Querido Jesusito, que pronto pasa ese espacio de tiempo que - TopicsExpress



          

Querido Jesusito, que pronto pasa ese espacio de tiempo que llamamos vida. Que pronto terminan esos momentos de los que somos conscientes de su existencia. Querido Jesus, ahora me pasa algo raro, cuando pienso en el ayer, lo calculo con el tiempo que faltaba para que tu marcharas, no pienso fue hace veinte años, yo pienso "aun faltaban veinte años para que tu te fueras", cuanto tiempo y sin embargo, que poco. Todo lo relacionado con el tiempo pasado lo mido por ti. Seguramente a partir de ahora lo mediré desde tu partida. Querido Jesusito, que pronto nos parece que pasa todo cuando no deseamos que lo haga y cuando lo ha hecho, no lo podemos creer. Cuando pienso en tantas cosas que hemos vivido juntos a lo largo de estos 38 años, me cuesta colocarlos en el momento en que ocurrieron, creo que podría alargar el pensamiento , como si fuera un brazo, cogerlo y tráelo a mi sin mas. Entonces podría volver a disfrutar o intentar corregir lo que hice mal y así darte todo lo que tu merecías y que yo no te entregue. Querido Jesusito, espero me perdones, ahora que ya conoces todo mi interior, mi alma, ahora que sabes como late mi corazón, Ahora que tu no me juzgas, que solamente me miras, me entiendes y sabes que eras todo para mi alma limpia, de la otra, también lo conoces todo Querido Jesus, te voy a contar un cuento... Había un cordero, de lana rizada, suave y esponjosa. No era totalmente blanco, porque los corderos son color crema. Era bueno, cariñoso, amable, le gustaba pasar su cabeza por los rizos de los otros corderos y siempre estaba de buen humor. A este cordero, se le ocurrían muchas cosas y siempre estaba haciendo algo positivo ,por lo que los demás pensaban que no era un mal cordero Este pobre cordero, como ocurre en una historia que anda por ahi, de pronto notaba que su suave lana iba cambiando de color, que se oscurecia, que se estiraba, que en algunas zonas de su lomo quedaba como erizada. Su pezuñas preparadas para el verde, para ir sobre la hierva, sin sobresaltos, tranquilamente y comer, cambiaban tambien y esas dos partes que las componían, se dividían y aparecían unas garras de largas y afiladas uñas. ya no eran solamente para caminar, ahora eran tambien para cazar. Nuestro pobre cordero, a estas alturas, ya no se reconocía a si mismo, había dejado de pensar como uno de su especie y dentro de su mente eran otras las ideas e intenciones. Cuando el pobre animal terminaba la transformación abandonaba el aprisco que le serbia de refugio y hogar, marchando solitario en busca de lo que le pedía el ser en el que se había transformado La noche era terrible, la búsqueda exhaustiva, la razón no existía y la lucha contra la parte que aun latía dentro, su pobre corazón lo único que no cambiaba, era terrible. Cuando todo terminaba, el regreso al aprisco era tan desolador. Según le iban volviendo la lana de rizado bucle, las negras e indefensas pezuñas, su hocico sin colmillos amenazantes, su mirada suave y tierna, su añoranza por lo que había perdido durante la búsqueda, porque aunque encontrara siempre perdía, sentía que era el mas desdichado de los corderos, cosa que no le ocurría a su contrario ya que ese no tenia alma. Nuestro cordero ya sobre las pajas de su cama, pensaba que las cosas deberían ser diferentes y así se dormía, temiendo volver a sentir de repente la llegada de la fiera
Posted on: Thu, 12 Sep 2013 20:34:14 +0000

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