Pasamos ahora el QUINTO PASO de la terapia, amigos míos. Éste - TopicsExpress



          

Pasamos ahora el QUINTO PASO de la terapia, amigos míos. Éste trata de: Aprender a detectar y eliminar los pensamientos anticipatorios-pesimistas. (Información repetida para los nuevos, aunque está actualizada). El mejor aliado de la ansiedad: Pensamientos anticipatorios-pesimistas Un pensamiento anticipatorio-pesimista, es aquel que se inclina a ver desfavorablemente el futuro. Algo típico de las personas ansiosas, es que cuando se enteran de que tienen un trastorno de ansiedad, y que la ansiedad produce síntomas físicos, como dolores de cabeza, entonces empiezan a decir: ; en vez de decir: . Y si alguien les cuenta que a causa de la ansiedad esa persona sufría fuertes mareos, empiezan a pensar: ; en vez de decir: . Si usted sufre de ansiedad, y piensa con mediocridad, anticipándose al futuro, de seguro así jamás saldrá de su problema. Los pensamientos anticipatorios, pienso yo, según mi experiencia, son los que más complican un trastorno de ansiedad. Éstos encierran a la persona en un mundo lóbrego y funesto del cual es difícil salir, y no le dejan pensar en otra cosa, sino sólo en que algo malo le va a suceder. Por eso me aventuro a decir que, mientras una persona tenga este tipo de pensamientos, no podrá salir de su problema de ansiedad. De hecho, yo mismo no empecé a sentir una mejoría, sino hasta que aprendí a detectar los pensamientos anticipatorios, y los empecé a eliminar; porque éstos, los pensamientos anticipatorios, por lo general son pesimistas y catastróficos. Un buen ejemplo de los pensamientos anticipatorios-pesimistas, es cuando el individuo empieza a pensar que todo va a empeorar, que dentro de poco estará en la clínica padeciendo algo más grave, que en cualquier momento se va a volver loco, que de un momento a otro va a dejar de respirar, entre otros. Es común que el ansioso tenga este tipo de pensamientos; pero teniéndolos, no creo que alguien pueda salir de su problema de ansiedad; porque éstos alimentan el miedo, y por ende se agrava también la ansiedad, trayendo como consecuencia que los síntomas se vuelvan más intensos y frecuentes. Mirando la ansiead desde un lado Siendo que los pensamientos anticipatorios-pesimistas son el factor más desfavorable en la ansiedad, es esencial que la persona los aprenda a detectar, y aprenda a saber diferenciarlos de los pensamientos normales. Cuando alguien se encuentra asediado por la ansiedad, seguramente la ansiedad va pretender pensar por él, introduciendo en su mente pensamientos pesimistas del futuro; y susodicha persona, como está totalmente cercada por esos funestos pensamientos, no puede ver la luz ni hallar la salida, y cada vez se va hundiendo más en esos pensamientos. Es como si esa persona estuviese dentro de un castillo techado y sin ventanas, recibiendo el impacto de los ataques de su enemigo. ¿Cómo podría ver el tal cuando vengan las bombas del enemigo? ¿Cómo podría saber qué estrategia usa su enemigo para atacarle? No podría saberlo, puesto que su vista está impedida. Pero imagine que esa persona a medianoche, mientras el enemigo duerme, sale del castillo y acampa en una montaña alta que está junto al castillo; y a la mañana siguiente el enemigo empieza a atacar el castillo nuevamente, no sabiendo que su adversario lo mira claramente desde una alta montaña. ¿No cree usted que al regresar aquél a su castillo, sabrá dónde colocar sus cañones, dónde abrir las ventanas, y cómo esquivar los ataques de su enemigo, por haber conocido las estrategias y la forma de atacar de éste? Pues bien, ese castillo es su propia mente; el que habita en el castillo es usted mismo; el enemigo que lo ataca es la ansiedad; y las bombas que éste lanza son los pensamientos anticipatorios-pesimistas. Ahora vamos más allá. Imagine que después de vivir esta historia paralela en primera persona, usted pasa a ser una simple ficha de juego, y al mismo tiempo quien controla y mueve esa ficha; y la ficha del enemigo es movida por la ansiedad. Juzgue por usted mismo: ¿Quién tendría más probabilidades de ganar el juego, después de saber usted de qué manera juega su adversario? Sin duda alguna, usted ya tendría el juego ganado. ¡Eso es precisamente lo que debe hacer! Empezar a ver su propio castillo desde un lado, para ver qué necesita para ser más fuerte. Pero si no sale de allí, el enemigo le tendrá completamente asesiado y atrapado. Por lo tanto, no es lo mismo mirar la ansiedad desde adentro que desde afuera; mirando el problema desde afuera ella es más distinguible, y usted menos vulnerable. ¿Cómo detectar y eliminar los pensamientos anticipatorios-pesimistas? Para lograr esto, sería excelente que usted recordara cómo pensaba antes, y lo comparara con su forma de pensar actual. Antes de estallar el problema de ansiedad, ¿se la pasaba pensando que le iba a suceder todo lo malo? Pienso que es muy poco probable. ¿Se la pasaba pensando que en cualquier momento le podía dar un infarto? No, ¿verdad? ¿Se la pasaba pensando que se podía volver loco, que iba a dejar de respirar de un momento a otro, o que enfermaría de muerte e iría a parar al hospital? No lo creo. Pues una de las características de los pensamientos anticipatorios-pesimistas es que muy probablemente son nuevos en su mente; antes no estaban allí. Si un pastor tiene un rebaño de cien ovejas, y levantándose un día, consigue cinco cabras entre las ovejas de su rebaño, ¿no sabría diferenciar entre sus ovejas y las cabras que no son de él? Y al darse cuenta, ¿no sacaría las cabras del rebaño, apartándolas de sus ovejas? Así usted puede saber también cuáles pensamientos tenía antes su mente y cuáles no, cuáles son suyos y cuáles de la ansiedad, y echar fuera los anticipatorios-pesimistas. Toda imagen mental pésima, es producida por la ansiedad. Pero lo que se debe hacer en este caso es cambiar esos pensamientos por unos de bienestar. Cuando aparezca un pensamiento de muerte o de empeoramiento, ¡reaccione! Sepa que es un ataque de la ansiedad; usted debe responder inmediatamente con no creerlo, y sustituyéndolo por uno bueno. No permita que este tipo de pensamientos haga nido en su mente; porque si usted les da paso, lo van a sofocar más, y a ahogar en un vaso de agua. Yo mismo me ponía a pensar que todo iba a empeorar, y me hacía imágenes mentales en las que me veía a mí mismo acostado en la sala de una clínica, padeciendo una enfermedad muy grave. Y me hacía preguntas como: ¿Y si todo empeora? ¿Y si no mejoro nunca? ¿Y si pierdo el control y me vuelvo loco. Esto lo que hacía era producirme terror, y tales pensamientos resultaban siempre en un ataque de pánico. Hasta que un día, mientras meditaba algunas cosas, me dije: . Por ahí empezó todo. Empecé a entender que de nada me servía estar adelantándome al futuro, y que el hecho de que yo imaginase que podía pasarme lo peor, no significaba que así sería. Porque el miedo sólo es miedo, y no puede trascender a más de eso. El hecho de que piense que le va a suceder lo peor, no quiere decir que así vaya a ser; no obstante, esto sí afecta negativamente la ansiedad, porque alimenta el miedo y la angustia. Además decía yo: . Me di cuenta que antes no pensaba así, y me decía: . Entonces di el otro paso, que es aprender a detectar los pensamientos anticipatorios-pesimistas, porque aprendí a mirar el problema desde un lado y no sólo desde adentro. A partir de ese entonces, cada vez que me detenía a pensar en que había de pasar lo peor, reaccionaba rápido, y decía: . De manera que cortaba rápido con aquel pensamiento, y empezaba a responder cosas como: . Y empezaba a hacerme imágenes mentales donde me veía feliz, con una familia, completamente sano, y sirviendo a Dios. Esto es determinante: En vez de ponerse a pensar que todo va a empeorar, debe empezar a verse e imaginarse sano, lo cual hará que los pensamientos catastróficos se reviertan. Porque si los pensamientos anticipatorios-pesimistas le producen angustia y miedo y alimentan la ansiedad, ¿qué cree que harán los pensamientos optimistas? Le traerán calma y tranquilidad. Luego que hube aprendido a detectar esos pensamientos intrusos, aprendí a cambiar mi manera de pensar en ese preciso momento. Cambiaba yo los pensamientos pesimistas por pensamientos optimistas, tales como: ; ; ; ; . Esto fue muy eficaz y determinante para curar mi ansiedad. ¡Dejé de creerle a la ansiedad! ¡Dejé de creerle a los miedos y a los pensamientos anticipatorios-pesimistas! Entonces mi mente fue volviendo a la normalidad poco a poco, hasta que mi manera de pensar llegó a ser totalmente distinta y esclarecida. Mi estimado amigo que me lee, si usted ha estado teniendo pensamientos anticipatorios-pesimistas, permítame decirle que la ansiedad lo ha estado engañando todo ese tiempo; todo ha sido una farsa. No le crea a la ansiedad. No se adelante al futuro con pensamientos malos, pues usted no sabe si mañana mismo queda libre de ansiedad para siempre. Vamos, amigos, ¡a practicar! Yo sé que ustedes pueden hacerlo. Tengan ánimo. Dentro de poco sé que más de uno me dirá que se siente mucho mejor, por haber puesto esto en práctica. Un abrazo a todos. Dios les bendiga. Dionan Marval.
Posted on: Sat, 19 Oct 2013 18:14:10 +0000

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