Petróleo tipo O negativa. Henry Castro 130701 Resulta casi - TopicsExpress



          

Petróleo tipo O negativa. Henry Castro 130701 Resulta casi imposible, describir en mil palabras, como pretende la prensa estándar, la cuestión petrolera de Mexico, en lo referente a la última reforma de Peña Nieto, suscrita por las diversas corrientes del priato. En un acuerdo que han llamado, para imitar formalmente a la metrópoli, pacto de Mexico. Como el Pacto de la Moncloa. Tal síntesis es imposible, mas aquí se intenta. En 1988, cuando Cárdenas andaba en campaña por la presidencia, se le entrego en Tijuana, un documento sobre la reforma petrolera. En él, se hacia un diagnostico histórico del recurso y de los males que le aquejaban en ese entonces al sector. La síntesis del diagnostico seria, retraso tecnológico, saqueo de recursos, corrupción profunda en la gestión administrativa y financiera. Surrealismo en el manejo de los capitales. Saqueo, monopolios, robo descarado del sindicato, a la nación. La propuesta de corrección, consistía, primero, en romper el monopolio de estado, atendiendo el llamado de los socialistas italianos y de los últimos gritos de Gorvachov, por salvar el socialismo soviético. Proponiendo que, sin privatizar absolutamente nada de Pemex, este se fraccionara verticalmente en varias empresas según los diversos renglones productivos desde la exploración y perforación, hasta la criogénica, pasando por la transportación, la refinación y finalmente la comercialización. Horizontalmente, se proponía, que Pemex se convirtiera en empresas estatales, en aquellos estados de vocación petrolera, fuera porque contuvieran yacimientos, sean por que contaran ya con infraestructura de procesamiento. El pronóstico del tratamiento era alentador. El ingrediente de la competencia y la emulación, correría por toda la nación. El desmontaje del monopolio, desplegaría la competencia por el mercado interno y externo. Era un juego de todos ganan. El centralismo que controla el federalato, se comenzaría a ir diluyendo y substituyendo por la presencia de estados soberanos, capaces de administrar sus recursos, desde una perspectiva socialista, mas con una visión capitalista, en cuanto a la competencia y el realismo económico. El sindicato monopólico se desmantelaría por disolución social. Al convertirse en más de treinta sindicatos estatales. Los estados, se tendrían que poner las pilas, para poder administrar el recurso petrolero. Los gobiernos estatales, deberían modernizar y adecuar sus estructuras administrativas, también, para ser capaces de administrar empresas de producción socialista, en un marco desmonopolizado y competitivo, haciendo el propósito por otro lado, de poner al estado del arte a todo el proceso del recursos petroleros. No estamos seguros de que Cárdenas haya leído la propuesta Tijuana. Nunca se recibió un comentario sobre la receta. Ellos viven lejos, en la metrópoli de los estados provincias. A Cárdenas, le arrebataron la presidencia y Salinas, de inmediato, procedió a desmontar los fundamentos del enmohecido recurso petrolero. El usurpador, Persiguió sin tregua a los lideres que simpatizaban con Cárdenas, y los encarcelo inventándole delitos comunes o federales. Imponiendo a otros líderes afines en su lugar, lo mismo que sucedió con Jongitud Barrios en el sector educación, que fue sustituido por la profesora Gordillo. La derrota electoral de Cárdenas, significo la derrota definitiva de la opción socialista de Mexico, cuyo modelo comenzó a ser desmontado por De la Madrid, con la privatización de las primeras mil empresas nacionales. Modelo político que había nacido con la revolución de 1910 y la constitución del 17. Fortaleciéndose dialécticamente en cambio, la corriente del pensamiento que privilegiaba la privatización de la economía de estado y la capitalización de la economía mexicana, entendiéndose como éste, Al proceso similar que siguió la Unión Soviética, después de la caída de la Glasnot o de la doctrina de la reforma del socialismo soviético, en la década de los ochentas. Seguramente los teóricos del socialismo utópico y científico, del siglo XIX, como los prácticos del siglo XX, darán saltos en sus tumbas al observar, como las leyes de la evolución social, resultan tan diferentes de lo dictado por la lógica clásica. Con la teoría de los socialistas utópicos y de los marxistas, los capitales nacionales, al momento de la revolución y la emancipación, se volvían de propiedad colectiva, y nacía la economía socialista, administrando el estado la riqueza, que era de la nación. (art 27). Esto resultaba relativamente fácil, en principio, como lo demostró la realidad de la revolución mexicana primero y de la rusa inmediatamente después. El método consistía en arrebatarle a los señores feudales, como enseñó la revolución francesa, las tierras, las aguas, el petróleo, la minería, la pesca, la industria, los servicios públicos, los servicios sociales, la banca, el banco central, el control de las aduanas, de los sistemas de comunicación, de la educación y de la salud pública. Esto es lo que recogió la constitución del 17 y la constitución rusa. Lo mismo que la cubana. Lo que nadie pensó, o ha escrito, es cómo, de una sociedad avanzada y de economía centralmente planificada, se puede ir de regreso hacia un estadío inferior de las relaciones sociales de producción, volviendo de nuevo, a la servidumbre medieval o aun a la esclavitud romana o americana y si bien nos va, a un capitalismo avanzado y moderno como el de los EUA. Se entiende, que sí, en un proceso de evolución positiva, se expropia una empresa como Televisa, por ejemplo. Los capitales de la misma, saltan de una propiedad privada, exclusiva y diferenciada, a una propiedad pública, generalizada e indiferenciada. De un solo propietario, a varios millones de propietarios que de esta forma son los bienes públicos. Desde luego, el propietario de la red, recibe una indemnización, tal como lo dicta la ley, y de esta forma, en la contabilidad de Televisa, no hay perdidas. Se restan capitales, pero se suma dinero en efectivo. Mas es difícil de comprender, como en sentido contrario, en la privatización, un bien que es de todos los ciudadanos, sean estos soviéticos, cubanos o mexicanos, los vende el gobierno, en nombre de la nación a un solo particular, como es el caso de Telmex, y el producto de esa venta, cuya propiedad jurídicamente es publica, se disuelve en las brumas de las corruptelas y en el estado de indefección que da la ignorancia generalizada de la nación. De tal forma, que si antes tenías algo en propiedad de manera común, aunque fuera solo en teoría, ahora ya no tienes nada. En el caso de Telmex, el robo es doble, pues el ladrón solitario que se apropia de los bienes públicos, aparenta una indemnización quedándose con ella. El libro de contabilidad de la nación entonces, registra doble perdida. Por esto, algunos se oponen a la privatización al estilo del priato. Los males diagnosticados en 1988, para Pemex, como la corrupción sindical, el atraso tecnológico y la incompetencia gerencial, quedan corregidos de automático, si se privatiza Pemex. No pasara nada, si la empresa que compre a la petrolera, decide sostener al mismo sindicato que hoy medra de la paraestatal. Como sucedió con la relación, Telmex, Slim, Hernández Juárez. Pero esto, no es capitalismo, esto es un atraco mediante el cual, un Cesar, arrebata el tesoro de la nación y se lo autocompra, con un prestanombres ad hoc. Esto no fomenta el capitalismo clásico que quieren Chicago, Boston o Washington, esto es imperialismo primitivo, de corte medieval. Es capitalismo feroz y monopólico. Esto es un crimen descarado contra cualquier nación. Y no se camina hacia el progreso, sino en sentido contrario, hacia la monopolización de la economía y el mayor empobrecimiento de la nación. No es gratuito el enriquecimiento explicable aunque criminal del Telmex a través de tarifas impuestas en un mercado sin competencia, sin regulación del estado. Y a este enriquecimiento criminal, significa simultáneamente el empobrecimiento de la nación. Proponemos, pues, en virtud de esta historia, que el capitalismo llegue a Mexico, hablando inglés, es decir, que se construya con las mismas bases teóricas y prácticas con que se construyo el capitalismo norteamericano. Reconociendo que hemos perdido la guerra en defensa de una nación socialista, y que como en la España de Franco, ha ganado finalmente la derecha, el regreso, al capitalismo brutal. Que trae un retraso seguro a mediano y largo plazo. En los Estados Unidos, se privilegia la propiedad privada. La nación, si existe, no tiene propiedades colectivas. La propiedad de la riqueza, es individual, y si acaso es colectiva en empresas privadas. Así en los EUA, el propietario de la tierra, (la ley de la captura), es a su vez, el propietario del agua superficial y del subsuelo, lo mismo que del petróleo y minerales que contengan su suelo, y desde luego, los recursos naturales bióticos que pueda contener su parcela de tierra. Las playas y los bosques, son privados. Para llegar a este estadio en Mexico rápidamente, hay que reconocer, que el concepto de nación propietaria, como hoy se escribe, desaparece, y con ella los propietarios, que son cada uno de los mexicanos que tengan tierras o aguas, serán ahora, los verdaderos propietarios de la tierra superficial, mas también de los yacimientos mineros y petrolíferos que haya en sus tierras. Esto sería el verdadero capitalismo americano, desde su mera raíz. Esto es lo que finalmente esperamos de la reforma de Peña. Desaparece Pemex y aparecen todas las empresas petroleras del mundo, asociándose con cada propietario de tierra o de playa, para explotar los recursos naturales y el petróleo. Para explotar los recursos marítimos, que hoy tenemos abandonados. Pronto, no habrá ya empresas públicas, ni bienes públicos. Ahora los mexicanos, serán propietarios de capitales, de tierras y aguas, de recursos petrolíferos y energéticos. Habrá por fin desaparecido el sindicato petrolero que saqueo a la vieja nación sin respeto ni decoro, que vende plazas, que concentra el poder monopólico en la colonia Ánsures de Mexico. De todas formas, sea como sea, No damos la bienvenida al capitalismo feroz, que conocemos de cerca. Más reconocemos que se ha perdido la guerra y la política de defensa del socialismo mexicano. Y que las mayorías formales, han decidido el cambio. No nos queda más remedio, que tomarla o derramarla. Henry Castro. Tijuana. California. Mexico. Julio 2013
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 07:02:36 +0000

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