Pterigium El pterigium tiende a crecer en forma de un tejido fibrótico que puede llegar a la córnea, que es la estructura transparente localizada sobre el iris. Descripción Por definición, una lesión degenerativa conjuntival pasa a ser un pterigium verdadero cuando la cabeza invade la córnea límbica. Algunos invaden la córnea pocos milímetros y luego permanecen estables; mientras que otros, terminan por afectar el eje visual y causan astigmatismo corneal, restricción de los movimientos oculares, reducción del campo visual y pérdida de visión. Se observa un crecimiento triangular con aspecto de una banda carnosa de tejido fibrovascular que se extiende desde la conjuntiva hasta la córnea transparente. Como las pinguéculas, de las que puede originarse, se localiza con más frecuencia en el lado nasal que en el temporal. El eje del triángulo no es exactamente horizontal, sino que se incurva levemente hacia arriba en el lado corneal. A lo largo del borde de avance puede haber una línea de depósito férrico en el epitelio corneal, que rodea el lado corneal de la cabeza (línea de Stocker). La cabeza suele estar ligeramente elevada y blanquecina, y se adhiere firmemente al globo, mientras que el cuerpo puede separarse fácilmente de la superficie epibulbar. El examen con microscopía óptica, muestra un aumento de la densidad de fibroblastos, hialinización del tejido conjuntivo subepitelial, con fibras gruesas y tortuosas que se tiñen con las tinciones para elastina. El diagnóstico diferencial incluye los tumores conjuntivales, como la neoplasia intraepitelial y el carcinoma espinocelular. El pterigium con crecimiento activo suele darse en personas jóvenes (10 a 20 años), que coincide con el periodo de mayor incidencia. Se clasifica en cinco tipos: 1. Pterigium en crecimiento activo. 2. Carnoso. 3. De crecimiento lento. 4. Estacionario. 5. Atrófico. Puede haber síntomas como consecuencia de episodios intermitentes de inflamación y congestión. El pterigium casi siempre se acompaña o precede de pinguéculas. El principal factor de riesgo para el desarrollo puede ser la exposición UV, aunque también podrían desempeñar un papel importante: la sequedad, la inflamación y la exposición al viento y al polvo. La prevalencia es mayor cuanto más cerca del ecuador. Los estados con latitudes entre 28º y 36º tienen tasas del 5-15%, mientras que los situados al norte del paralelo 40 presentan una prevalencia menor del 2%. La distribución parece igual entre diferentes razas y no se conoce predisposición genética, aunque es más frecuente en varones, en población rural y en personas que no usan gafas. GRUPOS DE RIESGO Las personas más propensas a desarrollar pterigium, son aquellas que viven en zonas muy soleadas ya que el principal factor para que se desencadene es la radiación ultravioleta del sol. Las zonas de alta montaña y el viento también son factores que favorecen su aparición y desarrollo. SÍNTOMAS Los principales síntomas del pterigium son la sequedad en el ojo afectado, ardor y picor. Para algunas personas también es importante la estética ya que cuando el pterigium está muy avanzado, es muy visible. En casos severos puede modificar la curvatura del ojo produciendo astigmatismo y afectar a la transparencia corneal. MANEJO CLÍNICO USUAL En las fases iniciales cuando es ligera la sensación de ardor y sequedad, se puede tratar con lubricantes y vasoconstrictores oculares. En fases avanzadas o cuando es estéticamente molesto, es recomendable cirugía para eliminarlo. El pterigium es una enfermedad ocular que afecta la conjuntiva y la cornea. La conjuntiva es una delgada membrana transparente que cubre la esclera, que es la parte "blanca" del ojo. En ella se inicia la enfermedad. Se produce un crecimiento exagerado de tejido conjuntival en las zonas expuestas al sol. Al elevarse esa zona, se reseca con facilidad ya que la lágrima no puede lubricarla bien con el parpadeo. Información facilitada por su Óptico – Optometrista
Posted on: Mon, 05 Aug 2013 09:00:45 +0000
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