Que vacío mas grande que el de intentar amar y ser rechazado, el de intentar hablar y no ser escuchado, el de intentar sentir y no ser comprendido, el de querer volar y ser amputado; hoy mis alas yacen en el mismo suelo donde un día tu y yo sembramos amor; el mismo amor que regaste con miedo, desconfianza, y desesperación, lo que hizo que su color tornase oscuro y su fruto amargo, aún así, creció, no como tu esperabas, pero creció; ahora la culpas por haber crecido de forma distinta a tu expectativa, pero lástima, ella también la tenía sobre ti, y le fallaste, creyendo que cuanto mas mal hacías y mas odio derrochabas, mas sana y fuerte progresaría.. Sin embargo, yo sí juré darle todo el amor que aquí dentro guardo, y así fue, por ello es que pudo alargar su tallo y endulzar su fruto un tanto, un tanto que es pizca al lado de todo el odio acumulado, pero aún así ejercí como su fuente de alimentación mas puro. Hoy dos alas rotas con mi nombre bajo la sombra de un árbol espinoso de fruto seco, cuya flor marchita en estas épocas turbias, pero de hoja perenne, ya que por siempre quiso recordar el bello amor que un día le dí y así lo expresó en cada hoja que le componía, dando cada una de ellas, una sombra agradable para lo que un día fue parte de mí y me permitía volar para acariciar su copa.
Posted on: Wed, 07 Aug 2013 13:33:08 +0000
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