Pasillos... Hay lugares, dónde la luz ilumina casi por completo nuestros pasos, como dicen quienes han estado cerca de la muerte, una luz al final del pasillo. Nos ha costado tanto trabajo caminar por un pasillo tan iluminado, que incluso, cegados estamos. El pasillo deja de convertirse en un lugar por el cual transitar, para convertirse en EL lugar del transitar. Cómo nos han hecho daño, aun así, mantenemos nuestra irresponsabilidad, por apagar la luz, cerrar las cortinas para opacar la fuente. Un pasillo, se convierte en una carcel de luces, menospreciados por no ser luminosos, apagador por dentro al deslumbrantemente castigar nuestros ojos. Aun vivimos en edificios llenos de pasillos, sin saber, que la casa, es el mejor lugar para el castigo y el peor lugar para caminar. Aun cantamos hacia la luz, ahí, donde no hay una gota de oscuridad. El ciego vive en oscuridad, por sentir el calor de los cuerpos; cuando le es ajeno ese calor, solo las texturas valiosas de una sociedad banal, a calla la falta de luz. El "normal" vive por la luz, para ya no sentir los cuerpos, calientes están, y valuan los sentidos para excusar su bienestar. El ciego no cega su cuerpo, el normal, a como le gusta repetir lo que percibe, diciendo que está bien o mal.
Posted on: Mon, 29 Jul 2013 18:55:28 +0000
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