Pero un día, no sabemos si cercano o lejano, te revolcarás en tu la miseria que tú mismo creaste. Tratarás de correr, pero el cálido eco de la voz del pueblo que te mira de frente y furioso te hará caer y pedir piedad: no habrá para ti. Morirás en las manos de la justicia popular. Los hambrientos te harán pedir comida, los enfermos te obligarán a probar medicamentos de mala calidad, los que no pudieron estudiar te forzarán a trabajar desde tu infancia, los trabajadores explotados te mirarán con desdén y odio. Y al final del día, el pueblo cantará un Hijo del pueblo tras el cuerpo inerte de tu codicia, autoritarismo y falsa democracia.
Posted on: Wed, 16 Oct 2013 04:54:03 +0000
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