la impronta de esta administración, particularmente si se nos vuelve a favorecer con otra tamuga de Wikileaks que recaben aquella realidad que nuestras autoridades no se atreven a divulgar a sus mandantes locales. No es imposible. En el mismo día en que el señor Martinelli fue convocado a la Casa Blanca para su tan-postergado besamanos, "coincidentalmente" se publicó uno de los Wikileaks más comprometedores -- y no en los medios panameños Panamá con la franquicia del señor Assange, sino en el Miami Herald. "Amanecerá y veremos". Huelga decir que, si bien un funcionario sólo puede hacer lo que manda la ley, en Panamá no hay ley que les autorice a mentir. Aún. Pero "en política no hay sorpresas, sino sorprendidos." Aunque nuestros amigos taiwaneses sin duda habrían preferido continuar los programas de asistencia técnica y agropecuaria con que nos vienen favoreciendo desde hace más de medio siglo, el jet facilitado a Martinelli se ha convertido en símbolo visible de un mandatario fuera de todo control. Ni siquiera sabemos a ciencia cierta cuántos viajes ha realizado. Su más reciente cuadrangular fue la semana pasada, luego que dicho aparato fuera fotografiado por El Faro en el aeropuerto de Vigo durante su vuelo a Portugal vía Becoño (Galicia), al aclarar que estaría cotizando el costo de combustibles en España. (Se desconoce si pretextó similar cazabobo, luego de que hace meses también le pillaron un fín de semana-perdido en Costa Smeralda (Sardinia) -- visitando la cueva-submarina de su carnal "Bunga-Bunga" Berlusconi.) La más responsable Primera Dama viajó a y desde Lisboa en vuelo comercial, cosa que debió haber hecho su marido, para no malgastar tanto dinero de los contribuyentes. Las encuestas que no publica la Presidencia han de reflejar que nuestro pueblo no está tan mareado nada por tantas mentiras, puesto que don Ricardo se queja reiteradamente de que nuestros medios "no divulgan las cosas buenas del gobierno." ¡Como si él no se gastara $142 mil nuestros --diariamente-- en propaganda oficial! Similar tónica permea el programa publicitario oficial: ninguna pauta dice TODA la Verdad. Y ninguno de los periodistas que participan de semejante despilfarro tienen la objetividad de siquiera cuestionar las mentiras a medias que se vierten --- "porque es de mala educación, hablar con la boca llena". En ello Martinelli encarna el espíritu de Josef Goebbels: "Miente, miente, miente, que algo quedará; cuanto mayor la mentira, más gente la creerá¨. Hay quienes opinan que la tésis del propagandista de Hitler ya se comprobó, con la "crisis" de energéticos de mayo 2013. Cuentan conocedores que la causó el mal-manejo de la exportación de electricidad desde Panamá. Esto en beneficio de los generadores extranjeros y sus socios panameños, y en detrimento de los usuarios locales y de los inversionistas que podrían generar más empleomanía aquí, en razón de una electricidad más barata. Luce que, para evitarle a los accionistas italianos de la hidroeléctrica La Fortuna las consecuencias de contratos de exportación a un precio mal-calculado (en función de lo impredecible del régimen de lluvias chiricano), se redujo su embalse a principios de la estación seca, por una razón muy fácil de entender. Cumplir las entregas pactadas habría involucrado comprar electricidad generada por petróleo, la que saldría mucho más cara. Los números exactos son un secreto de estado, pero si Fortuna se hubiera comprometido a exportar a 7 centavos y comprar electricidad térmica para cumplirlo les costara 10 centavos, en esta venta a pérdida, los italianos habrían perdido una fortuna. Para evitarles esa pérdida, Martinelli permitió que peligrara nuestra seguridad energética. Demorada este año la entrada normal del invierno, se aproximaba la quiebra del fondo del subsidio estatal a la electricidad. Pero, en vez de responsabilizar a los italianos por sus propios errores en la más ortodoxa doctrina del libre mercado, Martinelli optó por sacrificar a su pueblo. Mediante una intensa campaña publicitaria se creó la sensación de "crisis" (sin que nuestro periodismo investigativo la cuestionara), para hacer más aceptable que el panameño pagara el pato. El 6, 7 y 8 de mayo se cerraron las escuelas para reducir la demanda, el sector privado incurrió en enormes erogaciones al operar sus plantas de emergencia durante varias semanas, y el comercio sufrió del bajón de ventas que inevitablemente acompaña toda incertidumbre en el consumidor. El pueblo que pagó tales consecuencias tiene derecho a saber qué pasó --- y el no decirselo, también es mentir. Por eso es que ayer, cuando el Presidente promulgó la posibilidad de vender las acciones gubernamentales en las empresas-mixtas, nadie se creyó la versión-oficial de que no piensa venderlas durante esta administración. Ningún panameño es tan turro, como para creer que, con los intereses bancarios al 1% y 2%, los capitalistas-salvajes del entorno presidencial no preferirían invertir en servicios públicos monopólicos que rentan 5% y 6% a largo plazo. Y, comoquiera que Martinelli es alérgico a la rendición de cuentas, sobre dicha "crisis de energéticos" sólo soltó prenda de que, quien autorizó disminuir los embalses en pleno verano -- "ya no está allí". Pero en mayo 2014 se sabrá toda la Verdad sobre Quién avaló los contratos de La Fortuna, una empresa-mixta que (por ahora) cuenta con capital estatal. Quienes comemos 3 veces al día tenemos una obligación hacia quienes no comen, y la mejor forma de cumplirla es presionar porun estado de derecho que funcione como debe -- con la Verdad en la mano.
Posted on: Thu, 08 Aug 2013 18:47:31 +0000

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