Porqué los Círculos, porqué los Centros en ellos, porqué la - TopicsExpress



          

Porqué los Círculos, porqué los Centros en ellos, porqué la construcción de un Altar…? Son algunas de las tantas preguntas que nos hacemos una y otra vez… A medida que vamos construyendo nuestra experiencia volvemos sobre estas preguntas que son las fundacionales, la base filòsofica y espiritual de nuestra tarea. Cómo lo manifiesta Jean Shinoda Bolen, en el Millonésimo Círculo, los Círculos de Mujeres son espacios de transformación, de cambio y crecimiento en esta Era definida como post-patriarcal. Nosotras coincidimos, y estamos respondiendo a ese llamado interno de “ser parte” de este hermoso proceso histórico del cual deseamos ser protagonistas. Deseamos recuperar de lo que hemos sido profanadas, vaciadas y desvastadas de nuestros cuerpos y nuestras almas… Deseamos volver a sentirnos como nos hemos sentido alguna vez, y no hablamos del beso del príncipe azul… sino del recupero de esa inocencia, esa alegría genuina, esa magia interior, esos matices y relieves propios de nuestra sensibilidad, con que las mujeres percibimos el mundo… En el recupero de esa Fuerza Vital que hizo que seamos co-creadoras, gestadoras en nuestro vientre… que hizo y sigue haciendo que seamos las que venimos sosteniendo la Vida y la Esperanza… en todos los rincones de esta preciosa Gran Aldea Gaia. En cada una de nuestras reuniones, el rito/ritual de inicio, es la construcciòn del Altar en el centro del círculo. Cual es el sentido del altar… y porqué los círculos se reúnen en torno a un centro con un altar…? Allí está representado nuestro centro, el centro de cada una de nosotras. Nuestra presencia interna, nuestra interioridad, ese espacio interior donde habitamos cuando nos empezamos a conectar… esa espaciosidad en nuestro interior, tan sutil como insondable… que en esos momentos de silencio… aparecen como atisbos de que existe algo más… Allí en nuestros centros de los Círculos donde construimos simbólicamente esos altares, deseamos representar nuestros aspectos más crecidos…, nuestra parte sabia… plena… madura… nuestra intuición…, nuestra espiritualidad…, lo más elevado de cada una…, la propia divinidad…, el sagrado femenino… El Círculo se constituye en relación a un centro, centro de nuestro centro, nuestra propia presencia divina… centro a descubrir, a respetar, a reverenciar… Desde el Círculo recordamos quienes somos, quienes hemos sido… nuestro Potencial… No provenimos como se ha dicho en alguna de las mitologías imperantes, de una costilla de Adán, ni tampoco nos diferenciamos por la falta de un pene, como lo ha formulado el psicoanálisis tradicional… No nos constituimos desde la falla o la falta, o derivadas de una parte de un cuerpo masculino… Nos constituimos desde nuestra completud, desde la biología útero-vagina, desde la capacidad de dar vida, de crear… No solamente de engendrar vida biológica, vida interior, vida intelectual, vida en los mundos sutiles, las mujeres somos co-creadoras en el más amplio y rico sentido de la palabra. Esta es la funciòn de los centros, de nuestros altares, recordarnos quienes somos, recordarnos ese anclaje, ese espacio sagrado que nos habita, del cual somos habitadas… El centro desde el cual irradiamos, emanamos esa Luz… Esa Luz, ese brillo, esa magia, que a veces no podemos ver, y es en el círculo, en la trama, lo podemos ver en las demás, y son nuestras hermanas las que nos lo espejan. Esa Luz propia y que se enciende y se alimenta entre todas… En cada cultura, en cada mitología el aspecto femenino de Dios ha tenido distintos nombres y representaciones. Se han dado en llamar también arquetipos femeninos. Nosotras no privilegiamos ninguna cultura, o mitología sobre el resto. Todas las representaciones figurativas y los nombres que han sido puestos a lo largo de la historia de la humanidad, como Lilith, Eva, Sofìa, la Virgen María, todas las Virgenes, las Diosas griegas, Isis en Egipto, Kwan Yin en Asia y Medio Oriente, las divinidades del Induismo, las mitologias del chamanismo de las culturas originarias de América, son todas representaciones de una misma Divinidad. Todas, son distintos aspectos, o representaciones de nuestra femineidad, están presentes y juegan un rol en nuestra personalidad y en nuestros procesos y ciclos vitales. Entre los arquetipos de la Diosa, se manifiesta en su triple aspecto: la joven doncella, la mujer madura, la anciana sabia, de acuerdo al ciclo vital. Tambièn estàn por otro lado de acuerdo a los roles, los arquetipos de “hija”, “hermana” y “madre”. Todos ellos ahora configurados a partir del gran arquetipo de la “Madre Universal/Divina Madre/Sagrado Femenino”, distintas denominaciones de acuerdo al origen de las corrientes filosófico espirituales que las nominan. El arquetipo de “hermanas” es el que se activa en los círculos, la fraternidad. Cuando nos enfocamos a trabajar y sanar la relación con nuestra madre, a través de la “Madre”, sanamos el arquetipo de hijas, y el arquetipo de hermanas… Y allì nos entregamos más amorosamente a la horizontalidad de los roles, desde los Círculos. Evocamos el Cuerpo Femenino de la Humanidad. Nuestro deseo y aspiración más entusiasta, es que cada vez que nos reunimos y nos constituìmos en círculo, matriz y trama femenina, nos volvamos a gestar, a refundacionar, renacer, celebrar, nuestra identidad como mujeres de Luz… Dar lugar al nuevo arquetipo de lo femenino… Celebrando este nuevo espacio, dentro y fuera, de común-unión, de y en comunión… Los Círculos, como herramienta, como dispositivos grupales, así concebidos, se convierten en espacios de gestaciòn, de transformación, reconstitutivos, sanadores, las mujeres nos curamos estando juntas, somos energía reconectiva… Toda esa riqueza que despliegan las historias, los mitos, los cuentos, las leyendas…la literatura, la poesía universal, vibra en cada una de nosotras, somos esas hadas, ángeles, brujas, hechiceras, alquimistas, sacerdotisas, chamanas, compañeras y amigas. Somos devas , chispas divinas, niñas, mujeres, hijas, hermanas, madres, y abuelas. Todo eso y más, por eso nos reunimos para reconocernos en nuestra propia naturaleza tan compleja como infinita … buscando religarnos con nuestros ciclos y procesos, con sus etapas y fases, como criaturas de la Tierra…con los elementos, con la Luna. Es nuestro doble origen, entre el Cielo y la Tierra, mitad ángeles mitad humanas, completamente DIVINAS !!!!
Posted on: Mon, 09 Sep 2013 02:03:34 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015