QUIENES Y POR QUÉ El secuestro del ángel del silencio Por Pedro - TopicsExpress



          

QUIENES Y POR QUÉ El secuestro del ángel del silencio Por Pedro Salvador Ale Hay cosas que te roban o que desaparecen, yo voy a decir lo que significa perder al silencio: el primero era blanco, habitaba debajo de la lengua, hasta que se quebró en la palabra mamá; luego el de la adolescencia era tan sencillo que podías estar sin hablar más de un día y no pasaba nada, no te distraía ni la televisión ni la radio ni los teléfonos, como Machado caminabas y definías “ hablo con el hombre que va conmigo, quien habla a solas espera hablar a Dios un día”: el silencio era la ausencia de ruido que te permitía darle un valor preciso a la palabra, a lo que ibas a decir, a lo que salía de ti mismo como de un pozo de agua fresca y transparente. Asevero que nos han robado al ángel del silencio y han secuestrado su palabra para parlotear estupideces. Yo tenía un silencio modelo 54, color días azules, los únicos que hablaban eran mis padres, mis hermanos, mis amigos, con voz viva y esencial, con el viento, la lluvia, los pájaros, y también había un silencio de ángel de barro, de barquitos de papel, un silencio sólo roto por la algarabía o los primeros versos leídos en voz alta. Yo sé que el sentido común y una manera sensible de ser no convence a nadie en estos tiempos de sordera organizada, de chilladera programada que aterroriza al pensamiento y a la reflexión. Por eso denuncio que han secuestrado al silencio y a la palabra verdadera; me piden pruebas, aquí van: los llamados medios de “comunicación”, no comunican: con violenta ignorancia destruyen la imaginación, están destinados a hacer que se olvide el lenguaje, el mensaje de cada palabra, esos “medios” son emisarios del consumo, espías cómplices de la política y del poder del dinero. El silencio es un estado natural que hemos perdido, es distinto de la mudez, del sigilo, de la reserva, de la pausa, el silencio no es carencia de palabra, sino que da vida al lenguaje y confirma al ser humano como tal, a mayor lenguaje mayor humanidad. En nuestro tiempo no es preciso ser un eremita, un místico o un aprendiz de brujo, para añorar el silencio como un instante vital. Por sobre el achatamiento del ser, el hombre debe recuperar la conciencia del silencio, saber que es una llave luminosa, para alcanzar una mayor resistencia ante la demagogia discursiva del sistema. Creo que sin el silencio nos entenderíamos menos, aún así escasea el diálogo, porque los celulares instauraron un silencio mediático, una prisión tecnológica. Se le teme al silencio, porque este revela nuestras debilidades y lo que somos sin máscaras, por eso uno se rodea de las fugas que proporcionan los motores, los ruidos urbanos, la mala música, los falsos ídolos de la mercadotécnica. Ahora me disculpan, amigos, es la hora de escuchar el silencio de los ángeles, que sólo se comunican con caricias y son absolutamente lujuriosos. (P.S.A.)
Posted on: Tue, 20 Aug 2013 15:19:20 +0000

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