Primera Lectura Romanos 1, 1-7 Yo, Pablo, siervo de Cristo - TopicsExpress



          

Primera Lectura Romanos 1, 1-7 Yo, Pablo, siervo de Cristo Jesús, he sido llamado por Dios para ser apóstol y elegido por él para proclamar su Evangelio. Ese Evangelio, que, anunciado de antemano por los profetas en las Sagradas Escrituras, se refiere a su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, que nació, en cuanto a su condición de hombre, del linaje de David, y en cuanto a su condición de espíritu santificador, se manifestó con todo su poder como Hijo de Dios, a partir de su resurrección de entre los muertos. Por medio de Jesucristo, Dios me concedió la gracia del apostolado, a fin de llevar a los pueblos paganos a la aceptación de la fe para gloria de su nombre. Entre ellos, se cuentan también ustedes, llamados a pertenecer a Cristo Jesús. A todos ustedes, los que viven en Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a la santidad, les deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor. Meditatio El comienzo vibrante de esta carta nos hace pensar, por un lado en la vocación universal que, como cristianos, tenemos de anunciar el Evangelio y, por el otro, también en el profundo conocimiento que revela san Pablo sobre las Escrituras para presentar de manera contundente la salvación. Es importante, pues, tomar conciencia de que todavía a nuestro alrededor hay muchos hermanos y hermanas que no conocen, o que no conocen lo suficiente de Jesús y de su evangelio, como para amarlo y para buscar vivir la vida conforme al Espíritu. Por ello, es necesario, por un lado que continuemos preparándonos en el conocimiento de Dios, tanto a nivel intelectual como espiritual, y por otro, que continuamente busquemos la manera de hacer conocer eso que nosotros vivimos y amamos. Finalmente, recordemosque todo esto no tiene otro objetivo que el llevarnos a todos a la santidad, que no es otra cosa que la vivencia del amor de Dios por la acción del Espíritu Santo. Recuerda que en este proyecto, Dios cuenta contigo. Oratio Señor, concédenos a nosotros también la gracia del apostolado a fin de que, animados por la fuerza de tu Espíritu, vivamos y seamos testigos de este Evangelio que hemos conocido. Operatio Hoy repetiré constantemente del Salmo 130, el versículo 5: Con toda mi alma espero al Señor, y confío en su palabra. Como María, todo por Jesús y para Jesús. Pbro. Ernesto María Caro
Posted on: Tue, 15 Oct 2013 04:10:23 +0000

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