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Que Yom Kippur en la biblia? Lo celebraremos este próximo viernes y el sábado. Infórmese STUDIO SOBRE YOM KIPPUR DIA DEL PERDON Yom Kippur El Día de Expiación) Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Yahweh. Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo. (Levítico [Vayikra] 16:30-31) “Y le dijo el Eterno a Moisés: Y el día diez del mes séptimo, será de expiación (Yom Kipur), de sagrada convocación para vosotros. Os afligiréis y brindaréis una ofrenda al Eterno. Y no haréis labor alguna ese día, porque es día de expiación de vosotros ante el Eterno, vuestro Elohim. Quien no se afligiera en ese día, será extirpado de su pueblo. No haréis labor alguna. Será estatuto para todas vuestras generaciones, donde quiera que habitáreis, a partir del crepúsculo del día nueve del mes y hasta el atardecer del día siguiente” (Vaikrá 23:26-32). En el diez de este mes séptimo tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas; ninguna obra haréis. (Números [Bamidbar] 29:7) Yom Kippur: Nombres, Temas y Frases 1. Yom Kippur (el Día de Expiación) 2. Cara a Cara 3. El Día (o el Gran Día) 4. El Ayuno 5. El Gran Shofar (Shofar HaGadol) 6. Neilah (el cierre de las puertas) Entendimiento del Servicio Sacerdotal en Yom Kippur Levítico (Vayikra) capítulo 16, específica que el 10 de Tishrei es el día en el que el sumo sacerdote (Cohen HaGadol) conduce una ceremonia especial para purificar el templo y al pueblo. La parte central del ritual es cuando el sumo sacerdote (Cohen HaGadol) presenta un becerro y dos cabras como ofrenda especial. Primero, sacrifica al becerro para purificar el templo de cualquier impureza provocadas por los pecados del sacerdote y de su casa (Levítico [Vayikra] 16:6). Luego, se echan suertes para escoger a una de las cabras y sacrificarla para purificar el templo de cualquier impureza provocada por cualquier pecado del pueblo de Israel en general (Levítico [Vayikra] 16:7-8). Finalmente, se libera a la segunda cabra en el desierto y no se sacrifica, para purificar al pueblo. Sobre esta cabra cae la suerte por Azazel y es enviada al desierto (Levítico [Vayikra] 16:10). Antes de enviar a la cabra, el sumo sacerdote impone manos sobre la cabeza y confiesa todas las iniquidades y transgresiones de los israelitas, cualquiera que fueren sus pecados, transfiriéndolos de esta forma a la cabeza del animal. Así, está escrito en la Torá: “…y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto”. (Levítico [Vayikra] 16:20-22). Azazel: El Chivo Expiatorio La palabra en hebreo para chivo expiatorio es azazel. Azazel era considerado como un tipo de satanás (Ha satan) en el libro intertestamental de Enoc (8:1). Los pecados del pueblo, y por ende también el castigo merecido por el pueblo, eran puestos sobre la cabeza del azazel, el chivo expiatorio. Este llevaría sobre sí los pecados del pueblo y el castigo merecido. La figura del Azazel enviado al desierto es interpretado como la imagen de satanás (Ha satan), siendo lanzado al lago de fuego (Apocalipsis 19:20). Veamos de cerca esta ceremonia descrita en Levítico (Vayikra) 16:7-10. En Levítico (Vayikra) 16:8, la primera suerte era “La Yahweh” (por YHWH). La segunda suerte era “La Azazel” (por el chivo expiatorio). El sumo sacerdote (Cohen HaGadol) tomaba las dos suertes, una marcada como La Yahweh y la otra como La Azazel, y las colocaba sobre la cabeza del respectivo animal, sellando de esta forma su destino. Se consideraba como una señal positiva cuando el sacerdote tomaba la suerte marcada La Yahweh en su mano derecha; pero durante los 40 años anteriores a la destrucción del templo (Beit HaMikdash) en el año 70 de la era común (que es lo mismo que A.D., del latín que significa “en el año de nuestro Señor”), la suerte marcada La Yahweh fue recogida por el sacerdote con su mano izquierda (Talmud, Yoma 39a). En cualquier caso,los pecados del pueblo eran transferidos al chivo expiatorio (Levítico [Vayikra] 16:21-22). Exceptuando los 40 años anteriores a la destrucción del segundo templo (Beit HaMikdash), la suerte La Yahweh siempre apareció en la mano derecha del sacerdote y la suerte La Azazel apareció en la mano izquierda del sacerdote. Entendimiento Mesiánico Elohim dio esta ceremonia de las suertes durante Yom Kippur para enseñarnos que El juzgará a las naciones del mundo antes del advenimiento de la era mesiánica, también conocida como el Milenio. Las naciones del mundo serán juzgadas según la forma en que hayan tratado al pueblo judío. Aquellas naciones que hayan maltratado a los judíos serán como los chivos expiatorios que serán puestos a la mano izquierda. Aquellas naciones que han permanecido a la par del pueblo judío serán como las ovejas que entrarán a participar en el reino mesiánico o el Milenio. Yeshua nos enseñó acerca de esto en Mateo 25:31-46. Yeshua, durante su primera venida, figuró como un tipo de macho cabrío sellado como La Yahweh. Yeshua se dio a sí mismo como una ofrenda de expiación de pecados por nosotros, transfiriendo Elohim todos los pecados del mundo sobre el (Isaías [Yeshayahu] 53:1-6; 1 Corintios 15:3; Gálatas 1:3-4; Hebreos 2:17; 1 Juan [Yochanan] 2:2; 4:10). En la ceremonia de los dos machos cabríos, se consideraba que ambas cabras eran sacrificadas. Se ataba un listón rojo carmesí alrededor de los cuernos de la cabra sellada como azazel. En el momento preciso, se llevaba a la cabra a un risco en el desierto y se le lanzaba desde lo alto del risco. En relación con esta ceremonia, surgió una tradición muy interesante que es mencionada en la Mishná. Se ataba otro trozo de listón rojo en la puerta del templo (Beit HaMikdash) antes de que la cabra fuera enviada al desierto. El listón se tornaba blanco en el mismo momento en que cumplía con su misión, señalando de esta forma que Elohim había aceptado sus sacrificios y que los pecados habían sido perdonados. Esto se basaba en lo escrito en Isaías (Yeshayahu) 1:18. Tal como se mencionó antes, el Mishná nos cuenta que durante los 40 años anteriores a la destrucción del templo (Beit HaMikdash), el listón dejó de tornarse blanco. Por supuesto esto fue cuando Yeshua fue crucificado en el madero. Otros Aspectos de la Ceremonia del Sumo Sacerdote Para poder entrar al Lugar Santísimo, el sumo sacerdote (Cohen HaGadol) debía primero lavar todo su cuerpo, no tan sólo lavar sus manos y pies como se requería en otras ocasiones. Este lavamiento simbolizaba su deseo de ser purificado (Números [Bamidbar] 19). El lavamiento era tanto de su cuerpo como de sus ropas (Números [Bamidbar] 8:5-7; 19:7-9). Esto lo hacía además de tomar la sangre de un animal con el dedo y rociarla sobre el altar (Números [Bamidbar] 19:1-4; Levítico [Vayikra] 8:13-15). Este ritual también se puede ver en Números (Bamidbar) 31:21-24. El entendimiento espiritual de esto está explicado en Hebreos 9; y 10:19-22. También se menciona el rociado de la sangre sobre el altar en Exodo (Shemot) 29:1-4,10-12, 16,20-21; y Levítico (Vayikra) 1:3-5,11; 3:1-2,8; 4:1-6; 5:4-6,9. Una vez más, el entendimiento espiritual se encuentra en Hebreos 9:11-14,23-25, y 1 Pedro (Kefa) 1:2. Entendimiento Mesiánico Yeshua es el Sumo Sacerdote (Cohen HaGadol) de Elohim (Hebreos 3:1). En Juan (Yochanan) 20:17, Yeshua dijo: “No me toques, porque aun no he subido a mi Padre…” Estas eran las mismas palabras que el sacerdote decía antes de subir al altar. También otras Escrituras nos dan testimonio de que Yeshua era el Sumo Sacerdote. En Números (Bamidbar) 19:11, si uno tocaba un cuerpo muerto, permanecía impuro durante siete días. Luego, se realizaba la purificación al octavo día. Este es el significado de lo que pasó en Juan (Yochanan) 20:24-27. En lugar de vestir las ropas coloridas que solía usar (tal como están descritas en Exodo [Shemot] 28 y Vayikra 8:1-8), Aarón debía usar ropas especiales de lino (Levítico [Vayikra] 16:4). Juan vio a Yeshua usar lo mismo en Apocalipsis 1:13-15. Daniel también lo vio, tal como lo describió en Daniel 10:5-6. Al sacrificar los animales en el altar y rociar la sangre sobre el altar, las ropas del sumo sacerdote se teñían en sangre, por lo que Elohim instruyó que se lavaran (Levítico [Vayikra] 6:27). Sin embargo, en Yom Kippur Elohim declaró en Isaías (Yeshayahu) 1:18, como está escrito: “…si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos…” Espiritualmente, la ropa blanca representa la pureza y la ausencia de pecado (Apocalipsis 7:9,13-14; 19:8). En Números (Bamidbar) 15:37-41, se ponían franjas (tzi-tzit) en los bordes de sus vestidos para recordarle al pueblo la Torá o la Palabra de Elohim. Recuerden el incidente de la mujer impura por el flujo de sangre que se acercó a Yeshua (el Sumo Sacerdote de Elohim) para tocarle la orilla de Su vestido y ser sanada (Mateo [Mattityahu] 9:20-22). Elohim les instruyó a los hijos de Israel que usaran vestidos iguales al que Yeshua llevaba puesto en Mateo 9:20-22. En la Torá, Elohim instruyó que llevaran puestos estos vestidos tal como se indica en Números (Bamidbar) 15:37-41. Cuando la mujer con el flujo de sangre tocó el borde (tzi-tzit) del vestido de Yeshua, tal como está descrito en Mateo 9:20-22, esta era una imagen dada por Elohim para comunicarnos que ella creía en la palabra de Yeshua por fe (emunah) y fue sanada por su fe. Cara a Cara El sumo sacerdote (Cohen HaGadol) solamente podía entrar en al Lugar Santísimo una vez al año (Levítico [Vayikra] 16:2; Hebreos 9:6-7). Elohim había hecho la advertencia que ningún hombre podía ver el rostro de Elohim y sobrevivir (Exodo [Shemot] 33:20). Pero, dado que el sumo sacerdote podía estar en la presencia de Elohim en el Día de Expiación (Levítico [Vayikra] 16:2), otro término que describe el Día de Expiación es “cara a cara”. En el tiempo del segundo templo, la ceremonia del sumo sacerdote (Cohen HaGadol)] había sido modificada en cierta forma y se le había añadido un elemento crucial. Este elemento era que en tres ocasiones distintas, en forma creciente, el sumo sacerdote aparecía ante el pueblo y recitaba la fórmula de confesión para que todos pudieran oírla. La primera confesión por sus propios pecados y los de su casa; la segunda, a cuenta de los pecados de la tribu sacerdotal de Leví; la tercera a cuenta de todo el pueblo. Sólo en esta ocasión, de todos los días del año, la confesión incluía la pronunciación que hacía el sacerdote a voz alta del nombre de Elohim, tal como lo representan las letras hebreas YHWH (conocido como el Tetragrama). Este fue el nombre que Elohim le mostró y explicó a Moisés (Moshe) en la zarza ardiente, el nombre que describía “Yo Soy el Que Soy”, el nombre que no servía como una etiqueta por medio de la cual se podía llamar a Elohim y tratar de influenciarlo; por lo tanto, este nombre no podía decirse a viva voz. Entonces, durante todo el año, cuando el nombre YHWH aparecía en el texto o se invocaba a su nombre, se decía Yahweh. Solamente en Yom Kippur se pronunciaba el nombre a viva voz, en alto, con toda su majestad. (La forma en que se pronuncia Su santo nombre era protegida con tal celo, para evitar ser profanado, que a la fecha no sabemos cómo se pronunciaba). En cada confesión, cuando el sumo sacerdote llegaba a la parte en que debía recitar el nombre, todo el pueblo se postraba y decía en voz alta: “Baruch shem K’vod malchuto l’olam va’ed” que significa: “Bendito sea el Nombre del Resplandor de Su Majestad, por siempre y más allá”. Durante la tercera recitación, cuando se pedían por sus pecados, ellos sabían que el sumo sacerdote (Cohen HaGadol) recién acababa —como única vez en todo el año—de entrar al Lugar Santísimo, el lugar más íntimo del templo (Beit HaMikdash) donde residía la presencia de Elohim. El sacerdote entraba allí tres veces y entonces salía a confesar a favor de todo el pueblo y transmitir sus pecados sobre la cabeza del macho cabrío por azazel. El resultado de estas tres entradas en el Lugar Santísimo, las tres recitaciones del nombre más santo de Elohim y las tres postraciones por parte de todo el pueblo, creaban un sentido impresionante de la Presencia de Elohim obrando en la expiación del pueblo, limpiándolos de todo pecado, permitiéndoles comenzar un año nuevo en limpio y renovando sus vidas. Este sentimiento de transformación era tan profundo que, luego del ritual, el ambiente solemne se transformaba en una celebración animada. Los jóvenes y los solteros iban a los campos a danzar y a buscarse esposa o esposo. Yom Kippur y el quince del mes de Av eran los únicos días del año en que se daba este tipo de desposorios públicos masivos. Por lo tanto, cuando el sumo sacerdote se paraba delante de Elohim en este día, se decía que estaba “cara a cara” con Elohim. Por ello, a Yom Kippur se le reconoce por la frase “cara a cara“. La terminología de “cara a cara” es utilizada en Corintios 13:9-12, como está escrito: Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. (1 Corintios 13:9-12) Tanto el versículo 11 como la frase en el versículo 12: “Ahora vemos por espejo, oscuramente” viene del Midrash judío. Cara a Cara” es el título de un capítulo del libro de Arthur Waskow, Estaciones de Nuestro Gozo, sobre el tema de Yom Kippur. “Cara a cara” es una expresión idiomática de Yom Kippur. ¿Por qué? Porque era durante Yom Kippur que el sumo sacerdote debía ir más allá del velo del templo. En ese momento, la nación debía esperar ansiosamente, ya que el destino de la nación dependía de que Elohim aceptara el sacrificio ofrecido. En ese momento, el sumo sacerdote se encontraba “cara a cara ante el propiciatorio de Elohim”. Cuando el sumo sacerdote (Cohen HaGadol) entraba al Lugar Santísimo, él veía la presencia del Señor como una nube brillante que cubría el propiciatorio (Levítico [Vayikra] 16:2). La palabra hebrea para propiciatorio es kapporet. Viene de la raíz kaphar, que es la misma palabra que se usa para “expiación”. El propiciatorio también se puede traducir como silla de expiación. El propiciatorio está descrito detalladamente en Exodo (Shemot) 25:17-22 y 37:6-9. Este es el lugar donde Moisés (Moshe) se reunía con Elohim y le hablaba cara a cara (Exodo [Shemot] 25:22; 30:6; Números [Bamidbar] 7:89). El Día Yom Kippur, el Día de Expiación, cae en el décimo día del mes judío de Tishrei (septiembre/octubre). Es el último de los Diez Días de Arrepentimiento y es el día más solemne del calendario Hebreo. Se cree que aquellos que no han sido lo suficientemente buenos como para ser inscritos en el Libro de la Vida en Rosh HaShanah, se les dan diez días para arrepentirse, orar para ser perdonados y hacer buenas obras antes que llegue Yom Kippur, el día en que será decidido su destino. Todo el Día de Perdón (Yom Kippur) se dedica al ayuno y la oración. Dado que este es el día más solemne del año, se le conoce como “El Día“. El Ayuno El ayuno es uno de los mitzvot (mandamientos) más importantes que llevan a la expiación. La Torá menciona en tres ocasiones: “Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas…”. (Levítico [Vayikra] 16:29; 23:27; Números [Bamidbar] 29:7). Según la tradición (el entendimiento hebreo), la aflicción de vuestras almas se interpreta como ayuno. Por esta razón, Yom Kippur es conocido como “El Día de Ayuno”. El Gran Shofar Como se mencionó en el capítulo 7 cuando se habló acerca del shofar (trompeta), hay tres principales shofarim (trompetas) para el pueblo judío, y estas tres trompetas están relacionadas con ciertos días específicos del año. Estas tres trompetas son: (a) “La Primera Trompeta” que suena y está asociada con Shavuot (Pentecostés); (b) “La Ultima Trompeta” que suena y está asociada con Yom Teruah; (c) “La Gran Trompeta” que suena y está asociada con Yom Kippur. Es en Yom Kippur cuando suena la Gran Trompeta, conocida en hebreo como el Shofar HaGadol. Isaías (Yeshayahu) 27:13 y Mateo 24:31 se refieren a ello. Neilah: El Cierre de las Puertas del Cielo Neilah es el cierre o el servicio final de Yom Kippur. Los judíos tienen la creencia que las puertas del Cielo permanecen abiertas a lo largo de los días de arrepentimiento para recibir nuestras oraciones para ser perdonados y que éstas son cerradas después del servicio de neilah. (Para ser específicos, estas puertas son abiertas en Rosh HaShanah para permitir que los justos entren al Cielo y permanecen abiertas hasta el servicio de neilah en Yom Kippur). Cuando se hace sonar el último toque delshofar (el Shofar HaGadol, la Gran Trompeta) al final del servicio de neilah, aquellos que han guardado ese día con toda sinceridad, podrán sentir que fueron inscritos y sellados en el Libro de la Vida.
Posted on: Thu, 12 Sep 2013 11:49:34 +0000

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